La Generalitat ultima un impuesto a las compañías de ADSL para financiar el cine catalán

La propuesta la ha anunciado el conseller Mascarell, auténtico vividor a cargo de nuestros impuestos, primero en el Ayuntamiento socialista, ahora en la Generalitat convergente; lo importante es seguir viviendo del cuento y repartir «dádivas presupuestarias» entre sus amigos.

Ahora pretende colocarnos un nuevo impuesto para financiar el cine catalán. Por si no teníamos suficiente con las subvenciones al cine español, ahora nos atracan con el catalán y mañana, ¿por qué no?, con el de Osona o con cualquier otra ocurrencia. Cuando además ha quedado demostrado que, cuando hay talento, el cine triunfa por sus propios medios (desde Tadeo Jones a Lo imposible). Subvencionar al cine, catalán o de dónde sea, es obligarnos a comprar una entrada para una película que no queremos ver.

Pero es que además el conseller Mascarell nos toma por idiotas al afirmar que «las compañías ya han sido informadas y no tiene por qué afectar a la factura de los usuarios». Sr. Mascarell, quizás en la Facultad de Historia no se lo explicaron, pero si se dignase a cruzar la Diagonal y preguntase en la Facultad de Ciencias Económicas descubriría que siempre, repito, siempre, un impuesto sobre las empresas repercute en su estructrura de gastos y, en consecuencia, tiene impacto sobre el precio. Siempre. Lo podemos repetir incluso una vez más: siempre. Los impuestos, siempre, los acabamos pagando nosotros.

En vez de conspirar para sacarnos más dinero, el conseller Mascarell podría estudiar el cierre de su consellería. No perderíamos nada y ganaríamos mucho.

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