Cada cop més gent denuncia les tares de la Sistema de la Transició.
La posibilidad del prusés, la despótica gestión de la pandemia, la impunidad de los golpistas y su elevación al Gobierno, la incapacidad ante las inundaciones del Levante, la pèrdua de drets i llibertats, la manipulación social por los medios de comunicación a sueldo del Poder, la taificación de nuestra vida juntos, la falsificación partitocrática de la representación popular, la ausencia de rendición de cuentas, el control de jueces y legisladores por parte del ejecutivo… los motivos para considerar que el sistema político de la Transición está fallido son cada vez más evidentes.
Abans d’ahir en Juan Manuel de Prada va publicar a l’ABC una pregona reflexió sobre el tema, titulada Yo denuncio el Régimen del 78 y centrada en la disfuncionalidad jurídica del sistema. A propósito de una denuncia falta de una mujer contra su marido, pero no obstante aceptada por el Tribunal Constitucional, De Prada afirma que
«bajo el Régimen del 78, el Derecho ha dejado de ser determinación de la justicia, para convertirse en un barrizal positivista nacido del puro arbitrio del poder, que utiliza las leyes y las sentencias judiciales para imponer su voluntad.
En el caso que nos ocupa, el arbitrio del poder consiste en imponer la ideología feminista como verdad incoercible; y para imponerla se recurre a todo tipo de iniquidades y aberraciones jurídicas. Primeramente, se aprueban en el Parlamento por unanimidad (importa resaltar este hecho) leyes aberrantes que permiten elevar las penas en los casos en que el varón sea el agresor y la mujer la víctima, en flagrante conculcación del principio de igualdad ante la ley; leyes aberrantes que, además, invierten la carga de la prueba, conculcando también la presunción de inocencia.
A continuación, los miembros y miembras del llamado Tribunal Constitucional reciben –en palabras de Alfonso Guerra (…)– «fuertes presiones» para establecer la constitucionalidad de la ley aberrante (o sea, que prevaricaron a sabiendas). Una vez conseguido que una ley aberrante se vuelva inatacable, se siembra el terror entre jueces y fiscales, para que ninguno ose rechistarla y apliquen sañudamente una presunción de culpabilidad al varón, a la vez que hacen la vista gorda ante el alud de denuncias falsas que esta ley aberrante propicia y fomenta. Y, por si aún se colara algún atisbo de justicia entre tal maraña de enjuagues inicuos, el llamado Tribunal Constitucional emerge de nuevo, para garantizar que las conductas delictivas de cualquier mujer queden impunes y que los hombres, por el mero hecho de serlo, sean castigados, aunque se haya probado que son inocentes.
Esta acción del llamado Tribunal Constitucional no es sino un aderezo hediondo –otro más– del pastel cocinado en los hornos del Régimen del 78, que ha convertido el Derecho es un mero acto de voluntad del poder que puede albergar en su seno los fines más injustos; entre ellos, por supuesto, dar satisfacción a las ansias sórdidamente vindicativas de la ideología feminista. Bajo el Régimen del 78, el poder político tiene una capacidad demiúrgica para crear leyes que respondan a la ideología reinante en cada momento y que determinen arbitrariamente lo que es justo. El Estado se convierte así en un creador caprichoso de justicia, una «Gorgona del poder», según la célebre expresión de Kelsen, que –¡por supuesto!– garantiza que la interpretación de las leyes se haga a gusto del poder político, mediante la creación del llamado Tribunal Constitucional y mediante la intervención del poder político en la actuación de jueces y tribunales (…)
El Régimen del 78, en fin, consagra la forma más monstruosa de totalitarismo, en la que el poder político configura el Derecho arbitrariamente y sin relación alguna con una idea de justicia (…) Debemos denunciar este Régimen oprobioso, que ampara la conversión del Derecho en puro ejercicio de la fuerza al servicio de la ideología reinante«.
No home, al servei de la ideologia regnant no pas: al servei del poder, que fabrica les ideologiesi les escampa per seguir al poder.
Sembla que cada cop més gent se n’adona de que el Sistema de la Traisició, que havia de portar-nos l’enrobustiment de la nostra vida nacional, la igualtat dels espanyols i la llibertat en la justícia, resulta ser un establo donde los pepets i maries s’enjogassen de fems tot esperant les garrofes dels amos. Eso sí, en el dintel del establo pone «Democracia».
