Le Figaro explica com Catalunya perd dinamisme econòmic amb el nacionalisme.

El profesor Nicolas Klein conoce bien Cataluña y el pasado enero explica a los franceses en Le Figaro lo que está pasando. Hay que leerlo:

«Ciertamente, la región catalana representa el 18-19% del PIB español. Ciertamente, se trata de su primera región exportadora y de la segunda comunidad autónoma española más poblada, con cerca de 7,5 millones de habitantes. (…)

No obstante, el éxodo de sedes sociales, la bajada del turismo y la parálisis de las inversiones extranjeras a las que asistimos desde hace varias semanas no son un punto de partida. Se trata de la agravación de un proceso más viejo que desde hace una veintena de años conduce a la región catalana al camino del estancamiento, incluso del declive.

Desde el 2 de octubre, algo más de 3.200 empresas catalanas han mudado sus oficinas centrales a otra región de España; un millar de ellas también han desplazado su sede fiscal; las reservas turísticas han caído un 7% con respecto al mismo período del año 2016; la facturación de los hoteleros ha bajado un 13% y algunas zonas incluso han sido afectadas hasta un 40%; grandes inversiones extranjeras han sido pospuestas y algunos proyectos se le han escapado a Barcelona. El puerto de Valencia, por ejemplo, ha sido preferido al de la capital catalana por Citroen para exportar los vehículos montados en la fábrica de Figueruelas, cerca de Zaragoza. (…)

Durante años, los responsables separatistas han explicado que la independencia de la región no haría huir a nadie. Al contrario, afirman que los bancos y las grandes empresas se pelearían para instalarse en una república catalana independiente. Todos los economistas que tenían la mala suerte de defender lo contrario eran inmediatamente enviados al campo diabólico de los agentes de Madrid. (…)

El estancamiento que afecta a la comunidad autónoma es palpable desde los años 2000. (…) En 1980, la región salía reforzada de la dictadura gracias a la política de inversiones del franquismo. (…) El PIB catalán rozaba entonces los 550 millardos de pesetas (35% más que la Comunidad de Madrid) y su riqueza por habitante alcanzaba las 938.000 pesetas (6% más que cada madrileño). La región catalana explicaba así ella sola el 19,1% del PIB español, contra el 14,1% de la Comunidad de Madrid.

En 1990 la diferencia entre la riqueza total de las 2 regiones pasaba de 35% a 12,5% (…) a finales de 2014, esta diferencia caía a 0,5%. El resultado es tanto más extraordinario cuanto que la Comunidad de Madrid tiene hoy 6,5 millones de habitantes, un millón menos que Cataluña. Si en 1930 Cataluña estaba a la cabeza de la clasificación de las regiones más ricas (tanto en PIB como en PIB por habitante), hoy sólo es la cuarta. (…)

Cataluña dispone hoy de casi 200 competencias propias, sobre todo en materia económica. Por su parte, la región madrileña no ha sido especialmente privilegiada por el gobierno central en términos de inversiones. Entre 2006 y 2009, por ejemplo, cada madrileño recibía cada año un 11,6% de inversiones públicas menos con respecto a los 3 años precedentes (o sea, 394€ /año), mientras que la suma recibida por cada catalán subía un 51,9% (o sea, 629€/año). (…)

Unas 100.000 empresas han sido creadas en Cataluña entre 1995 y 1999, contra menos de 95.000 en la Comunidad de Madrid. La tendencia se ha invertido entre 2010 y 2014: cerca de 94.000 en la capital o alrededores, y un poco más de 80.000 en Cataluña. (…)

En realidad, la política económica realizada por las autoridades catalanas está muy cuestionada, pues Barcelona recibió un impulso decisivo con los Juegos Olímpicos de 1992, en gran parte financiados por el Estado central español. Los dirigentes catalanes (…) han realizado una política industrial e infraestructural errática que ha provocado este declive relativo de la región.

Por otro lado, la imposición sistemática del catalán en todos los sectores de la vida pública catalana ha repelido a una parte de los inversores extranjeros, como Bayer. Hay que decir que no hay ninguna comparación entre el español y el catalán a nivel internacional…

Pero en vez de asumir sus responsabilidades, las antiguas autoridades de la Generalidad de Cataluña han preferido reprochar a Madrid todas las disfuncionalidades de la economía regional. Escuchándolos, todo es siempre culpa del Estado central, lo cual es paradójico en un país donde las regiones tienen tanto margen de maniobra y para una economía que depende de la financiación de urgencia del gobierno de Madrid.

No hay duda de que, para hallar la solución a los problemas actuales en Cataluña, los separatistas deberán colectivamente hacer un esfuerzo de autocrítica y asumir sus propios errores«.

Doncs ja pot esperar vostè assegut, sr. Klein, que ací tot es culpadespanya. Y por cierto, en 2018 Madrid tendrá un PIB mayor que el de Cataluña; algo inédito con Franco, y seguramente gracias al éxodo provocado por el prusés.

Dolça i ensorrada (pel nacionalisme) Catalunya…

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