Que no, nacionalistas

No insistiu en desnacionalitzar i dividir Catalunya.

 

Podéis pintar cubanas, colgar churros amarillos o desplegar pancartas de presuspulítics. No durarán mucho porque no los queremos.

Els catalans som així. Nos gusta nuestra identidad española y catalana de toda la vida, porque los catalanes somos españoles como un pino es un árbol. Y no permitiremos que ningún politiquenyo nos arrebate nuestra historia, identidad, raíces, tarannà, convivència i forma de vida. Nadie nos desnacionalizará para hacernos lazis.

Resistim, dolços. Arreu de la terra.

Dolça i resistent Catalunya…



Categories: Resistiendo

Tags:

5 comentarios

  1. En los pasillos y en los andenes de metro, los servicios de limpieza de TMB arrancan pegatinas de la bandera de España enganchadas sobre la propaganda nazi-onalista de Òdium Incultural. Parece que les molesta la bandera de España.

    Sin embargo, desde hace más de 5 años, sigue habiendo pegatinas de «estelades», de «llibertat presos polítics», de «votarem», de «ho tornarem a fer», de «free Junqueras» e -incluso- de «Spain is a fascist state».

    Sí. Tal cual. La frase en inglés «Spain is a fascist state». Para que todos los turistas extranjeros que visitan Barcelona se enteren de que «España es un estado fascista» (sic).

    Os cuento una anécdota. En 1997, en un establecimiento de Barcelona, delante de mí estaban atendiendo a una señora vieja y fea que hablaba en catalán. Esta señora se enfadó por una tontería y exigió la hoja de reclamaciones. Cuando el dependiente le entregó la hoja de reclamaciones, la señora empezó a chillar como una loca. Como si hubiera visto una gigantesca tarántula peluda o una hiena hambrienta. Inmediatamente, soltó la hoja de reclamaciones. La tiró al suelo y empezó a soplar sobre las palmas de sus manos. Como si la hoja de reclamaciones fuese una gran bola de fuego. Tras eso, empezó a gritar: «Està en castellà! Està en castellà! Noooo! No pot ser! Està en castellà!» Superdesesperada, muy inquieta (no paraba de moverse) y a punto de desmayarse. El dependiente la tranquilizó diciéndole: «Tranquila, que también tengo la versión en catalán. No se preocupe, señora, que ahora mismo le doy la versión en catalán».

    Esta anécdota no se me olvidará jamás.

    • Pues menos mal que el catalán es muy parecido al español.

      ¿qué hubiera pasado si estuviera en sánscrito o turco?

      Pues que le da un ictus allí mismo.

      Lo que deberíamos preguntarnos es ¿qué ha pasado para que esta señora tuviese un ataque de odio por esa tontería? ¡y en público!

      Pues 10 años por lo menos de lavado de cerebro masivo por los ingenieros sociales de Pujol para hacer creer a los catalanes que no son españoles con el simple mecanismo probado de hacer creer que «España» es el enemigo que nos ha invadido y no nos deja prosperar (cuando la Historia demuestra que es justamente lo contrario)

      y esto ha pasado y pasa a la luz del día durante todos estos años y con todos los recursos de la Generalitat porque el vendido de Moncloa no quiere hacer nada o simplemente colabora directamente con esta manipulación masiva.

      ¿Europa del siglo XXI?

      ¡No!. Alemania y Rusia de los años 40.

  2. Hoy, en el metro, he visto un hombre con la chapita de «Llibertat presos polítics» en la chaqueta. Eso ya está superpasado de moda. O una de dos: o está mal de la cabeza, o bien, no se ha cambiado de ropa desde el 1 de octubre del 2017.

    Sería interesante dedicar un post (o varios posts) a reseñas de Google escritas por independentistas radicales que se quejan de que un producto no está etiquetado en catalán o que en un restaurante no han sido atendidos en catalán. Presumen de ser «defensors de la llengua catalana» y ni siquiera son capaces de escribir correctamente en catalán, sin una sola falta de ortografía (con lo fácil que es escribir correctamente).

