Avui és Santa Teresa Jornet Ibars, mare dels vellets desemparats

Ni abandono ni eutanasia: Teresa les daba amor.

Teresa Jornet Ibars nació en una sencilla familia de Aytona (Lérida) en 1843. Su tío era Francisco Palau, hoy beato carmelita descalzo. La Teresa va anar a viure a Lleida amb la seva tieta Rosa per poder estudiar, i les vacances tornava a casa amb ses pares i els seus 4 germans. Fue destinada como maestra nacional a Argensola (Barcelona), y después ayudó en los pequeños colegios de su tío.

A los 29 años conoció al leridano padre Llacera y el beato Saturnino López, quienes le contaron sus planes para derramar la caridad evangélica sobre los ancianos más pobres. Des de llavors Teresa es va consagrar a Déu i als vellets desemparats, unint-se a la incipient congregació de Barbastre (Osca), de la que fue pronto Superiora General y fundadora: las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, dedicadas a acoger a los viejos descartados y ofrecerles un ambiente familiar donde atender sus necesidades materiales y espirituales.

Fundó más de 103 comunidades en España y América apenas 25 años. Murió en Liria (Valencia) en 1897, con solo 54 años. Avui hi ha més de 204 llars de les Germanetes per cuidar els vellets arreu del món. 4 de las monjas de Teresa fueron martirizadas en la Guerra Civil, 2 de ellas bajo la Cataluña de Santcompanys. Mirant avui santa Teresa Jornet, quan els models que ens proposen els mitjans del Règim raholegen i forcadellen, es fácil darse cuenta de la degeneración de nuestra tierra.

Teresa es va desviure pels ancians pobres i abandonats, sin temor a contagios, siempre cerca de ellos aunque estuvieran apestados. Su testamento puede resumirse en una frase: «Cuiden con interés y esmero a los ancianos».

Durante la crisis sanitaria del virus chino decenas de miles de ancianos españoles fueron abandonados como trastos de desguace por nuestros políticos, descartados por «protocols de la mort» elaborados en consejerías, ministerios y colegios de médicos, encerrados en sus habitaciones de las residencias, privados del consuelo de sus familiares y sacerdotes, olvidados de sus parientes. Mentre Espanya s’aplaudia a sí mateixa, abandonaba a los españoles que dieron lo mejor de su vida para cuidar a la generación que ahora manda. Y después los mismos politicarras nos aprobaron una ley de eutanasia para que entiendan que no deben estorbar demasiado. Quin fàstic d’Espanya materialista, hedonista, egoïsta, desagraïda, rica, aburgesada i somorta.

Pero nuestros mejores no abandonaron a los viejecitos. Entre ellos auténticos médicos, enfermeras de verdad… y las hijas de la catalana Teresa, patrona de los ancianos. No, no las verán jamás posando en las manis del 8M ni en el santoral de figurones feministas, ni trotando platós junto a los politiquenyos. Ocultas y sencillas, elles s’estimen més l’Amor.

Pregueu per nosaltres i els nostres vellets, Santa Teresa Jornet.

Dolça i emparada Catalunya…



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3 comentarios

  1. Es muy posible que tal como está funcionando la sociedad moderna, creando un icono de personas cada vez más impropias, más solitarias, más impersonales, en el fondo más egoístas y más egocéntricas, es muy posible que llegue un momento que los más jóvenes lleguen a la conclusión que los viejos son una carga incómoda que es mejor destruir, eliminar. Los mensajes que ha ido emanando históricamente la izquierda española, a donde se unen los separratistas cuando apuntan a todas luces que solo cuenta o vale lo que ellos consienten, es decir que todo lo demás debe estar englobado en el apartado de los enemigos y a la primera oportunidad de ataque ser erradicado, es posible que las nuevas juventudes un tanto alentadas por estos mensajes de concordia mal compartida, lleguen al convencimiento que lo mejor es quitarse de en medio a los viejos, y como tal no duden en eliminarlos. A fin de cuentas es una mercancía sencilla de erradicar, mas o menos como lo eran los miles de inocentes que se liquidaron durante la guerra civil. El ser humano tiene una facilidad altanera por anteponer el odio al amor, y en ese componente es difícil presagiar cual será al final el macabro destino de nuestra humanidad, mucho menos su posible forma de actuar.

  2. Es curioso cómo la mejor civilización de la Historia ha creado a esos héroes y heroínas, la mayoría anónimos, que deciden gastar su vida en que los de «abajo», los pobres, enfermos y viejos tengan una vida digna. Viendo en ellos a otro Cristo.

    Esto no pasa en otras civilizaciones /religiones.

    Más curioso todavía es cómo nuestros líderes, que no nos representan, y sus amos secretos, destruyen esta herencia y esta civilización en nombre de la «laicidad» y los «principios republicanos»…

    No veo en que nos beneficia.

    Creo que ya va siendo hora de quitarnos de los ojos los filtros «ilustrados» que los que nos quieren mal nos imponen para que no podamos ver la realidad, sino su «relato».

    Según escribo esto me viene a la cabeza que los que no podemos, por razones de familia o tiempo, colaborar con estas hermanas, siempre podemos contribuir con algo.

    Los ancianos lo disfrutarán y nosotros contribuiremos a que el mundo sea un poquito mejor, más cristiano.

    Y, Dios no lo quiera, tal vez un día no muy lejano tengamos que vivir de su caridad.

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