Lo que escribía Ignacio Agustí en junio de 1962 describe bastante bien el efecto que el nacionalismo provoca en el hombre.
«El hombre que desaparece día a día de la atención de sus semejantes, es, seguramente, también el hombre de Buchenwald o de las fosas de Katyn. El hombre ha desaparecido de la especulación de los filósofos para desintegrarse después de Hiroshima o desleírse trágicamente en las cámaras de gas. Este mismo hombre ha desaparecido de las novelas, de la obra de arte plástica y aun de espectáculos tales como el cine o el teatro, en los que se va a al exaltación comunitaria y borrosa de los grandes sucesos colectivos. Reinventar el hombre sería, a nuestro juicio -más que apresurar y exhalar la técnica-, la gran función de nuestros días y, sin duda, la que nos parece más urgente».
Categories: Catalanes universales, Huid del nacionalismo, Pensando bien
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