Un sacerdote contradice a Quim Torra

Que sí, que el nacionalisme és anticatalà.

Mossèn Fèlix Sardà i Salvany (1841-1916), jurista i filòsof, rechazó por 3 veces ser nombrado obispo. Es va oposar al nacionalisme de la Lliga Regionalista i el seu òrgan mediàtic, La Veu de Catalunya, pues se dio cuenta de que esa ideología (igual que el lliberalisme) actuaba como sucedáneo religioso. Con su patrimonio (la seva família tenia empresa tèxtil) fundó varias obras sociales y ayudó a miles de menesterosos. Incluso convirtió su casa familiar de Sabadell en un asilo de ancianos pobres, donde daba de comer a quien lo necesitara:

Al seu funeral hi va a assistir la vila de Sabadell en massa:

El futuro presidente Quim racisTorra confirmaba en 2010 la desvinculación del nacionalismo con respecto al sentir tradicional de los catalanes:

«Nosotros todavía hacemos homenajes al Tambor del Bruch, que más habría valido que se hubiera guardado el tambor en un sitio que ahora tampoco es el momento de mencionar« (El Matí Digital, 11-10-10).

No era aquest el sentiment dels catalans, i així ens ho recorda mossèn Sardà:

«Nuestra antigua España, la España de la tradición y de la fe de Santiago, trae, a juicio del Racionalismo y del Semirracionalismo modernos, la gran mancha de haber defendido en todos tiempos a filo de espada aquella su fe y tradición. (…) La fe de un pueblo no es ciertamente el menor de sus títulos de gloria o el menos precioso de sus heredados blasones (…) constituye su integridad moral, como la conservación de sus fronteras constituye su integridad territorial (…)

Hicieron bien Gerona, Tarragona y Zaragoza prefiriendo sucumbir entre ruinas a admitir la paz con los enemigos de su Dios; hicieron bien los del Dos de Mayo y los del Bruch en oponer sus pechos, a falta de otros muros, a los arcabuces y espadas del tirano, y por mártir de la fe nacional tenían nuestros padres al que moría en tal lid, religiosa más que política, como las demás que en nuestra patria desde entonces han tenido lugar (…) inflexibles, inquebrantables, en este combatido reducto de la vieja fe española, donde ondea aún, aclamada por millares de leales, la bandera católica pura, la bandera de nuestros padres, la bandera de Santiago».

I així, un cop més, verifiquem lo que ja sabíem: que el nacionalismo es una ideología que, disfrazada de amor a Cataluña, nos cuela lo contrario al tarannà català, a allò que rau al rovell de la història i la manera d’ésser catalana.

Vol ser català? Líbrese del nacionalismo y disfrute.

Dolça i catalana Catalunya…



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4 comentarios

  1. Aquestes parides ha dit l’ idiota del Torra? No m’extranya gens, perque al cap i a la fi no ha dit altra cosa que collonades, però d’aquesta no cal ser Freud per fer algunes deuccions. Em fa l’efecte que l’ imbècil del Torretes a sobre te la inconfesada afició a fotre’s coses pel darrera…

    • Tiene que haber por ahí algún dicho, refrán o fórmula experiencial que nos advierta sobre esto.

      Sería algo así:

      «El Pueblo que desprecia a sus héroes, cava su propia tumba»…o «la sociedad que desprecia a sus propios héroes se está suicidando»…o «cuando la gente desprecia a sus mejores promueve a sus peores»…

      Dudo sin embargo que haya mucho de esto, porque la gente no es idiota y justamente en momentos de peligro se une espontáneamente al rededor de los que su naturaleza les hace levantarse y guiar (o también tocar el tambor hasta echar al enemigo)

      Como todas reglas, hay una excepción que lo confirma:

      el pujolisme.

      Por tanto podremos enunciar una norma de obligado cumplimiento que dice así:

      «Cuando los catalanes desprecian a sus héroes, promueven a sus ladrones»; lo que en todo caso es la anticivilización, la decadencia y el acabose ( +3%)

      Hemos dejado de creer en Dios para acabar creyendo en el pujolismo, el socialismo y el sorosismo…

    • «Hicieron bien Gerona, Tarragona y Zaragoza prefiriendo sucumbir entre ruinas a admitir la paz con los enemigos de su Dios; hicieron bien los del Dos de Mayo y los del Bruch»..

      Mucha gente murió defendiendo la patria frente al invasor francés. Mucha más quedó lisiada y se perdió muchísimo en edificios y obras públicas destruidas en esta guerra de pillaje. Se sufrió muchísimo.

      Hay que ser mezquino de verdad para negar todo valor a ese sacrificio simplemente porque los intereses egoístas de su amo intentan salvar como sea los miles de millones robados.

      Este tipo de gentuza es el que ha liderado a los catalanes a la ruina, la decadencia y a la guerra fratricida ( +3%)

  2. No hay que olvidar nunca que el nacionalismo es una ideología moderna, que defiende unos interéses determinados de una clase nueva y que se disfraza de pasado para darle legitimidad histórica y para manipular con los sentimientos a la gente.

    Así, por ejemplo, el nacionalismo italiano, del que el fascismo es solo una variedad de izquierdas, va a utilizar los símbolos de los romanos, porque se reclama como sucesor de los romanos: de ahí los fasces de lictor, el saludo romano (levantando el brazo derecho), la arquitectura neorromana…etc; es decir, guardarropia de teatro.

    Naturalmente ni Mussolini es un romano del siglo I, ni las clases e intereses que representan tiene nada que ver con los romanos del siglo de oro romano, ni la ideología (religión laica) tiene que ver con la religión pública o privada de los romanos del siglo de Augusto…ni con la de la mayoría de los italianos de principios del siglo XX, que es el catolicismo.

    Para eso sirve utilizar a conciencia esos cachivaches de guardarropia: para que el público se crea mejor la comedia a la que está asistiendo.

    Este sacerdote tan generoso como santo tuvo la inteligencia de no caer en la trampa y supo ver lo que tantas personas, seducidas a través de sus pasiones, no vieron o no quisieron ver.

    Y esa es la paradoja final, como la trampilla que se abre de repente en medio del escenario:

    El nacionalismo, como el comunismo, el socialismo y el masonismo, es hijo directo de la ilustración, los philosophes y los intelectuales, que con sus críticas interesadas y en nombre de la razón deslegitiman y niegan la religión…para con ello colarnos otra religión hecha por ellos, a su imagen y semejanza, para engañarnos con los sentimientos, que son siempre ¡irracionales!

    Con el nacionalismo los catalanes han elegido a un ladrón compulsivo para robarles, así nos ciega esta nueva religión…

    Y con el mismo nacionalismo los catalanes han elegido a otro mindungui no menos infame:

    ¡Torra!

    el cual tiene la desvergüenza de hablar así de un héroe:

    …»que más habría valido que se hubiera guardado el tambor en un sitio que ahora tampoco es el momento de mencionar…»

    Simplemente porque el tambor del Puich no cumple con su parte del guión en la farsa nacionalista escrita y reescrita a conveniencia del momento del que está detrás tirando de los hilos.

    Es una garantía para todos el que «la verdad nos hará libres»…O dicho con mayor precisión:

    «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (S. Juan 8,31-32)

    Por eso todos los nacionalistas odian a muerte a quienes les desenmascaran y les recuerdan que ellos no son ninguna verdad.

    Sí, a pesar de Pujol, su enchufado a dedo y sus ingenieros sociales, la «Verdad nos hará libres».

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