El digital El Prisma, publicado por jóvenes periodistas catalanes, así lo afirma.
Nos parece poco. Pero es 3 veces más que el tiempo dedicado a hablar del paro, que en Cataluña afecta a un 25% de la población activa.
El Prisma recuerda que según el artículo 29 de la ley 22/2005 de la comunicación audiovisual de Cataluña, los medios públicos deben ser “autónomos con relación al Gobierno”. Sus responsables son elegidos “según examen de capacidades, méritos e idoneidades”, pero “el Parlament y el CAC son los máximos responsables de la gestión del ente público”.
En otras palabras: TV3 es una televisión al servicio de los políticos de turno, que en Cataluña son siempre nacionalistas. Eso sí: las pérdidas que tiene cada año las pagamos todos los catalanes.
Categories: Huid del nacionalismo
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Es vergonzoso que un medio público sea usado tan descaradamente como instrumento de manipulación de masas.
La única «indepèndencia» que interesa a la ciudadanía, obligada a mantener esa televisión con sus impuestos, es la «independencia profesional».
La única independencia deseable es la de criterios informativos, que debe desplegar cualquier medio público que se precie de tal condición. Es necesario que la actuación política de los dirigentes políticos se someta a la crítica de la sociedad y también es necesario que los medios públicos mantengan una exquisita neutralidad y se haga eco de otras corrientes sociales minoritarias no sólo respetables por serlo, sino también porque, en conjunto, pueden constituir la mayoría de la sociedad catalana.
Pero seguramente TV3 prefiera actuar como portavoz de los planes soberanistas del Govern, porque el sueldo y en el puesto va incluido con el perfil ideológico nacionalista.