O lo arreglamos ya o se nos desplomará encima.
Dolça i despotitzada Espanya…
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«El Régimen del 78 consagra la forma más monstruosa de totalitarismo»
Sí, ¿pero por qué?
Lo explica muy bien (en general; no centrándose en la experiencia española) el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Santiago de Compostela Ángel Bastos.
Más o menos dice, siguiendo a otros investigadores europeos, que los reyes tenían un doble límite para oprimir a sus súbditos:
1) porque todo el mundo sabía muy bien quién les oprimía -el Rey-, por lo que él sabe muy bien que sus súbditos se pueden rebelar y destronarle (típicamente las subidas de impuestos acababan en motines y revoluciones)
2) porque él siempre quiere que su reino se transmita intacto a su heredero.
Esto no sucede si lo esquilma, lo pierde, impide el crecimiento o se mete en guerras innecesarias (que hay que pagar con impuestos extra, son impopulares y siempre se pueden perder)
Yo añadiría también a la Iglesia Católica, que era un poder autónomo e independiente y que él Rey estaba obligado a proteger (por ser sociedades católicas). El Rey y sus SÚBDITOS saben muy bien qué era lo que mandaba la Madre Iglesia y qué lo que prohibía. Y no se podía ni oprimir al Pueblo, ni masacrarle ni robarle.
Por eso los impuestos del Antiguo Régimen no superaban el tipo del 10% (cuando hagas tu declaración de la tenta en junio, compara con el % que tendrás que pagar y a eso le sumas lo que pagas de IVA)
Pero ¿qué pasa con la democracia?
Pues que como el que gobierna es el Pueblo (eso es lo que las oligarquías nos quiere hacer creer), pues está legitimado a exigir cualquier cosa. Incluso tú vida si es «necesario» (de ahí las escabechinas de millones de víctimas de la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Además al político sólo le importa los 4 años que tiene para gobernar y robar. El que venga detrás, que arre.
Yo añadiría también que el político debe su carrera política y el apoyo para ser votado de las oligarquías SECRETAS, que tienen sus intereses privados egoístas y que obligarán al político a servirlos caiga quien caiga.
Eso sólo puede acabar en tiranías contra la que no estás legitimado a oponerte (serías un antidemocráta) ni tampoco sabrías contra quién, porque está oculto.
A esto hemos llegado con el falso dogma de fé del «gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo» a pesar de los resultados.
Un hatajo de masones pergeñaron en el Parador de Gredos, una Constitución que buscaba la destrucción de España, mediante el guerracivilismo que siempre traen los separatismos tribales terruñeros, valgan las redundancias. Los pistoleros separatistas y de extrema izquierda se legitimaron; la Partitocracia pudo trincar con impunidad; los pelotazos y la beautiful people brotaron como setas; se desindrustrializó España; pesca, ganadería y agricultura desaparecieron; y nos llenaron la Patria de menas. El Borbón borboneó y no reinó, y el hijo está que no sabe por dónde le sopla el aire.
Nos queda bailar en la cubierta del Titanic, porque esto se hunde, chavales
Cuando los corruptos POLÍTICOS ya te están diciendo en público sin ninguna vergüenza que:
«LOS NIÑOS SON DEL ESTADO» (es decir, de los POLÍTICOS que controlan ese Estado) y «NO TENDRÁS NADA Y SERAS FELIZ» (el comunismo clásico de toda la vida), ya te está diciendo alto y claro en donde estamos.
Estamos en una ratonera, de la que será muy difícil salir, en la que nos hemos metido todos «democráticamente» votando siguiendo a nuestros amados líderes absolutos como los ratones y los niños siguieron al flautista de Hamelin, cantando y bailando al son de su flauta.
Por cierto, que esto NO es nuevo.
Esto ya lo intentaron hacer en España en 1931.
Hay que acabar con el sempiterno bipartidismo (PSOE y PP).
Esto es como ir a un restaurante y solamente poder escoger entre canelones y albóndigas. Yo escogería el lavabo del restaurante para poder vo.mi.tar tranquilo. ¡Por favor, prefiero otros alimentos más apetecibles! XD Paella, fideuá, dorada al horno…
Ummm…
He leído y releído el texto y no encuentro por
ninguna parte «corrupto bipartidismo político de alternancia automática» o aznarismo.
