¡Viva México, sra. Sheinbaum!

Un mexicano que vive en España tumba las sandeces de Claudia Sheinbaum.

El principal mecanismo psicológico de las ideologías es la externalización de la culpa: si algo em va malament, és culpa d’un altre. Para los comunistas, es culpa de los burgueses; para los liberales, culpa de los retrógrados; para los veganos, culpa de los carnívoros; para los feministas, culpa de los hombres; para los climatistas, culpa de los que tienen hijos o van en coche de combustión; per als nacionalistes, culpa del poble opressor; i per als indigenistes, culpa dels conqueridors.

Así funciona la ultraizquierda en Hispanoamérica. Llevan 200 años «emancipados», y la mayoría están más esclavizados que nunca por las élites que los esquilman y mantienen en la pobreza. Però tenen el remei: culpadespanya.

En marzo de 2019 el president de Mèxic, el maçó López Obrador, envià una carta al Rei Felip VI exigiendo que España se disculpara por la conquista de México hace 500 años; corrieron a sumarse rufianes, batasunos y podemitas, que tampoco se soportan a sí mismos. Ara és la nepota millonaria Claudia Sheinbaum (sisplau, passsi pel mexicanitzador de cognoms) que no ha convidat al Rei d’Espanya al traspaso de poder por parte de su padrino López Obrador.

Es el momento de leerle a la oprimida Sheinbaum la carta que entonces nos envió un mexicano vecino de Barcelona:

«Gracias, España, por nuestra fe, por nuestro Diosito, nuestra Virgen de Guadalupe, nuestras procesiones, nuestras cofradías, todas de nombre español.

Gracias, España, por nuestros misioneros, nuestros frailes y jesuitas que llegaron de España para educar nuestros cuerpos y nuestras almas; por la primera misa en Cozumel, por los 12 franciscanos de fray Martín de Valencia, por fray Motolinía, fray Andrés de Olmos, fray Bernardino de Sahagún, fray Gerónimo de Mendieta, el penitente fray Antonio de Roa, fray Juan de Zumárraga; por los beatos mártires de Tlaxcala, indios cristianos asesinados en 1527 por confesar a Cristo; por el beato Sebastián de Aparicio, el de las carretas; y por San Felipe de Jesús, mexicano mártir en Japón a los 24 años en 1597; por San Pedro de San José, por los mártires jesuitas ensanchadores de México; y por fray Antonio Margil el de los pies alados; y hasta San Junípero Serra, el misionero del norte.

Gracias, España, por estar por encima de tu tiempo y de la Inglaterra u Holanda, y subordinar los objetivos mercantilistas de la Conquista a «la predicación del Evangelio» y al ascenso civilizatorio, como estableció Felipe II en sus Ordenanzas de 1573.

Gracias, España, por nuestros reyes, que nos dieron las Leyes de Indias para ordenar a virreyes, presidentes, audiencias, gobernadores y justicias reales, arzobispos y prelados eclesiásticos «no recibir agravio alguno en nuestras personas y bienes, y ser justamente tratados», mientras en las 13 colonias inglesas se masacraba a los indios.

Gracias, España, por el exagerado Bartolomé de Las Casas y el justo Francisco de Vitoria.

Gracias, España, por nuestra raza, por mezclar tu sangre con la nuestra, desde Martín Cortés -hijo de Conquistador y doña Marina, que recibió del rey el hábito de Santiago- hasta el virrey José Sarmiento, conde de Moctezuma; por rechazar el exterminio y la xenofobia que practicaron los anglosajones en el norte.

Gracias, España, por librarnos del tirano Moctezuma que esclavizaba a 371 pueblos mexicanos y los sometía al ídolo antropófago Huitzilopochtli / Huichilobos, al que sacrificaba cada año 20.000 corazones humanos.

Gracias, España, por darnos a nuestro heroico fundador, Hernán Cortés, que conquistó Tenochtitlán con apenas 900 hombres frente a 150.000, y quien se tenía en nada porque «una obra tan grande se acabó por el más flaco e inútil medio que se pudo hallar, porque sólo a Dios fuese atributo».

