Són els qui volen seguir vivint a l’oasi de corrupció del pujolisme.

Ayer vimos cómo Collboni se hacía con la alcaldía de Barcelona de la mano de Colau y el PP. Se ha impedido así que el nacionalismo lazi se haga con el control de la plaça de Sant Jaume al completo, es cierto. Pero por otro lado, el PSC, que ha formado parte del ayuntamiento que ha hundido Barcelona, el mismo PSC que le va regalando diputaciones a ERC, el mismo PSC que le aprueba el presupuesto de la Gene separatista a Cigronet Aragonès, el mismo PSC que mantiene un programa de televisión que no ve nadie para que la mujer del Motxo se forre, el mateix que va indultar els colpistes llazis i canviar el Codi Penal perquè hotornaremafer, ese PSC va a seguir llevando las riendas de Barcelona. No hay pues motivos para estar exultantes.

Pero la reacción de Trias a su fracaso bien merece una reflexión. Todos lo hemos visto: «que us bombin a tots! Esteu molt equivocats…». Impropio de un estadista, de alguien que desea el bien común, de un preoctogenario decente y dueño de sí mismo.

Trias ha cometido una serie de burdos errores que le han alejado de la alcaldía de Barcelona, como su ostentosa foto junto a la tóxica Laura Borràs o su innecesario acuerdo con ERC, una especie de cuento de la lechera en la que los separatistas ya se repartían puestos y prebendas. Pero la rabieta de Trias, que repetía que aquello era una gran equivocación sin dar ningún argumento más allá de que la alcaldía debía de ser suya porque para eso es un convergente pata negra, pujolista de pro, que ha seguido fielmente la deriva separatista del partido y que además es de buena familia, es muy significativa de la mentalidad de la casta nacionalista.

Sí, esta casta nacionalista, vertebrada en torno al pujolismo, se cree con derecho a gobernar una Cataluña que han convertido en su cortijo. Son todos los poderosos que se han forrado gracias a estar o en el poder o en sus márgenes, los ricos que han chapoteado alegremente en el corrupto oasis catalán. Son esas élites extractivas, que muchas veces se presentan con la etiqueta de empresarios pero que llevan décadas haciendo negocio de su cercanía al poder, las que se han quedat amb un pam de nas.

«Però si ens toca gobernar a nosaltres, que por algo somos pujolistas con un toque lazi… això no pot ser, és una gran equivocació!!!».

Así se sienten los de la casta nacionalista, responsables de la decadencia de Cataluña e incapaces de entender nada mientras dan lecciones muy serios desde las principales tribunas de la prensa dopada a subvenciones.

Doncs, mira, va a ser que no, que las instituciones catalanas no son vuestras por derecho de nacimiento.

Collboni y el PSC no son la solución, lo sabemos bien (més aviat són part del problema), pero ayer disfrutamos viendo la cara de pasmo y la rabieta de quienes se creen los únicos legítimos gobernantes de Cataluña.

Dolça i col·lapsada Catalunya…

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