Tenía 92 años. Nos enteramos por Religión en Libertad.

Ha fallecido en Málaga. Nació en Barcelona en 1921; decía que había nacido en gracia, porque nació en el barrio barcelonés de Gracia. Siete hermanos religiosos. Se estableció en Andalucía, la recorrió predicando en astilleros y fábricas. En Cádiz, su residencia habitual, ondea la bandera a media asta. Anduvo por América y Europa, exhortando a muchedumbres, prácticamente hasta ayer. Utilizó todos los medios a su alcance para anunciar el Evangelio: charlas, conferencias, internet, vídeos, entrevistas. Contestó personalmente a más de 50.000 consultas por correo electrónico en jorgeloring@telefonica.net. Parecía que no descansaba jamás. Su afán era mostrar la belleza de la verdad, la coherencia entre fe y ciencia, el amor de Dios por el hombre.

Con más de 63 ediciones, su libro «Para Salvarte» es una especie de enciclopedia en lenguaje divulgativo de la fe católica, siempre centrado en «lo que importa, que es salvarse». Sólo en España circulan más de 1 millón de ejemplares. Además publicó ediciones en México, Ecuador, Perú, Chile, EE.UU., Egipto, Israel, Rusia, etc.

En Cataluña le vimos -¿fue la última vez?- el 13 de abril de 2005, en el teatro de Sant Cugat. Gente de pie. No cabía nadie más. Lo invitó una familia; parecía que sus hermanos del Centro Borja no le ofrecían alojamiento. A él le daba igual; aprovechaba cualquier ocasión para hablar de Dios a los hombres. Esperaba a los asistentes sentado a la entrada, firmando libros sin descanso. Ese día habló de la Sábana Santa: «Jesús murió de dolor» por nosotros, dijo con su voz tonante.

Después le vimos en la catedral, uniéndose a los sacerdotes el Viernes Santo. Recordaba humildemente aquellos años en que le tocó a él predicar el Sermón de las Siete Palabras en su ciudad natal.

Descanse en paz Jorge Loring, apóstol.

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