Gracias, España, por nuestra Real Universidad de México de 1551 que copiasteis de Salamanca, y la de Mérida, y la de Guadalajara, y los colegios y escuelas donde se formó nuestro pueblo.

Gracias, España, por traernos la primera imprenta de América, sucursal de la imprenta sevillana de Cromberger, y el primer libro americano, ‘La Escala espiritual’ de San Juan Clímaco.

Gracias, España, por nuestros autores del Siglo de Oro, por nuestro historiador Fernando de Alva Ixtlilxochitl -hijo de los reyes de Acolhuacán y Tenochtitlán-, que recogió por orden del virrey la historia de nuestros pueblos indígenas; por nuestro Ruiz de Alarcón nacido en Taxco, comparable en tantas cosas a Lope de Vega y Tirso de Molina; y por Bernardino de Sahagún, que recogió nuestra etnografía en náhuatl en el mismísimo siglo XVI.

Gracias, España, por nuestros Sessé y Mociño, que nos catalogaron más de 1.000 especies de plantas.

Gracias, España, por la Escuela de Minería, el Observatorio Astronómico, el Museo de Historia Natural y otros, que hicieron decir a Alexander von Humboldt que «ninguna ciudad de este continente, sin excepción de las de Estados Unidos, presenta establecimientos científicos tan grandes y sólidos como los de la capital de México».

Gracias, España, por nuestros conventos y campanarios, por las ciudades rectangulares, con su plaza mayor, por Chihuahua, Guanajuato, México, Veracruz, Mérida o Acapulco, por la magnífica Casa de Cortés en Cuernavaca, inspirada en el palacete de Piedras Albas de Trujillo, o el precioso ayuntamiento de Tlaxcala a la andaluza, por las vecindades, por los templos-escudo, por los conventos de Acolman, Ixmiquilpan, Actopan, Zacualpan, Atlizco o Huejotzingo; por la catedral de Puebla que es como la de Valladolid, o la herreriana de México, y la de Guadalajara, Oaxaca y Mérida, tan parecidas a la de Jaén.

Gracias, España, por tus pueblos-hospital como los que levantó Vasco de Quiroga en Michoacán, donde aprendimos fe y oficios.

Gracias, España, por las joyas barrocas del Sagrario de la catedral de México, el convento de Tepozotlan, Santa Prisca de Taxco, Santa Rosa de Querétaro, el retablo de Ocotlán o Santa María de Tonantzintla en Puebla.

Gracias, España, por nuestras fiestas, nuestros carnavales, semanasantas, romerías, sanisidros, peregrinaciones, corpuschristis, santiagos, diademuertos, patronales  y Navidad.

Gracias, España, por los toros que corremos desde que Cortés llegó de Honduras; por Gaona, Arruza y el Maestro de Saltillo.

Gracias, España, por nuestro corrido y mariachi, nacidos del sobrio romance español octosílabo; por nuestro son, nuestro jarabe, nuestra tapatía y toda nuestra música zapateada, derivada del folclore español; por los autos sacramentales y los villancicos, por las misa con cantos y bailes aztecas de fray Pedro de Gante.

Gracias, España, por aceptar nuestros tomates y maíz, y por traernos nuestro trigo para tortillas, cebada, centeno, avena y mijo, vid y olivo, lentejas, habas, guisantes y garbanzos, lechugas, escarolas, cardos, acelgas, berzas, coliflores, cebollas, puerros, espárragos, alcachofas, espinacas, berenjenas, nabos y zanahorias, café, perejil, laurel, comino, jengibre, calabazas, pepinos, limones, sandías, naranjas, melones, limas, manzanas, peras, melocotones, cerezas, granadas, higos, fresas, almendros, avellanos, piñoneros.

Gracias, España, por obligarnos a dejar de comernos unos a otros, y por traernos la ganadería, caballos, vacas, gallinas, puercos, bestias de carga y leche, mulas, burros y borricos, y la Mesta trashumante, y la hacienda y el rancho, y hasta el gusano de seda.

Gracias, España, por nuestra gastronomía mestiza, que junta la cocina indígena con los pucheros, asados, carne de puerco y carne desecada a la española.

