No només no són lo mateix, sinó que són completament contraris.
Es lo que va entre una actitud sana y natural y un supremacismo enfermo e ideológico. Las diferencias entre patriotismo y nacionalismo son enormes, radicales, constituyentes. Distinguir entre ambos es el primer e imprescindible paso para librarse de la ideología y abrazar la realidad.
Una de estas diferencias la saca a colación Gregorio Luri en un artículo sobre el patriotismo en The Objective.
Allí, tras señalar con Platón que el patriotismo es el sentimiento colectivo de fraternidad y por tanto la condición de posibilidad de la vida en común (todo lo contrario del nacionalismo, que expulsa de esa fraternidad a quienes no se adhieren a su ideología, tachándolos de colonos, traidores, botiflers y no sé cuantas cosas más), cita a Cela en una apreciación para enmarcar:
«el nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor del mundo, el patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo. Hay que apreciar lo que se tiene para querer mejorarlo.»
El nacionalista es un fanático que vive en peligrosas ensoñaciones.
El patriota es alguien realista que ama su tierra a pesar de sus defectos y que se esfuerza por hacerla mejor, más libre, más acogedora, más próspera y unida.
Està molt clar: els llazis són nacionalistes, els dolços som patriotes. Clar i català.
Dolça i patriota Catalunya…
Categories: Pensando bien
Quien escribió esto era una bestia humana?
El adefesio de la ratafía no lo entenderá, porque en su cráneo debe albergar una coliflor.
A los nacionalistas no les gusta Cataluña tal como es, y la quieren cambiar a su capricho. No se dan cuenta de que para hacer realidad sus deseos habría que derramar mucha sangre, sangre que ellos no están dispuestos a derramar, como mucho la de «los demás».
Lo que quieren es completamente imposible, y eso les va muy bien, así podrán «luchar» eternamente por su objetivo, y tener razones de sobras para estar frustrados y enfadados (les encanta), para así poder descargar todo su odio sobre el culpable intangible que han escogido.
Y luego están los Rufianes de turno, los Mas de turno o los Pig De Mont de turno que no son ni patriotas, ni nazionalistas y que se envuelven en la bandera de un supuesto nazionalismo de aldea para llevárselo crudo y hacer un negocio de la política y les da igual arrasar económicamente su región o dividir a sus gentes.
La inmensa mayoría de dirigentes separatas lo son por que hacen negocio a costa del separatismo y no creen en nada.