Y Companys se fugó cobardemente, y … vea cómo lo vivieron un republicano, un inglés, un general y un beato catalán .
Ahir va fer fa 85 anys que les tropes nacionals van entrar a Barcelona. La capital havia patit 2 anys i mig de follia i desordre. Recollia el fruit de la sembrada ideològica radical: nacionalisme, anarquisme, socialisme, comunisme… Una barreja letal. La Generalitat d’en Companys era còmplice o protagonista de les barbaritats que passaven a Catalunya.
El relat nacionalista ens diu que “Espanya” va conquerir “Catalunya” aquell dia. No és veritat.
Joan Font Peydró era un soldat de l’exèrcit republicà que s’havia amagat, com tants d’altres, per a evitar seguir una retirada inútil. Així narra les seves impressions del moment de l’alliberament:
“Cuando llegamos a la Diagonal, la bandera que vimos pasar desde el balcón apenas ha podido recorrer unos metros. Los primeros soldados desaparecen entre una muchedumbre que los abraza, que los vitorea, que besa la bandera. Esto no se puede describir. Hay que vivirlo para tener una idea de tales momentos. Van llegando más tropas. Y es un río de gente el que los asalta (…) Un enorme trimotor vuela bajísimo a lo largo de la Diagonal. Miles de niños le saludan. Unos tanques van caminando airosos; pero casi no se los ve. El gentío se ha encaramado en ellos y tremolando banderas y vitoreando a España y a Franco, los hace desaparecer entre olas de alegría. Ya ha llegado la noticia a todas partes. Barcelona se ha lanzado a la calle. Y se desborda de entusiasmo. Llegamos a la plaza de Cataluña. Brillan algunas luces. Empiezan a rasgarse las tinieblas. Todo parece un sueño. En todas partes, el mismo entusiasmo. Y banderas españolas. ¡Muchas banderas!”.
Un historiador anglès, James Cleugh, ratifica les impressions de Font:
“Los soldados eran obstaculizados en su avance, no por la resistencia del enemigo sino por las densas multitudes de demacrados hombres, mujeres y niños que afluían desde el centro de la ciudad a darles la bienvenida, vitoreándolos en un estado que bordeaba la histeria“.
I el general Yagüe, que manaba les tropes que entraren a Barcelona, va dir el mateix dia 26 de gener de 1939:
“Nos han hecho el recibimiento más entusiasta que yo he visto (…) He asistido a la conquista de las cuatro provincias del Norte: he paseado la bandera nacional y el escudo de Navarra por Aragón, por Castellón, por todas partes y en ningún sitio, os digo, en ningún sitio nos han recibido con el entusiasmo y la cordialidad que en Barcelona“.
Ah, y esto es lo que escribió el beato Pere Tarrés recordando el momento en Mi diario de guerra, 1938-1939:
«26 enero 39.-Barcelona. ¡Qué pesadilla esta noche! ¡Qué angustia! He soñado que el capitán Arribas, del Estado Mayor, había descubierto mi deserción y que había venido a buscarme muy serio y con el brazo todavía amenazante. (…) Por la mañana temprano, noticias. Ha caído Solsona, como anotaba ayer, y continúa el avance hacia Barcelona. Por aquí están ya en San Pedro Mártir. Ahora justamente han llegado.
He oído la santa misa y he comulgado, mientras fuera continuaba el estruendo de los fusiles y los morteros y las bombas de mano, estruendo que había comenzado hace unos momentos.
La misma expectación de ayer, pero todavía más fuerte. Casi temblaba de emoción. ¡Dios mío, salva a la Patria! Cuando pienso que todo este ruido es el mismo que oía antes de ocupar los pueblos de Cataluña en los que hacíamos resistencia, y que ahora lo oigo a las puertas de Barcelona, no sé qué me ocurre de tanta alegría. (…)
Anoche hablaron los representantes de las juventudes antifascistas, de los partidos comunistas, socialistas, CNT, recomendando la resistencia, el levantamiento de barricadas, la defensa palmo a palmo, el levantamiento del pueblo, y mencionando los tópicos de la invasión extranjera, del nombre de Cataluña –ellos hablando de Cataluña en castellano, todos, qué cosa más exótica-, de sus libertades y de la República (?) Española y de las esencias del proletariado. (…) ¡Quién quieren que se levante, si toda la juventud ha sido asesinada o ha muerto en la guerra! ¿Quién puede levantarse para defender un terrible régimen de tiranía y de terror bajo la estrella roja y la bandera roja y negra o encarnada, del odio a muerte y la lucha de clases?