Gracias, España, por nuestros vestidos, porque a la fibra de maguey juntamos la lana y el algodón en los tornos de hilar españoles, y nos pusimos sombrero, y llevamos al hombro mantas rayadas como las alforjas españolas, y usamos vuestro cuero en zapatos y atelajes.

Gracias, España, por darnos la cerámica de Puebla y el vidriado que trajisteis de Talavera de la Reina.

Gracias, España, por traernos las ferias y mercados como el de Veracruz o Jalapa, y el Camino Real de Querétaro, Guanajuato, Zacatecas y Chihuahua, por los buhoneros, maromeros y varilleros.

Gracias, España, por nuestra lengua española de más de 600 millones de hablantes, por habernos dado gramáticas que dignificaron y conservaron nuestras hablas indígenas, por las 109 obras escritas entre 1524-1572 en náhuatl, tarasco, totonaco, otomí y matlazinga.

Gracias, España, por nuestra hidalguía de dones y doñas.

Gracias, España, por los juegos de cañas, de sortijas, por las carreras, los naipes y la montería.

Gracias, España, por la misteriosa Llorona, que nos vino de la Serrana de la Vera en la sierra de Gredos.

Gracias, España, por la familia extensa, con abuelos, tíos y primos, por el compadrazgo, por las tertulias a la puerta de la casa, por nuestros apellidos españoles, por defendernos de la minoría criolla amasonada que quiso despotizarnos ilustradamente.

Gracias, España, por dejarnos un territorio mucho mayor del que supimos mantener tras la independencia.

Gracias, España, por hacer México.

Y gracias, España, por traernos al abuelo del populista Andrés Manuel López Obrador, que aquí se ganó la vida sin pensar que un día su nieto acusaría miserablemente a sus abuelos, tíos y primos de asesinos y expoliadores».

Que us bombin, Andreu Manel i Clàudia, pendeixos demagogs, millonarios oprimiditos, déspotas extractivos. ¡Y que viva México!

Dolça i mexicana Espanya…



Categories: Huid del nacionalismo

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17 comentarios

  1. Que ena de España…..cómo la maltratan los herederos de tanto bien que hizo.
    Ni.los propios españoles, ignorantes de la grandeza de las gestas que hizo en defensa de sus plazas,ante los envidiosos y asesinos ingleses,como cuando se defendió a Cartagena de indias nuestro gran héroe Blas de Lezo….en fin.
    Viva España siempre,y las bonitas naciones que de ella se fundaron.

  2. Sheinbaum es judía y por parte de madre de origen sefardita, es decir desciende de judíos españoles. ¿No debería pedirse perdón a sí misma?

  3. IDÓLATRAS QUE NO RECONOCEN LA GRANDEZA DE ESPAÑA SIEMPRE HAY; PERO LES ESTÄ DESTINADO A VIVIR EL RESTO DE SU VIDA EN SODOMA Y GOMMORRA, Y HABRÁ SERRADO DE DIENSTES

  4. En México pasa como en Cataluña y en toda España con los Negrolegendarios, la Progredumbre y el Separatismo, en realidad toda esta gente ODIA su nación y todo lo que esta significa, viven en el auto-odio, en el etno-masoquismo, la amargura, la mala fe. En su forma de captar votos de los ignorantes, los renegados, los descastados. Entre ellos predominan siempre algún descendiente de estirpe judía que rezuma odio ancestral hacia España.

    • Sí, pero advierte que toda la leyenda negra es un conjunto de burdas mentiras fácilmente verificables.

      La pregunta entonces es ¿por qué insisten los de siempre en querer engañar a la población con estas mentiras?

      La segunda pregunta es ¿quién está realmente detrás de esto?

  5. Conozco muy bien la música mexicana. A ver si alguien sabe de qué año es la canción «La cos.qui.lli.ta» del grupo Co.ral Ne.gro. Una agrupación de A.ca.pul.co de Juá.rez. Parece de principios de los años 90, pero me gustaría saber el año exacto.

