Mies van der Rohe diseñó la «silla Barcelona» para Alfonso XIII
Fue en la Exposición Internacional de Barcelona realizada en Montjuïch en 1929. El edificio de representación de Alemania soprendió por sus líneas extremadamente claras y simples, su concepción rigurosa sin decoración y su continuidad espacial. Lo diseñó Mies van der Rohe, cuarto hijo de un cantero católico y director de la radicalmente horizontal Bauhaus, para simbolizar el resurgimiento, los éxitos y la modernidad de la nueva república alemana tras la Primera Guerra Mundial.
El pabellón, uno de los hitos de la arquitectura moderna, fue concebido meramente como espacio representativo para albergar la recepción oficial al Rey Alfonso XIII y las autoridades alemanas. Van der Rohe, consciente como santo Tomás de Aquino de que «Dios está en los detalles», diseñó también unas sillas para poder acomodar al Rey durante el evento. Nació así la «silla Barcelona«, de proporciones armoniosas y sencilla elegancia, inspirada en la silla curul de los magistrados romanos. Funcional, combinando materiales tradicionales y modernos (acero inoxidable y cuero de piel de cerdo), de una belleza diferente, la «Barcelona Sessel» se convirtió inmediatamente en una obra clásica del diseño mobiliario.
Hoy todavía se comercializa y se puede adquirir a un precio entre 1.500€ y 3.000€. Quizás nuestros lectores hayan podido sentarse en ella alguna vez.
Barcelona, apertura, tradición, innovación, España. De esta combinación siempre han surgido grandes cosas. Incluso, ya lo ven, la silla más famosa.
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