(…) Estoy convencido de que se acercan para España horas de gloria y de luz y de reconciliación, de fuerza creadora. Estoy convencido de que renacerá la llama viva del cristianismo, más viva que nunca.
Son las cuatro de la tarde. Vivimos momentos únicos. Momentos de emoción sublime. Saltaría de gozo. Lloraría de alegría. Radio Zaragoza ha dado ahora mismo la noticia de que Barcelona, ha sido totalmente rodeada y que ya han comenzado a entrar. Discursos. Gritos de «Barcelona» y «Cataluña». España y el mundo entero están pendientes de las noticias que se van dando. Barcelona reconquistada para España y para Cristo. Barcelona liberada del infierno rojo. El marxismo, bajo todos los aspectos, ha sufrido el golpe más decisivo. Cataluña, Cataluña está ya salvada. Horas históricas. Estamos conmovidos. Aquí con la familia Casanelles y con los amigos PallaroIs y el padre Evangelista estamos emocionados junto a la radio. Las ametralladoras todavía suenan. Algún cañonazo retumba en nuestro cielo. Radio Asociación da música. La aviación sobrevuela la ciudad, a baja altura.
Dios mío, ¿es posible que llegue la hora de la liberación? Benedicite omnia opera Domini Domino! Cuando todo parecía hundido, Tú has resurgido lleno de gloria. ¡Señor, es tu gloria lo único que me interesa, la única cosa por la cual late mi corazón! ¡Dios mío, Dios mío, gracias por haberme permitido presenciar tanto gozo, la alegría de un pueblo que resucita! ¡Dios mío, Dios mío! Laudate Dominum!
A las cinco de la tarde, en medio de una emoción indescriptible, Radio Asociación de Cataluña ha señalado la entrada del Ejército Nacional liberador de España en las Ramblas. Ha sido algo grandioso. A los gritos de «Arriba España» y «Viva Franco», con la voz fatigada, casi sin aliento, han anunciado a los cuatro vientos la conquista de Barcelona. Las lágrimas casi han asomado a los ojos. La emoción y el entusiasmo populares que se han lanzado a la calle han sido formidables. No he podido resistir la alegría; me he puesto el traje de paisano y hemos salido a la calle con los amigos Casanelles y Pedreral. La gente aclamaba por la calle a las tropas y las columnas motorizadas que iban llegando, aclamando a Franco y a la España única, libre y grande. Nos abrazábamos en plena calle. La gente te paraba en medio de felicitaciones y gritos de alegría. Abrazos, besos, lágrimas. ¡Dios mío, qué admirable! ¡Ha sufrido tanto Cataluña! ¡Ha llegado la hora de su liberación! He ido a casa y hemos rezado una estación al Santísimo. Hemos ido a casa de Pedro Llumá, mosén Pedro Llumá, y de allí con Rofy Bassols a casa del padre Torrents, que nos ha recibido lleno de alegría.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo, Dios de amor!
¡Viva la Virgen de Montserrat! ¡Viva la Purísima e Inmaculada Concepción, patrona de España!
Me he sentido profundamente español y nunca como hoy me sale del corazón un grito bien alto de:
¡Viva España! ¡Viva Cataluña española! España está destinada a ser una gran fuerza. Ella será el nuevo hogar del cristianismo. Dios mío, ilumina a Franco y los otros dirigentes, para que todos sus actos estén informados por las doctrinas de amor y de paz cristianas, como hasta ahora.
¡Dios mío, salva a la Patria! Te ofrezco todos los sufrimientos y angustias padecidos hasta ahora. Por nada del mundo querría cambiar esta satisfacción de haber sufrido por amor a Ti. Que estos años de sufrimientos sirvan para tu gloria y para la santificación de mi alma. Los generales del Ejército han pronunciado ahora una alocución formidable, que ha encendido nuestro corazón, hablando de amor, de paz y de justicia. Virgen María, Madre mía, contempla la gloria de tu Hijo. Reina de España, continúa velando por nuestra Patria. (…)
Jesús mío, te ofrezco a Ti todo este sufrimiento, este sufrimiento colectivo, toda la sangre derramada, todo el dolor de tus hijos; y la vida de tantos inocentes y de tantos amigos…
Los desgraciados de la CNT-FAl están resistiendo todavía. Es cosa de pocas horas. Que Dios se apiade de ellos. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España cristiana! ¡Viva Cataluña española! Y pongo fin a mi Diario de guerra».