    Se podría «copiar y pegar» algunas de las «perlitas» que estos supremacistas escriben descontroladamente en Internet. Sin corregir las faltas de ortografía. Sin indicar el nombre de la persona. De manera anónima. Para que no se quejen. Sin decir tampoco el nombre del establecimiento.

    Copio y pego algunas «perlitas» que he encontrado en las reseñas de Google:

    «A primera vista tota la informació que es veu està expressada en castellà. No es veu el català enlloc. És així?»

    Pero lo mejor es la respuesta coherente del dueño del restaurante:

    «Tenemos cartas en catalán, castellano, inglés y francés. Podría haberla pedido. Este es un restaurante de paso turístico por lo que en general se utiliza el castellano porque es una lengua común. Supongo que la atención, la comida, la presentación, etc, le ha gustado porque solo se queja de una cosa. Por lo que nos pone una estrella castigándonos por eso. Le sugiero que los problemas relacionados con su ideología política los resuelva en otro lado. Gracias.»

    Otras reseñas estúpidas del mismo individuo:

    «Em sap molt greu que una empresa com aquesta no etiqueti els seus productes en català!. Quan ho faci, ja compraré els seus productes!»

    «Hauria de millorar l’atenció al client en català. M’agrada que m’atenguin en el meu idioma. De moment, no hi tornaré. Més endavant potser ho tornaré a provar.»

    Acerca de una entidad bancaria:

    «Tracte correcte a l’oficina. Però com és que ara el contestador automàtic només parla espanyol? Espero que sigui un fet puntual…»

    Tras comer o cenar en una pizzería:

    «Correcte, però l’aigua no està etiquetada en català!!»

    Otro individuo ha escrito lo siguiente:

    «etiqueta en castellà, no en compraré més. a partir d’ara, galetes bon preu, bones, barates i sense complexos per la nostra llengua».

    Hay infinidad de reseñas de este tipo.

    Esto es lo mismo que el teléfono 010 del Ayuntamiento de Barcelona. «Premi 1 si vol ser atès en catalá» (y te atienden en catalán). O bien, «pulse 2 si quiere ser atendido en castellano» (pero no te atienden en castellano, sino en catalán también). Y no me quejo.

  3. Golpe a golpe, paso a paso, se hace camino al andar…….

    y los lazos, pintadas, estrelladas etc todas caeran

    • Pues mira, dando batalla y no amedrentarse y recular ya es algo.

      Es el principio.

      Nos olvidamos que hace 40 años esto no era así ni mucho menos.

      Eran los nacionalistas los que tenían que mendigar su existencia y la rotulación en catalán.

      Y si se ha cedido tanto ante ellos ha sido por «antifranquismo», el «espíritu de la Transición», la «reconciliación», el «futuro común»…, las necesidades de Moncloa y la falta de patriotismo de nuestros corruptos dirigentes, que se han revelado también unos inútiles totales.

      El problema es que la realidad nos demuestra hasta dónde ha llegado esta locura (justamente lo que se quería evitar) y que con la técnica del salchichón (rajita a rajita) estamos al borde del precipicio.

      Mientras Cataluña siga dependiendo del mercado español, no hay peligro.

      Pero la solución no está en verlas venir y sufrir en silencio, como con las almorranas.
      (ya has visto que, si no ha funcionado en 40 años, nunca va a funcionar)

      la solución es ser proactivo y cambiar de paradigma.

      y piensa que ya no hay nada que perder y sí todo por ganar.

Responder a Javier Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS:

  • Responsable: Dolça Catalunya
  • Finalidad: Gestión de suscripciones al blog y moderación de comentarios y el envío de boletines de noticias.
  • Legitimación: Consentimiento del interesado
  • Destinatarios: Los datos se comunicarán a Cloudflare Inc. (mejora rendimiento web; acogido a los acuerdos EU-U.S. Privacy Shield). No se comunicarán otros datos a terceros, salvo por una obligación legal.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional.
  • Información adicional: Puede consultar la información detallada sobre la protección de datos en política de privacidad.