Eso anula completamente el parlamentarismo (se convierte en lo que es, una farsa) porque no funciona para lo que está y que perpetúa los errores y corrupción del gobierno socialista anterior, convirtiéndose así el socialismo en ideología de Estado, algo prohibido por la Constitución, y que tampoco nadie ha votado.
Incluso la Constitución como está hubiera funcionado bien (nadie ni nada es perfecto) si los corruptos bipartidistas hubieran obrado de buena fé y con fidelidad institucional.
Por otra parte está claro que tanto los socialistas como la masonería, con el apoyo del PP, nos están intentando arrastrar a 1936, al gran proyecto masónico (como hicieron con la destrucción del Imperio Austriaco en 1919) de romper España, porque no han olvidado nada y no han aprendido nada.
Nosotros somos los figurantes de la farsa que con nuestra asistencia legitimamos lo que nadie sabe quién ha decidido y a quien beneficia, porque es secreto.
Tendremos que ensayar mejor nuestro papel de borregos castrados «¡beee!; ¡beee!;beee!»
Pujol y Arzallus engañaron a todos y condicionaron una Constitución repleta de ambigüedades, imprecisiones y agujeros a medida de los intereses del separatismo. Y así está funcionando, tal y como tenían previsto para desintegrar gradualmente España.
Matheus:
Es posible.
Pero la Constitución se tradujo, para poder aplicarse, en un montón de transferencias.
Unas eran obligatorias (las competencias que la Constitución declara exclusivas de las comunidades autónomas). El resto no.
En cuanto nos dimos cuenta de qué iban los independentistas catalanes y vascos…
¿ qué hizo Moncloa?
En vez de parar y arreglar lo que no funcionaba, porque nadie votó la Constitución para romper España, apretaron el acelerador dándoles el resto de transferencias, entre las que están las importantísimas de EDUCACIÓN y POLICÍA, sabiendo muy bien serían irrecuperables.
(Cualquier constitucionalista sabe además que la educación sirve para crear nación, porque eso es lo que utilizan los liberales, junto con el laicismo, para crear las naciones modernas)
Esto no es ningún error, sino una política de Estado ( los errores que se repiten/mantienen en el tiempo NO son errores, sino POLÍTICA DE ESTADO); sólo que no la ha votado nadie.
Realmente los políticos nos engañaron y nos siguen engañando.
Luego, el que haya en la Constitución o en la realidad española una nacionalidad y/o nación, de ahí no se infiere que tengan que tener un gobierno propio (como tampoco pierden el acceso al mercado de todos)
Pongamos por caso que Cataluña es una nación (que no lo es, por mucha ingeniería social masiva que le hayan echado durante 45 años)…
¿Eso significa que tenga que tener gobierno propio? No.
Por mucho que las oligarquías locales lo digan para hacerse con el poder político.
Luego, el que haya transferencias de competencias no implica que los funcionarios ya no sean de un cuerpo nacional único, como hasta entonces eran. Hoy cada autonomía (y cada ayuntamiento) tiene cuerpos de funcionarios propios con oposiciones de acceso propias. De acuerdo que el Tribunal Constitucional (con el voto del enchufado de Pujol) dijo que en la transferencia estaba implícito el funcionario (por ser competencias EXCLUSIVAS), pero no evidentemente del resto. Aún así el PP-SOE cede esto gratuitamente, rompiendo España por ahí y fortificado el poder local sobre el funcionario.
Francia, que es un país con más regiones, «naciones», lenguas etc NO tiene este problema porque no ha hecho la estupidez que los políticos españoles han hecho en España.
Yugoslavia, que es nuestro modelo, fruto de la dinamitación masónica francesa del Imperio Austriaco, acabó como acabó, en guerras civiles y división final sin más libertad ni prosperidad para nadie.
Dividir el poder político no ha descentralizado nada (ha creado 17 mini estados centralizados) y está rompiendo España en 17 Estados, futuras mininaciones, que como también pasó en la América española, siempre están enfrentados y son irrelevantes.
Los españoles no vivimos mejor que antes. Los que viven mesones los POLÍTICOS y evidentemente quién esté detrás de este desastre anunciado.
Triunfo de los enemigos de España, la Cristiandad y la Hispanidad: La Masonería y la Judería.