Ja ho veuen: un català de l’exèrcit republicà, un historiador anglès, un general d’en Franco i un futuro beato ens expliquen el mateix. Barcelona va rebre amb entusiasme expansiu l’exèrcit nacional. “Espanya” no va conquerir “Catalunya”. La guerra de 1936-1939 va ser una guerra civil entre espanyols, i per tant entre catalans. Y Companys se fugó cobardemente, dejando en Barcelona a los pocos partidarios que le quedaban, después de ejecutar el mayor genocidio de catalanes de la historia.
Hoy quizás se celebre una misa en la parroquia de Santa Inés, antigua Cheka de San Elías, dependiente del SIM y operada también por miembros ERC, para conmemorar la ocasión y rezar por quienes allí fueron atrozmente torturados y asesinados bajo la Generalitat de Companys.
No deixem que el nacionalisme repeteixi la discòrdia i la fragmentació entre els catalans.
Dolça i alliberada Catalunya…
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Se pone la piel de gallina…emocionante!!
Naturalmente los gobiernos extranjeros recibieron informaciones similares de sus diplomáticos. Y la prensa extranjera también de sus corresponsales; de modo que lis testimonios son amplios, concordantes y fiables.
De todos modos yo lo que veo es el horror que han tenido que vivir nuestros abuelos para reaccionar así con la liberación mientras vivieron en la «democracia» totalitaria del Frente Popular y la «república laica» de la masonería.
Ha tenido que ser horroroso.
Por eso no entiendo que los mismos frentepopulistas y masones vuelvan a las andadas.
Sabemos que todo el mundo quiso olvidar la experiencia republicana y guerracivilista y empezar de nuevo, pero al olvidarlo nos ha condenada a nosotros a repetir la experiencia.
¿Tercera República Masónica Bananera?
¡¡¡NO GRACIAS!!!
Memoria democrática. Cuando Santiago Carrillo asesinó al Duque de Veragua y le arrancó un dedo del cadáver, para quedarse con su anillo…
También fue asesinado su cuñado, Manuel Carvajal, de la Hermandad del Refugio. Los milicianos socialistas y comunistas no solo mataban: antes torturaban, robaban, expoliaban y humillaban a sus víctimas…, ¡por fascistas!
https://www.hispanidad.com/opinion/la-resistencia/memoria-democratica-cuando-santiago-carrillo-ejecuto-duque-veragua-arranco-dedo-mano-quedarse-anillo_12048089_102.html
Relato espeluznante. !!!!
Y se fue de rositas…
Frankut ! Frankut ! Frankut !
Si esto fuera Finlandia seria un heroe nacional.
Pero se trata de la desagradecida y traidora España.
ESPAÑA EN GUERRA – Entrada del Ejército Nacional en Barcelona (27-01-1939)
Grande, D. Pau Guix en la tertulia (magnífica) de D. Luís del Pino.
👍👌👏👏
Mi padre fue cabo y sargento habilitado en la, 1ª División de, Navarra, no entró en Bcn pero si vino al Desfile de la Victoria en febrero. Me, decía, q, en ningún sitio se les trato mejor q en Bcn.
Barcelona se tomó sin resistencia alguna republicana. Los partes del general Vicente Rojo a Miaja son de un patetismo asombroso. Por ejemplo, un batallón completo de carabineros dotados de un cuadro de mando completo y armas último modelo llegadas desde Francia, no soportó ni diez disparos de artillería nacional en los altos del Garraf, desapareciendo aniquilados antes del primer contacto.
El primer militar nacional en entrar en Barcelona, fue Mingote, buscando a su padre cuyas últimas noticias que tiene de él, es que está en una cheka. La realidad es que hubo no pocos militares nacionales actuando encubiertos en toda Cataluña, haciendo tareas de sabotaje, de información, etc.
Pero el primer militar nacional confirmado que entró en Barcelona con la liberación, fue el comandante Narciso Díaz Romañach, natural de Figueras. Llevando en vanguardia al Batallón de Ametralladoras nº7 de Plasencia. Conste en acta.
Pues al tal Narciso y al Batallón de Ametralladoras Nº 7 de Plasencia merecen que les hagan un homenaje, ¿no?
Los primeros soldados que entraron en Paris para liberarla de los invasores nazis fueron republicanos españoles.
La socialista española Ana Hidalgo, cuando la nombraron alcaldesa de París, les hizo un homenaje oficial y seguro que habrá puesto una placa para recordarlo.
Barcelona NO puede ser menos que París.