Lo dejó escrito en su Programa 2.000.
En 1990 Jordi Pujol distribuyó el documento entre los secretarios generales de todos los departamentos de la Generalitat.
«Vigilar la composición de los tribunales de oposición» en la docencia. «Reorganizar el cuerpo de inspectores de forma que vigilen la correcta cumplimentación de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza». «Incidir en las asociaciones de padres». «Introducir gente nacionalista en todos los puestos clave de los medios de comunicación. «Incidir en la formación inicial y permanente de los periodistas y de los técnicos de comunicación para garantizar una preparación con conciencia nacional catalana». Diseñar «una estrategia para optar a los cargos directivos de las instituciones» financieras. «Incidir en la administración de justicia y orden público con criterios nacionales».
Luego dirán que el separatismo viene de «abajo arriba».
Y que la «desafección de Cataluña» con respecto al resto de España es espontánea.
¿Quién cumplió este programa? Jordi Pujol, Miquel Roca, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
Ahora Artur Mas sólo recoge los frutos.
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Y todavía alguien decía que Felipe González era un «dios que todo lo sabía». Pues si lo sabía, ¿qué hizo en 1993 pactando con Pujol? ¿O qué hizo el cacho-patriota de Aznar en 1996?