  6. Solicito rescate preventivo.
    Rufianeitor ha desvirjad0 a unas islas.

    Si… pedazo de morlako Rufianeitor ha dicho “Virjen3s” claro… como c… se llama esa isla en tu idioma Rufi ??

    Eres un heteropatriarcal

  7. Señora Sheinbaum,

    Su mama esta bien?… lo digo porque no vaya a ser que no pueda manejar las “cuentascorrientesdelpretariadooprimido”

    Panama Papers
    editar
    El nombre Annie Pardo Cemo apareció listado en los Panama Papers, una filtración de documentos referentes a empresas registradas en paraísos fiscales. De acuerdo a la documentación, Pardo Cemo abrió múltiples cuentas de banco entre marzo de 1990 y noviembre de 2009 en varios paraísos fiscales, además de tener vínculos con la empresa JAEM Ltd. un consorcio ubicado en las Islas Vírgenes Británicas considerado como «una entidad que facilita la evasión de impuestos y ocultamiento de fortunas mediante paraísos fiscales».[9]​[10]​

  8. Solo hay un hito histórico que iguala la romanizacion.

    Y es desde luego la hispanidad, que por cierto introdujo todo lo heredado de los romanos en América.

    Casi nada

  9. Gracias a ti querido hermano, que Dios te bendiga por honrar a tus mayores, por tener casta, por reconfortarnos con tus emocionantes palabras en esta hora en la que priman los desagradecidos,los desleales. los traidores.
    Es verdad que es de bien nacidos ser agradecidos.
    ! Viva la Hispanidad!

  10. La verdad es que México es España, o mejor, más-España.

  11. Gracias España porque tú alma es la mía, siempre lo fue.
    Tu casa es la mía, siempre lo fue.
    Tu gracia es la mía, siempre lo fue.
    Tu fe es la mía, siempre lo fue
    Tu madre es la mía, siempre lo fue.
    Mis hermanos los más pequeños han sido tus hijos, lo fueron desde que trajiste a mi tierra a la Santísima Virgen embarcada desde tus puertos , desde que María de Guadalupe deciese poner sus plantas en mi tierra para redención del pueblo que tú cultivaste .

    Gracias España juntos hasta el fin.

    Firma una mexicana con doble nacionalidad .

  12. …»Gracias, España, por nuestros misioneros, nuestros frailes y jesuitas»…

    Esto, junto con el testamento de Isabel la Católica y las Leyes de Indias es lo que hizo esta colonización única en la historia de la humanidad.

    Porque los misioneros eran los protectores de los indios.

    (Los indios vivían en sus propios pueblos con sus propios alcaldes indios y los misioneros; los misioneros además les proporcionaron semillas y animales para que mejorase su nivel de vida)

    Se conservan cartas en el Archivo de Indias de algún misionero quejándose al Rey de España por alguna tropelía contra los «naturales» (por ejemplo obligarles a trabajar en las minas) y el Rey de España ordena a su Virrey que haga justicia.

    Pero esto pasaba porque los indios eran súbditos del Rey de España, exactamente igual que los castellanos, y porque el Rey tenía temor de Dios y sabía muy bien que tendría que dar cuentas ante su superior del cielo de su gestión en la tierra.

    Cuando los millonarios ilustrados promueven el ateísmo y la república no es precisamente en nuestro beneficio, sino en el suyo.

    Por eso todo ha ido tan mal desde la Revolución Francesa.

    (progreso económico, derivado del progreso técnico, no tiene por qué producir progreso político ni progreso moral. Por lo menos no lo ha producido)

  13. Enhorabuena a Dolça por la magnífica entrada.
    Las élites criollas y no criollas siguen mal gobernando, discriminando a las clases bajas indígenas y echando balones fuera para justificar su fracaso político y social.

  14. Hay un gran despertar de la Hispanidad en toda Hispanoamérica. Ya era hora. Y el despertar coincide con la resistencia democrática anti comunista que oprime, desde hace muchas décadas, a todos esos países. A ver si tumban eso de «América Latina» (¿?), que mejor se diría América Letrina: y vuelven a la Hispanidad.

    Gran carta del carnal dolço mexicano.

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