Els dolços, amb lo Rei.

Vivimos el ataque más serio a nuestra vida juntos desde la Guerra Civil. El Gobierno del PSOE dirige una operación a largo plazo -diseñada por el nacionalismo catalán en los años 80, codirigida por el PSC y agitada por el neocomunismo- para romper España. Això passa per trencar la Constitució -símbol de l’imperi de la llei- i foragitar el Rei, encarnació de la història d’Espanya, su tradición, su unidad y -ojalá- español ejemplar.

Con los dolços que no cuenten. Sí, estos años hemos aprendido que el defectuoso diseño del Sistema de la Transición debe corregirse. La Constitució és manifestament millorable, empezando por la taifería que promueve. Y el Monarca debe dejar de ser un envitrinado tramitador dirigido por el Gobierno de turno, y ejercer poderes efectivos para trabajar por el bien común de los españoles. Pero esto vendrá después de superar el golpe del PSOE y la imprescindible refundación del PP plurinacional.

Què passa avui? Abunden les pressions perquè el Rei es manifesti contra el cop a Espanya. És lo que molts desitjaríem; és lo que desean Puigdemont, Iglesias y Sánchez. Es una trampa.

El Rey habló en 2017 y fue decisivo para superar el golpe nacionalista. Las sumas parlamentarias no ponían en peligro la Monarquía. Pudo y quiso.

El Rey calla davant el nou cop d’estat. Sabe que la mayoría parlamentaria -y el TC- está esperando su intervención para acabar con la Monarquía. Quiere y no puede.

Los dolços saben que hemos criticado al Rey cuando lo hemos creído oportuno. Hoy no. El silenci del Rei ens deconcerta d’antuvi, però l’entenem quan hi reflexionem. En 2017 comprobamos que si pudiera, hablaría. Pedirle lo que no puede hacer -porque favorecería los planes disolventes de los enemigos de España- es muy imprudente. Las 2 repúblicas que hemos sufrido en España han sido una tragedia. Com deia en Balmes, la monarquia -amb el catolicisme- és part de l’essència cultural espanyola. Sin monarquía la explosión de España sería inmediata. El separatismo y el comunismo lo saben, por eso procuran el derrocamiento del Rey.

Dicho esto, es mentira que el Rey no pueda hacer nada. El Rey no habla, pero puede expresarse de muchas maneras. Necessitem que el Rei s’expressi.

Majestad, deje de presentar la Transición como el pináculo de la historia española. No es cierto. España está más desunida que nunca desde la Guerra Civil. Empiece a denunciar sus efectos perniciosos en la degeneración de la unidad de nuestra vida social, política, cultural, espiritual y moral. Impulse la reacción sanadora que debe corregir los numerosos errores de la Constitución. La monarquía española tiene 1.500 años, la Constitución solo 45; no se ate a un régimen o nuestra Monarquía -és nostra, no de Vostè- caurà amb ell.

Majestad, salga de palacio y visite a sus españoles. Procure el contacto directo. Pasee por Nou Barris, Vilarroja, La Mina, Hospitalet, Badalona, Santa Coloma. Deje de ser un Rey lejano e intelectual, y hágase querer por el pueblo. Mézclese con su pueblo cada semana, sin engolamientos ni distancias. Debe ud. estar más cerca de él que cualquier partido político. Cuando le vean a ud, verán a España, y la querrán, y amarán nuestra vida en común.

Majestad, acompañe a los españoles más necesitados, a los pobres, ancianos, enfermos, presos, abandonados, huérfanos, viudas, a los que sufren. Le esperan en San Juan de Dios, en el Cottolengo, en las barriadas de descartados, entre los discapacitados. Per què no, Senyor? Per què tot han de ser poderosos, Cercle d’Economia, Vanguàrdies i burgesets potentats? No se n’adona que aquests no l’estimen? ¿Defenderán ellos su Corona? ¿Acaso se levantarán ellos el día del Juicio para decir «tuve hambre y me diste de comer, estuve enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a mí»?

Majestat, no rebutgi la fe que va fer Espanya. Acompañe a sus sacerdotes, sus monjas, sus religiosos, sus misioneros, sus parroquias. Acuda de nuevo a las fiestas patronales, no rehuya misas y Días de Santiago, arrodíllese sin vergüenza ante el Rey de reyes para que sus españoles vean que también ud. está sometido a algo más alto que la Constitución. Enseñe a su familia la fe de su pueblo, la de sus abuelos y bisabuelos. Si la rechaza, los españoles le rechazarán a Ud.

Majestad, hable con todas las instituciones para aglutinar y movilizar la lealtad a España. Aliénteles, anímeles. Basta con que les visite en sus sedes para que sepan lo que deben hacer.

Todo eso puede y debe hacer el Rey. Si no le sale de natural y prefiere enzarzuelarse, arréglelo; es su trabajo. Especialmente en estos momentos, cuando sus españoles necesitan saber que Ud. está con ellos. No hará falta que hable y se pronuncie: bastará que el pueblo le vea a su lado. Reduzca sus viajes al extranjero, sus reunioncitas de figurón con la élite que calla. Multiplíquese al lado de los españoles sencillos.

Bien que no hable. Mal que no se manifieste de las mil formas que ud. puede. Si no ho fa, estarà vostè, incomplint la seva missió. Habrá ud. inutilizado a la Monarquía.

Llegará quizás el día en que el Rey deberá abandonar el silencio en el que le encierra el Sistema que tanto alaba. Será cuando su voz sea imprescindible para defender lo que quede de España. No es su hora, es la nuestra. No caigamos en la trampa que nos han preparado el PSOE y sus amos.

Dolça i monàrquica Espanya…

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