Tan difícil és fer un discurs engrescador, Majestat?

Cuadrazos modernillos y horteras de fondo (un sembla que pintat per un català). Una absurda foto de un grupo de personas con mascarilla (¿alguien tiene algo parecido en casa?), la foto de su familia (els pares i germans ja no hi són), 2 libracos, un sencillo nacimiento (solo visto de lejos durante los 40 segundos iniciales), un árbol de Navidad y las banderas de España y la UE. Un decorado artificial, frío y torpe.

Y el Rey.

I el seu discurs:

• Las tragedias: el volcán de la Palma, el covid y «el proceso de vacunación» que nos ha salvado, pero ojo que el virus «todavía puede hacernos daño». Una cercanía con los que sufren que sonó distante y selectiva.
• La economía: todo va mejor, pero suben los precios, hay que lograr empleo estable, las nuevas tecnologías son el futuro, la ciencia también. Da la sensación de que «la economía lo es todo», com deia en Rajoy.
• Los tiempos «tan complicados» y el «escenario lleno de incertidumbres». ¿Cuáles?
• La «auténtica encrucijada» y la decisión que debemos tomar para progresar en el «gran camino» «junto a las naciones más avanzadas»: «Asumir las nuevas transformaciones» y «adaptarnos rápidamente a los cambios», «mejorar y progresar», «estado del bienestar sólido», ««en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, la sostenibilidad del planeta y el equilibrio medioambiental», «igualdad entre hombres y mujeres», «modernizar nuestro país». Coi, això sona a lo de Davos i els milionaris aquells.
• El papel de las instituciones, que deben «ser ejemplo de integridad pública y moral», y promover «consensos» para el bienestar. Pues si es consensos para el bien, vale.
• El papel de «la sociedad», que es «enormemente solidaria» con sus «valores cívicos» y«firmes en nuestros principios democráticos», que nadie sabe cuáles son, ni por qué valen, y a algunos les suena a superstición ideológica.
• «De dónde venimos»: de un «cambio» en las «últimas 4 décadas», con la «Constitución, cuyo espíritu nos convoca a la unidad», la que «ha sido y es la biga maestra que ha sostenido nuestra convivencia». Hombre Majestad, que venimos de mucho más lejos, que ud. no representa al régimen de la Transición, sino a la España que nació con Recaredo y los godos, la que tiene ya 1500 años de vida en común.
• A dónde vamos: a «un futuro» «de la mano de la Unión Europea» porque compartimos «unos mismos valores democráticos», la «oportunidad» el chollo de los «fondos europeos» para una «economía más digital, verde e inclusiva». Que si hacemos lo que nos dicen viene el maná, chicos, y los que tengáis un negocio de los de toda la vida no recibiréis un euro. Ni una palabra para nuestros hermanos de América y Asia, con quien compartimos buena parte de la cultura.
• Y un recuerdo a quienes trabajan en Nochebuena en los servicios públicos. Pues nosotros nos acordamos ayer también de nuestros soldados a los que el Gobierno de su reino ha mandado lejos, de nuestros expatriados por el mundo, de nuestros misioneros que están con los olvidados perdidos en la selva, de nuestros enfermos en todos los hospitales, de los que están solos, de los pobres, de los que sufren, de los españoles que se ven privados de su lengua sin que la «Constitución» y los «principios democráticos» lo impidan. Són els espanyols que més agrairien el record del seu Rei.

Per acabar, mencionó «la paz y alegría que esta noche representa», y deseó «una muy feliz Navidad y año nuevo». Al menys va dir «Nadal» amb normalitat, aunque sin citar al del cumpleaños en los 12 minutos y medio, que si dices «Jesús» se te cae la lengua.

Majestad, qué cháchara nos endilgó anoche. No aportó nada. Sí, ja sabem que tot lo que diu és lo esperable i supervisat pel Govern, però del Rei n’esperem més. Una ocasió anual que té, i la dedica un altre cop a repetir llocs comuns i paridetes grises. Sembla vostè un polític més; con más postín y caché, pero un político de los que caducan. Majestad, sois el Rey. Tenéis mucho más que decirnos y construir. Nos gustaría veros junto a los españoles reales, por encima de ideologías y modas políticamente correctas que alguien se inventa allí arriba. Es vuestra función elevarnos sobre la mediocridad política e impulsarnos a lo mejor. Que se note, hombre.

Dolça i mediocritzada Espanya…

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