«Schindler» catalanes: una tesis doctoral demuestra que los vecinos -y no Companys- salvaron a los cartujos de Montalegre en la Guerra Civil

Les famílies badalonines que es van jugar la vida per salvar els monjos de les matances republicanes.

Dom Miguel Dalmau, cartujo fusilado, dado por muerto y superviviente.

El filòleg Jordi Alberti va publicar el 2007 El silenci de les campanes, recordant que l’objectiu de la persecució religiosa a l’Espanya republicana era «reducir la Iglesia al definitivo silencio». Así se procuró. Solo entre febrero y junio de 1936 ardieron 870 edificios católicos. Alberti recuerda que fueron 6.818 los curas y religiosos asesinados durante le Guerra Civil, el 20% del clero. Y que más del 35% (2.400) fueron catalanes, porque ya sabemos de la Cataluña paradisíaca sota Lluís Companys; Barcelona fue la provincia con más asesinatos (1.030). És la matança religiosa més abundant i concentrada de la història, pero apenas queda en la Cataluña nacionalista una sola calle, plaza o monumento que hable de ellos.

El 20 de julio de 1936 se asaltó la Cartuja de Santa María de Montalegre, en Tiana (Barcelona). Algunos escritores nacionalistas (Joan Manent Pesas, Joan Villarroya o Hilari Raguer) han contado la historia a su manera, beatificando a Santcompanys y silenciando las atrocidades cometidas en la cartuja de Montalegre bajo la Generalitat.

El doctor Pedro Clarós Blanch (doctor en Medicina y Cirugía, en Farmacia y en Ciencias de la Salud) acaba de doctorarse en Humanidades e Historia por la UIC con una tesis donde explica lo que realmente sucedió. Cum laude, por cierto, y parece que este humanista ya ha empezado su 5º doctorado, esta vez en Derecho.

Cuando el Frente Popular llegó al poder en febrero de 1936 había en la cartuja 37 religiosos (21 monjes y 16 legos), 27 de los cuales eran españoles (14 catalanes).  El 20 de julio por la tarde empezó el asalto de la cartuja por parte de ERC, CNT y FAI, al mando de un tal Franquesa, mallorquín militante de ERC. La cartuja fue asaltada y quemada. Los 28 monjes que no estaban enfermos o pudieron escapar, fueron obligados a marchar los 7 km hacia Badalona entre blasfemias, empellones y culatazos.

Por el camino unos milicianos hicieron subir a un vehículo negro al procurador (Dom Célestin Fumet, francés) y al prior (el catalán Juan B. Cierco). El coche al poco rato e hicieron bajar a los cartujos. El procurador se arrodilló ante el prior, suplicó tiempo para recibir la absolución, pero una miliciana «baja, desgreñada y sucia» y sus compañeros le descerrajaron una bala del 9mm largo en la cabeza; después dispararon al prior, que recibió la bala con entrada por la mandíbula inferior y salida cerca del ojo. Pero no quedó muerto: cuando se marcharon los asesinos se acercó al padre Fumet pero desfalleció; junto a los cuerpos pasaron poco después el resto de cartujos, bajando hacia Badalona.

Los milicianos del coche aparecieron de nuevo e hicieron subir a los 2 monjes siguientes en el orden jerárquico: Dom Miguel Dalmau (catalán) y Dom Benigno Martínez (castellano), sobre quienes también dispararon. Los cartujos entendieron que les martirizarían por parejas y elevaron confiadamente sus almas. Algo más adelante aparecieron otros milicianos y mataron al capellán de la Conrería, Pedro Riba Palá, y al cartujo Dom Isidoro Pérez. Cuando intentaron coger a otros 2 de la columna cartuja, el tal Franquesa gritó: «¡Basta de asesinatos de inocentes!». Al llegar al cementerio simularon un fusilamiento. Los últimos 4 km hasta Badalona fueron un viacrucis.

Cierco, Dalmau y Martínez sobrevivieron y fueron trasladados por soldados de la Cruz Roja al hospital de Badalona, donde estuvieron 8 meses, y luego otros 7 en la cárcel Modelo. Habían sido asesinados 2 monjes de la comunidad, y otros 4 caerían en los próximos meses: Mauel Balart, Agustín Navarro, Luis Sellarés y Guillermo Soldevila (estos 3 últimos en la cheka de San Elías gestionada por ERC). La Catalunya d’en Companys era especialment acollidora.

El Comité de Badalona dispuso que los monjes se distribuyeran en casas particulares, pero la FAI-CNT deseaba asesinarlos de inmediato. Varias familias badalonesas los acogieron con discreción y cariño. Mercedes Doménech Silvestre, viuda de Clarós (sus hermanos Santiago y José serían después asesinados por los frentepopulistas) se encargó de organizar secretamente el asilo de los cartujos entre los vecinos de la calle de La Merced.

Aquestes famílies van ser heroiques i s’hi van jugar la vida protegint els monjos, pues las «patrullas de control» buscaban a los religiosos para matarlos. Estos son sus nombres: familia Ochoa (2 monjes), familia Flo (2 monjes), familia Giró (2 monjes), familia Costa Vidal (1 monje), familias Tartera y Rof (1 monje), familia Santanach Baliarda (1 monje), familia Pujol (1 monje), familia Clarós Doménech (10 monjes), familia Aymá (1 monje), familia Carbonell (1 monje), familia Cervera (2 monjes), Formaguera (1 monje), familia de Francisco Pujol (1 monje), familias Pascual, Vilá, Riba y Baliarda (apoyaban a la familia Clarós), familia Soldevila (1 monje), familia Solá (1 monje), familia Giró (1 monje), familia Rosés (1 monje).

