La escritora Laura Freixas, a partir de su historia familiar, arroja luz contra el maniqueísmo antiespañol que promueve la Generalitat.
Muy interesante el artículo, titulado Una generación de catalanes, en el que la escritora, Laura Freixas, explica la evolución de sus abuelos paternos, paralela a la del secretario de Cambó, Joan Estelrich, de quien se acaban de editar sus Dietaris.
Empieza con un retrato que a todo catalán nos suena familiar (al menos a cualquiera que conozca Cataluña más allá de la versión de tebeo que se explica en las escuelas):
«En la vida de mis abuelos paternos hay, para mí, un gran misterio. Pertenecían ambos a la burguesía catalana —mi abuelo era empresario textil—; hablaban catalán, no iban a misa, leían a Aldous Huxley y Stefan Zweig; pertenecían a un partido catalanista conservador, la Lliga, equivalente de lo que hoy sería CiU. Nada más alejado, diríase, del franquismo… Sin embargo, cuando las tropas del generalísimo entraron en Barcelona en enero de 1939, mis abuelos las recibieron gritando hasta desgañitarse, brazo en alto: “¡Franco, Franco, Franco!”.
No vamos a resumirles la historia de Estelrich y de la generación de los abuelos de Freixas, tanto paternos como maternos; vale la pena que lean el artículo. Pero sí reproduciremos la principal conclusión a la que llega la autora:
«Ahora intentemos entender todo esto a la luz de la historia oficial. Una historia formada solamente por dos polos: de un lado “Catalunya”, unánime, resistente, noblemente vencida, siempre víctima; del otro una “España” empeñada, como un solo hombre, en sojuzgar a los catalanes. Es el discurso que destilan las celebraciones del tricentenario de 1714, el reciente congreso titulado España contra Catalunya, el Museu d’Història de Catalunya o la declaración de soberanía aprobada por el Parlament (23-1-13), cuyo preámbulo asegura sin pestañear que “la dictadura de Franco contó con una resistencia activa del pueblo de Catalunya”. Entonces, ¿dónde queda Estelrich? ¿Y Cambó, D’Ors, Dalí, Pla…? ¿Y los padres de Esther Tusquets? ¿Y mis abuelos…? ¿Debo pensar que mi abuela materna, castellana, que era costurera, vivía en un quinto sin ascensor y, en tanto que mujer, no tenía ningún derecho, era la opresora, y mi abuelo paterno, catalán, que tenía dos criadas, una fábrica, un gran piso en Barcelona y tres casas en Lloret de Mar, el oprimido?
Siendo tan burda esa falsificación de la historia, es asombrosa la facilidad con la que está calando.»
Para eso nacimos, para que esa falsificación no quede sin respuesta.
Categories: Catalunya de tots, Historia, Huid del nacionalismo
el título del Congreso es una falsificación. No puede ser España contra Cataluña, porque Cataluña era España. Sería en todo caso Castilla contra Cataluña (si Castilla no hubiera apoyado al Archiduque -Madrid, sí-). Se trata de crear un enemigo que fomente el nacionalismo: España.
Curiosamente no dicen en donde se vendían los textiles y demás productos industriales que se fabricaban en Cataluña.
Recuerdo que Mallorca y Valencia eran reinos diferentes con aduanas y moneda propia. Naturalmente, tras la Ley de Nueva Planta, que quita las fronteras, convierte a Mallorca, Valencia y Castilla en colonias de esta burguesia tan emprendedora (más las colonias americanas y posteriormente Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, colonias de Castilla -sobre el papel, claro- ).
Respecto a Franco -digo lo que todos hemos visto – fue un hombre que no era un ideólogo y que gobernó de una manera «conservadora » propia de la España subdesarrollada que le tocó vivir. Si se apoyó en la Iglesia fué como elemento para moldear conciencias (que impidiese que se repitiese la experiencia «revolucionaria» que acabó en guerra civil ). Salvo en la inmediata posguerra, con la represión y la autarquía, las políticas de Franco fueron muy similares a las de otros países similares que hoy llamamos del tercer mundo o en vías de industrialización.
La fijación que tienen las izquierdas, los nacionalistas (y los franquistas ) con Franco se debe a que buscan una personificación ideal para manipular al personal, o sea, nosotros.
No es de extrañar que los barceloneses de bien le viesen como un salvador.
Por cierto, hago notar el paralelismo de servirse de la religión de Franco y de Pujol.
Les paso un romance anónimo que corre por la red.
NAZICATALIBANISMO
Por su fiesta regional
de una historica derrota
los nazicatalibanes
ritos muy rancios adoptan.
Hacen hasta el cementerio
una procesión de antorchas
llevando camisas negras
y muy relucientes botas.
Con paños cuatribarrados
que lucen estrellas solas
alrededor de las tumbas
viejas figuras evocan.
Unos con ritos paganos
el sepulcral suelo mojan,
otros piden al mitrado
ceremonias religiosas.
Por todos los que cayeron
por su región en la historia,
aun cuando el significado
de tales muertes se ignora.
Pues entre dos dinastías
disputaban la Corona
sin que nadie cuestionara
la integridad española.
La fiesta de los caídos
instituída por norma,
para el régimen que buscan
coartada mitológica.
Nazicatalibán plagio
que en el error se desploma,
porque sobran mitos donde
sólo valen las personas.
Té tota la raó
Esta Senyora diu veritats com un puny
Me alegro que publiquen los Dietaris de Edterlich. Este es uno de los personajes clave para entender el catalanismo. No he leído los dietarios, pero seguro que no decepcionarán.