Juan Claudio de Ramón: lo de las «nacionalidades» fue un grave error

Un supuesto «Estado plurinacional» es consagrar privilegios, lo contrario de la democracia.

Los artículos de Juan Claudio de Ramón siempre te hacen pensar. Es lo que ocurre con su Pluriconfusión, que acaba de publicar en El Mundo.

Allí, entre otras cosas, provoca a nuestra inteligencia atreviéndose a poner negro sobre blanco unas cuantas reflexiones que van al centro del problema que vivimos en España.

Empezando por el error de incluir el término «nacionalidades» en la Constitución, en palabras de Juan Claudio de Ramón, «un fósil semántico que no calma ninguna sed«. Propone, en vez de «nacionalidades y regiones», «países y regiones», pues país «retiene una acepción prepolítica, alusiva a una geografía humana dotada de fuerte idiosincrasia». País significa una comarca o comunidad regional característica, y no tiene la semántica política de «nación». Com es veu quan diem «pernil del país» o quan en Josep Pla titula El meu país a les seves reflexions sobre l’Empordà.

El problema con nacionalidad y nación es que se han convertido, desde la Revolución francesa, en sinónimo de comunidad política. Por ello, si se aceptan varias naciones (que es para lo que el término «nacionalidades» ha servido) es que hay varias comunidades políticas soberanas que por el momento pueden vivir juntas, pero siempre podrán tomar cada una el camino que le parezca mejor y romper lo que las unía en un solo ente llamado España. Y por eso, si aceptamos que hay diversas naciones en España estamos aceptando que hay varias comunidades políticas y que la pertenencia a una de ellas te excluye de las otras. Ya no hay españoles, sino catalanes, vascos, gallegos, andaluces… Es la lógica que subyace a las pruebas de acceso a la universidad diferentes para cada comunidad, a las leyes educativas diferentes, a las tarjetas sanitarias diferentes (pruebe a ponerse enfermo fuera de su comunidad y verá el problema burocrático en el que se mete).

Es el problema de las nacionalidades, embrión cuando no sinónimo de nación, que por su lógica interna solo puede aspirar a declararse independiente de esa absurda «nación de naciones», que De Ramón define como «escorzo inútil», al tiempo que nos recuerda que «es la definición exacta de privilegio, como el que tenían clero y nobleza en el Estado feudal».

Doncs té tota la raó: nacionalitats va ser un greu error, nació només en tenim una, Espanya, la qual cosa no només és compatible, sinó que neix de l’amor per la nostra terra, el país dels nostres pares, Catalunya, part indispensable de la nació espanyola.

De aquellos errores vienen las consecuencias que ahora sufrimos.

Dolça i clarificadora Catalunya…

 

 



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10 comentarios

  1. Juan Carlos de Ramón; de acuerdo que lo de «nacionalidades» ha sido un error entre muchos.

    Pero ¿por qué entonces se ha seguido transfiriendo competencias y dando ayudas sabiendo que eran irrecuperables y que esto nos llevaba al precipicio?

    ¿Es que los corruptos políticos son idiotas?

    ¿O es que están cumpliendo un plan?

    ¿A quién beneficia romper España en 17 mini-Estados?

  2. El problema es el de siempre:

    Los ciudadanos quieren «servicio» y los políticos quieren «poder».

    Es normal, es inevitable y sucede en todas partes.

    En algún punto los intereses de los ciudadanos y de los políticos se encuentran en un lugar común:

    Unos adquieren los servicios que pagan a cambio de dar un X de poder a los que buscan poder.

    La deriva independentista de los reinos de taifas se explica exactamente así:

    Unos, los políticos, quieren poder; y cuanto más, mejor. Otros quieren lo mejor para su familia y su tierra. Por tanto los políticos, para tener más poder, intentan convencer que cuanto más poder tengan ellos, mejor vivirán los votantes.

    Y cuando ya no haya más independencia que alcanzar, pues los corruptos políticos se sacarán algo de la manga para seguir chupando de la teta. La excusa es lo de menos.

    Claro, hemos llegado al borde del precipicio porque el partido de la oposición ha hecho exactamente lo mismo: echar balones fuera a cambio de independencia (poder).

    No han resuelto ni uno sólo de los enormes problemas que tenemos; y encima nos han subido los impuestos.