Cuando los heridos de la Modelo fueron liberados (octubre de 1937) pudieron escapar de Cataluña (Cierco y Martínez), o refugiarse con sus padres (Dalmau). Lo mismo pasó con los cartujos alojados temporalmente por las familias de Badalona, quienes les ayudaron a ponerse a salvo facilitándoles fotos, pasaportes, visas de consulados y medios de transporte.

Así pues, «queda en entredicho que la salvación y las gestiones (…) se realizaran por la obra generosa del President Companys y no por las familias catalanas de acogida que son las verdaderas autoras». El Dr. Clarós parla inclús de «complicitat o passivitat de líders polítics com el propi Lluís Companys, avui subjecte d’homenatges», pues «puso en manos de los militantes anarquistas funciones de grave responsabilidad en materia de vigilancia y represión».

Què fou dels assassins que van matar els religiosos el dia de l’assalt de Montalegre? Parece que el grupo lo mandaba un tal Meca. Evidentemente no pudieron atrapar a todos. Rufino Menéndez Pellicer (ERC/CNT) fue sentenciado a muerte. Joaquín Falcón Ginovés (UGT) fue condenado a 20 meses de reclusión. Melitón Giménez (CNT/FAI) fue condenado a muerte por el asesinato del padre Fumet y el padre Riba. Los condenados a muerte fueron ejecutados en el Campo de la Bota.

Gracias a la intervención arriesgada y afortunada de ciertas familias catalanas, coordinadas por la heroica Mercedes Doménech, la mayoría de cartujos pudo salvar su vidas, refugiándose en sus casas o propiedades y posteriormente ser, algunos exiliados a sus países de origen por los diferentes consulados, y otros obtener un salvoconducto para huir a Italia en un barco que el Consulado de Italia les proporcionó. Otros no tuvieron la misma suerte y fueron asesinados en manos de los anarquistas y revolucionarios. En 1976 Dom Miguel Dalmau, fusilado, herido de bala en el pulmón y superviviente, escribió a la familia Clarós:

«Los cartujos al pasar por la calle de la Sra. Mercedes, frente a las casas Clarós y Vilá, tendrían que descubrirse, por amor, por respeto, por gratitud. Yo soy en Montalegre el único testigo que queda de aquellos días tristes y de aquellas gestas heroicas. Los hombres no podemos pagar debidamente tales beneficios, pero Dios sí puede hacerlo, y seguramente lo hará».

Las familias bienhechoras y sus diferentes miembros actuaron coordinadamente evitando su ejecución y a su vez la de ellos mismos. Como concluye el doctor Clarós, «fue una muestra de heroísmo y de resistencia silenciosa y organizada al estilo de lo que ocurrió en la II Guerra Mundial poco después, con los Nazis y los judíos y otros colectivos».

Dolça i heroica Catalunya…



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7 comentarios

  1. Que pasado tan negro tienen los fascistas de ERC.

  2. Hombre, Mario, barbaridades se hicieron en ambos bandos, pero la persecución y el ensañamiento contra los religiosos solo se hizo por parte de un bando. Iglesias quemadas, sacerdotes fusilados e incluso civiles asesinados solo por ser practicantes cristianos fue parte del horror que se dio solo en territorios controlados por los rojos (no es un término despectivo, que conste, pues ellos se definían a si mismos como rojos). Esta entrada tan solo pretende desmentir la supuesta intervención de Companys a favor de estos religiosos, algo totalmente falso desde el momento en que Companys se jactaba de haber acabado con todos los curas en Cataluña.
    Y, puestos a contar todo, podrías decirles a los de la SER que sean más objetivos y cuenten todo. Esta cadena sigue los dictados de la ley de Memoria Histórica que, como te habrás dado cuenta, pretende reescribir la historia diciendo quienes eran los «buenos» y quienes los «malos». Yo nunca he hecho esta distinción. No se tu.

    • He tratado exponer mi punto de vista criticando a la cadena SER, igual no lo he acertado, pero me duele oír un programa enfocado no a memoria sino al odio, y a culpabilizar a una parte de atrocidades, cuando hoy convendría «sin olvidar» relativizar y procurar ser diferentes. Pero tengo la impresión que no aprendemos de nuestros graves errores, sólo hay que ver las formas de hoy, una izquierda que explotará lo negativo del franquismo eternamente, y una derecha que cuando gobierna piensa que el dinero de los ciudadanos les pertenece por derecho, aunque en ese pensamiento también hay mucha izquierda.
      Será difícil o casi imposible ver una España (políticos españoles) centrada en el bien común, no en sus empresas-partidos, en practicar la política por vocación, no por la poltrona y posibilidad de extenderlo a afines familiares y amigos, tenemos ya cuarenta años y miles de ejemplos.

  3. En la cadena SER he oído varias historias desde la versión contraria, con todo tipo de detalles, con entrevistas a afectados, muy muy dramático, y no lo dudo que así fuese, pero si desean que se conozca la verdad histórica podrían añadir alguna historia como esta. ¡ah no!, porque no se trata de memoria histórica, eso es un camelo, se trata de crear odio al otro. A mí, o no me interesa tanto detalle, o si se ha de contar, se ha de contar todo, cómo fuimos y el porqué de la guerra, para que no vuelva a pasar.

  4. Esto no solo sucedió en Cataluña.

    La familia de mi abuelo tenían una casa con huerta y allí escondieron largo tiempo a una monja.

    Esta es historia. Por favor no nos cuenten historias de Disney.

    Memoria histórica para todos.

  5. Aunque solo fuera por este post ya valdria la pena DC. Gracias!.

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