Ya en nada. Por eso si PSC se hace nacionalista, desaparecerá.
Durante demasiados años ha jugado el PSC a ser nacionalista: sí, pero no, quizás sólo un poco, hoy menos pero mañana más.
Maragall se inventó un Estatut que nadie pedía y que sólo votaron el 36,5% de los catalanes. Montilla dió entrada, poder y altavoz a los radicales de ERC en la Generalitat. Navarro es todavía partidario del «dret a decidir», invento nacionalista que los mismos independentistas califican de «ximpleria«.
El resultado ha sido una hecatombe para el PSC: si en 2003 Maragall obtuvo 1.183.299 votos, 52 diputados y casi el 38% del voto emitido, en 2012 Navarro se desplomó hasta los 523.333 votos, 20 escaños y un ridículo 14% de los votos.
A principios de octubre de 2012 el sector nacionalista del PSC declaró abiertamente su independentismo en un manifiesto en el que expresaban que «la pulsió independentista ha passat de ser un sentiment reactiu a ser una voluntat positiva, conscient, plural i integradora» y demandaban:
-un «referèndum d´autodeterminació»
-una «Catalunya com a nació subjecte de sobirania pròpia»
-«una Catalunya-Estat«, el Estat propi vaya
-creación de la Agencia Tributaria Catalana para recaudar todos los impuestos
-«presència directa de Catalunya a les instàncies federals europees»
-«capacitat decisòria plena en educació, salut, cultura, immigració i representació exterior»
El texto estaba suscrito por el exconsejero de Economía,Antoni Castells; la exconsejera de Sanidad, Marina Geli; el exconsejero de Educación, Ernest Maragall; el exconsejero de Agricultura y exteniente de alcalde de Barcelona Jordi William Carnes; el ex consejero de Agricultura y exalcalde de Lérida Antoni Siurana; el actual alcalde de Lérida, Angel Ros; la eurodiputada Maria Badia; el diputado Daniel Font; el expresidente de la Diputación de Barcelona y exvicepresidente del Parlamento autonómico, Antoni Dalmau; el exalcalde de Terrassa y exdelegado del Gobierno en el Consorcio de la Zona Franca,Manel Royes; el exsecretario general de Economía, Martí Carnicer; la jefa de la oposición municipal en Gerona y exdelegada de la Generalitat en esta provincia, Pia Bosch; o los exalcaldes de Badalona y Reus, Jordi Serra y Lluís Miquel Pérez respectivamente.
El PSC es hoy el único partido catalán que no sabe lo que es. Tiene que elegir entre ser un partido de izquierdas o un partido nacionalista de izquierdas. Cuando lo decida, debe comunicarlo claramente. Y como no hay listas abiertas, quienes no estén de acuerdo deben marcharse. Es lo que tiene su querido «dret a decidir».
Y cuando el PSC haya decidido qué quiere ser de mayor, le tocará el turno a ICV. Pasen y vean.
Categories: Huid del nacionalismo
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