    Una de las consecuencias de habernos tragado las milongas ilustradas:

    Que el «progreso» viene porque los políticos «ilustrados» obligan a los ciudadanos a progresar, especialmente persiguiendo a la religión católica y no, como sucede en los paises anglosajones, con la iniciativa, el esfuerzo y el ahorro de los ciudadanos fabricando y vendiendo lo que el mercado necesita.

    Y eso explica también la destrucción de la economía española, que es de donde comemos todos.

  3. En España durante la transición se hicieron las cosas como se hicieron, evidentemente con algunos errores. Responsable principal la derecha, que no quería más guerras y para salvar esa provocación de malestar que infieren siempre las organizaciones de izquierda, procuró dejar establecida una España que tuviera contentos a todos. Por eso se crearon las comunidades autónomas, para atender a ese federalismo que venían reclamando de siempre las izquierdas, encima añadiendo en el capítulo dos de la constitución que se aceptaban las nacionalidades de cada cual, craso error porque solo se querían referir a algo similar a los Estados federales de América, sin pensar en ningún momento, en la malicia que engendra siempre la izquierda, y cómo iba a interpretar esos argumentos que en su momento se estaban aplicando de buena fe. Porque la izquierda ha seguido demostrando que por encima de todo es desagradecida, entre otras cosas porque es ambiciosa, y no conoce más lema que el de luchar por sus intereses, siempre en un caiga quien caiga, porque en sus aforos solo cuenta el que está con ella, los demás son enemigos. En pocas palabras, las izquierdas son el enemigo publico de la democracia, porque para ellos la tolerancia que permiten las democracias, es algo totalmente inexistente.

  4. Discrepo total y absolutamente.

    Aunque la argumentación parece correcta, a bote pronto, y la etimología francesa de «país (pays)» nos dice que equivale a región ( Pays de la Loire = región del Loira), esa no es la atribución conceptual que le damos a ese término en español.

    La Real Academia de la Lengua nos dice que «País» (en su primera acepción), es el: «Territorio constituido en Estado soberano.» Es decir, equipara País a Estado.

    ¿Y qué es un Estado soberano?, también la RAE nos ofrece esta definición (5ª acepción):
    «País soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios.»
    https://dle.rae.es/estado?m=form

    Pues qué bonito, si decimos que tenemos 17 países, según nuestro diccionario tendríamos automáticamente 17 estados… ¿no es una incongruencia?.

    Es una propuesta inadmisible, por eso están tan empeñados los separatistas en llamarse «país… de lo que sea»: «País vasco», «País Valenciá», «Mas País».

    La propuesta sería admisible si hubiera traducido adecuadamente el término francés «pays» por «región». Entonces si estaría de acuerdo. Nuestro caso sería similar al francés, que tiene 14 regiones y ni se sabe cuantos departamentos (¿80, 90?).

  5. Si eso de las «nacionalidades» ha sido un grave error -y 40 años de pesadilla lo prueban-; ¿cómo es que el corrupto PP-SOE sigue con la misma monserga intentando estafarnos y robarnos?

    ¿Estarán cumpliendo órdenes?

  6. Desde que tras la Revolucion Francesa se equipara Estado (unidad política ) a Nación (unidad étnica, que se manifiesta sobre todo en un presunto idioma común y propio), se intentará crear Estados-nación basados en una unidad lingüística (aunque no exista el alemán ni el italiano, sino una multitud de dialectos, subdialectos del alemán y el italiano e incluso idiomas diferentes, como el corso, el sardo, idiomas eslavos…).

    Esto dará lugar a un montón de conflictos de unificación y de enfrentamientos nacionales que dejan pequeñas las guerras de religión y que a su vez quedarán pequeños por el siguiente paso de intentar definir la sociedad según principios filosóficos, ideológicos y masonicos: las revoluciones comunistas y socialistas.

    Parecía que España se había librado (en parte porque el nacionalismo español es un invento catalan para vender en Castilla)

    Pues parece que no.

    Y es que la tentación de hacerse con el poder y la pasta manipulando los más bajos sentimientos de la ciudadanía es demasiado bueno para ser verdad y no ser utilizado por enfermos mentales y ladroness, como el M.H. J.P. i S. e Hijos S.L.

  7. Espanya, la qual cosa no només és compatible, sinó que neix de l’amor per la nostra terra, el país dels nostres pares, Catalunya, part indispensable de la nació espanyola… indiscutible…

  8. Cuando menos: La Sanidad, educación , interiores y justicia hay que rescatarlas inmediatamente de las nefastas, criminales y corruptas autonomías. Rafael.

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