España necesita menos normas y más iniciativa de la gente.
Dice ABC que el Estado aprobó el pasado año un total de 688 nuevas normas de distinto rango, lo que supone un 26,4% más que en 2012. Sólo en 2013 se editaron 173.338 páginas en el BOE, cifra que aumenta hasta 800.086 páginas en el caso de los boletines oficiales de las comunidades autónomas, un 11,8% más que en 2012.
Desde 1970 son 39.340 las normas estatales puestas en marcha.
Dice el adagio que iura novit curia, el juez conoce el derecho. Hoy es imposible. Imagínense los ciudadanos de a pie. ¿De verdad hacen falta tantas normas? ¿Para eso sirven el Estado y las autonomías? ¿Para imprimir kilómetros de normas, la mayoría de las cuales obedecen a la ideología de turno?.
El pueblo no necesita muchas leyes. Su proliferación es un signo infalible de decadencia política. Rousseau lo decía de una manera más sugestiva: «la multitud de leyes anuncia dos cosas igualmente peligrosas, y van casi siempre juntas: saber que las leyes son malas, y que no tienen vigor».
Señores políticos: dejen que se desarrolle la sociedad y retírense todo lo que puedan de la vida comunitaria. No tengan miedo a la libertad. Intervengan allí donde no lleguen las familias, las sociedades, las asociaciones y la iniciativa de la gente. Lo demás, déjenselo a los españoles. Nos irá mejor. Y no tendremos que pagarles tanto.
Categories: Economía, Mejor juntos, Pensando bien
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