Unes reflexions sense complexos d’Albert Boadella

«Viví la censura franquista. Ahora vivo la nueva inquisición de los progres, mucho peor que la censura».

El seny català és la marca de la llibertat, perquè consisteix en el sentit comú manifestat amb coratge. O sea, en decir la verdad sin miedo.

En una época en que los bafles del poder nos llenan los oídos con las palabras sacramentales de tipo «democracia», «libertad», «tolerancia» e «igualdad», cuesta darse cuenta de que vivimos tiempos de intenso servilismo.

Pase y escuche a Boadella. Sabe de lo que habla.

Dolça i servil Espanya…



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8 comentarios

  1. La traición de Sánchez: tendrá más castigo falsificar tarjetas que dar un golpe separatista.

    Así es como el PSOE y Podemos devalúan la Constitución y la unidad nacional, dejando indefensa a nuestra democracia frente al golpismo separatista:

    https://www.outono.net/elentir/2022/11/25/la-traicion-de-sanchez-tendra-mas-castigo-falsificar-tarjetas-que-dar-un-golpe-separatista/

  2. Pues, mira, tiene toda la razón:

    Porque es evidente lo que dice él: estamos esclavizados y amordazados, pero nos dicen a la cara con todo desparpajo: «somos libres», «estamos en una democracia», «hay tolerancia y librepensamiento», «no existe la censura»…

    Porque «Franco» era una dictadura (él no lo negaba), pero nosotros creíamos que una democracia era mejor y creíamos que el futuro era mejor (ayudado porque con el milagro económico franquista, sabíamos que mañana era siempre mejor, porque cada vez vivíamos mejor)

    Y porque con Franco todos éramos más jóvenes y eso, majos, no lo arregla ni Dios, con perdón.

    El problema es que todos nos hemos metido en esta ratonera; seguramente por confiados y porque nuestra codicia por parasitar del trabajo del vecino nos ha hecho cerrar los ojos a lo que no queríamos ver…¿no teníamos todos «derechos» pero no «obligaciones»?

    Pues eso ha sido el cebo para quedar atrapados así.

  3. Fervoroso aplauso, Sr. Boadella. Aunque sea un tópico: se puede decir más alto, pero no más claro.

  4. Albert Boadella siempre fantástico, define muy bien lo que supone la dictadura bajo el paraguas de democracia. Quienes se llenan la boca de democracia son los que liberan los presos por sus intereses, los que les facilitará el camino para la próxima vez anulando el delito, los que además facilitarán el uso de dinero público (del pueblo), los que si hacen escraches resulta ser jarabe democrático, pero si se lo hacen sale el rosario de palabos que tanto rédito les ha dado, facha, fascista, franqueista, nazi.
    Qué bien se vive en los países que consiguieron implantar el comunismo, que bien viven las mujeres, qué bien llevan lo del calentamiento global, qué bien tratan a los trans, homosexuales, qué paraísos de libertades individuales, qué nivelazo en mejoras económicas para las familias, qué bien aceptan la inmigración…./….
    aún así les votaremos, les votaremos como masoquistas y nos viene bien.

  5. El señor Boadella ha dicho lo que no me canso yo de repetir continuamente, que las malditas fuerzas de izquierdas, amparadas con las agrupaciones separratistas, son la auténtica hipocresía política que con sus embustes, y con esa ambición desmesurada por conseguir un poder que les vaya portando poco a poco a la consecución de ese estado totalitario para España al estilo comunista que tanto anhelan, solo están logrando cargarse la democracia, impedir que pueda funcionar el estado del bienestar, y conseguir una sociedad donde no se puedan establecer unos cómputos de convivencia, que nos sirvan para crear un estado de derecho que nos beneficie a todos. O acabamos para siempre con esta modalidad farsante que han impuesto los progres en el mundo de la política, o me temo que la alegría, el progreso y la convivencia son fenómenos que continuarán pasando de largo en nuestras vidas.

  6. un señor en toda regla, inteligente, claro y sensato, con más puntería que un catalan amigo mio del trabajo, que dejo a la mujer para irse con una compañera del trabajo, y estuvo seis meses con ella y no le toco ni un pelo: ¡Vaya puntería, hermano!

  7. Cada vez tengo más claro que no hay que callar, que no hay que autocensurarse, que el que calla otorga. Para acabar con esta dictadura de las minorías sólo hace falta la valentía a título individual de los que formamos la mayoría y no lo sabemos. No hay que intentar convencer a las minorías, es imposible, lo que hay que hacer es liberar de la autocensura a la mayoría con el ejemplo propio, que todos sepamos que no estamos solos, que muchos piensan como tú, que el ejemplo de un valiente ayude a otros a serlo, que no nos callemos y aceptemos resignados que quizás somos peores.
    Gracias Albert, gracias a todos vosotros que me reconciliásteis con los catalanes.
    Un maño.

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