La Generalitat españolea en todo.
Ellos tenían un toro, hubo que inventarse el burro. Ellos jugaban al Gordo, hubo que inventar la Grossa. La Generalitat no puedo evitar ser lo que es: española. Hasta en sus propuestas nacionalistas.
La iniciativa de la Grossa del Gobierno de Artur Mas para competir con el Gordo de Navidad no ha conseguido reducir la capacidad de recaudación del organismo del Estado en Cataluña. El Gordo ha ganado por goleada y ha recaudado 16 veces más que su competidora nacionalista.
La Generalitat emulará el tradicional sorteo a las 11 de la mañana del 31 de diciembre en el Teatre Nacional de Catalunya, en Barcelona. Aunque falla un pequeño detalle: Como la Generalitat no dispone de bombos con los 100.000 números en juego, primero se sacarán las unidades, luego las decenas y así hasta las decenas de millar. Tampoco sabemos si los números los cantará la escolanía de Montserrat e imitarán la tonadilla, o se inventarán una «tonadilla diferencial».
Respeto al marketing, también ha sido bastante cutre. Para incentivar la venta, Loteries de Catalunya ha decidido sortear un carro de comida entre los jugadores que se retraten en Twitter con un cartón de la Grossa. Tal vez una campaña mostrando el parecido entre una diva nacionalista chupamicros y el icono de la Grossa habría tenido más éxito.
Aquest cop el nacionalisme no l’ha pogut fer grossa. I recordin: sempre ho proven amb els nostres diners.
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