Els vells són molt més nacionalistes que els joves. Ai que se us eixuga la mamella, racisTorra!
Donald Abelson (Brian Mulroney Institute of Government), Colleen Collins (Canada West Foundation), Charles Breton (Centre of Excellence on the Canadian Federation), Alain Gagnon (Centre d’Analyse Politique, Constitution el Fédéralisme) y Andrew Parkin (Environics Institute for Survey Research) han escrito un interesante análisis sobre la situación del nacionalismo quebequés. El artículo se llama Los milenials y la generación Z francófonos no valoran el nacionalismo de Quebec, y comenta los resultados de un interesante estudio del Environics Institute, donde hay una conclusión interesante: «Mientras las diferencias entre grupos de edad fuera de Quebec apenas son perceptibles, hay una significativa ruptura generacional en esta región«. Veamos de qué va:
«En agudo contraste con los babyboomers que no solo se identifican primero como quebequeses sino que también creen que el gobierno provincial representa mejor sus intereses (…)
El año 2020 (…) marca el 40 y el 25 aniversario de los 2 referéndums de soberanía en Quebec. Algunos quebequeses recordarán esos acontecimientos reviviendo las emociones -alegres o tristes- que sintieron cuando se anunciaron los resultados. Sin embargo, para muchos quebequeses los referenda no son algo que experimentaran directamente. Solo 1 de cada 2 quebequeses hoy vivos tenían la suficiente edad para votar en 1995. En el caso de 1980, solo 1 de cada 3.
¿Significa eso que el sueño soberanista ya no es atractivo para los jóvenes quebequeses? A primera vista, los resultados de los estudios de la Confederation of Tomorrow parecen sugerir lo contrario. Por ejemplo, con el paso del tiempo es más probable que los francófonos de Quebec se identifiquen primeramente con Quebec y menos con Canadá (la proporción que se identifica como solo o primero quebequés aumentó del 57% en 2003 al 67% en 2020). (…)
Pero estos cambios son resultado de cambios entre los quebequeses más viejos, pues la generación pre-Revolución Silenciosa está siendo remplazada por los babyboomers. El reforzamiento general de la identidad quebequesa entre los francófonos, por ejemplo, se debe a una caída en la proporción de los mayores de 55 años que se identifican solo o primero como canadienses (que caen del 32% en 2003 al 10% en 2020). Ahora es menos probable que los quebequeses francófonos se vean solo o primero como quebequeses (aunque la mayoría todavía lo hace) en comparación con sus mayores.
Igualmente, mientras una mayoría (55%) de menores de 40 años dice que la lengua francesa en Quebec está amenazada, la proporción que ve así las cosas es mayor entre generaciones más viejas (hasta el 75% entre los mayores de 55 años). Esto revierte el patrón de 2003, cuando los viejos francófonos en la provincia estaban mucho menos preocupados que los más jóvenes. (…)
Entre los francófonos, los babyboomers son el doble de proclives que los milenials a decir que el gobierno regional es el que mejor representa sus intereses. No es que los quebequeses francófonos más jóvenes sean más proclives que los más viejos a mirar a Ottawa; es que son más proclives a no confiar en ningún gobierno. (…) Los quebequeses francófonos de más de 55 años son el doble de proclives a confiar en el gobierno regional para gestionar su salud e inmigración, comparado con los quebequeses francófonos entre 18 y 39 años.
En resumen: hay una clara diferencia de perspectiva entre las generaciones de quebequeses que construyeron su estado de Quebec mediante la Revolución Silenciosa y la demanda de autonomía regional, y aquellos que llegaron a la mayoría de edad tras la época de los referenda y los debates constitucionales. Los babyboomers tienen un sentido más fuerte de la identidad de Quebec y tienden a mirar a la ciudad de Quebec para que represente y defienda sus intereses. Los milenials y la generación Z no son necesariamente más federalistas, pero están menos preocupados por las bases de la identidad nacionalista y menos enfocados en el estado de Quebec (o en cualquier administración).
La ironía es que si los quebequeses más jóvenes están menos vinculados a las tradicionales preocupaciones nacionalistas, seguramente se debe a los éxitos del movimiento nacionalista. Mientras algunos babyboomers esperaban un «SÍ» hace 40 o 25 años, muchos de los otros sueños de la Revolución Silenciosa se han cumplido. Sin duda esto permite que las nuevas generaciones persigan sus propios sueños, no menos nobles o ambiciosos».
Hace unos días veíamos cómo caía un -17% el apoyo a la secesión entre los jóvenes catalanes de 25 y 34 años. Sembla que seguim la tendència del Quebec, però molt més ràpid.
I és que el nacionalisme, com es veu als aplecs llazis, és cosa de vells.
Dolça i rejovenida Catalunya…
Categories: Huid del nacionalismo
Puede. que las Escuelas y medios de comunicación no adoctrinen tanto como los de la Gene
Es que el nacionalismo es cosa de mentalidades antiguas o ancladas en el pasado. Nadie que tenga puesta la mente en el futuro se ataría voluntariamente (los adoctrinados no cuentan) al pasado si no es por coacción.
(de las izquierdas clásicas -socialistas o comunistas- podríamos decir lo mismo)
Tensión en el desalojo de una vivienda de Oleguer Pujol Ferrusola en Barcelona