Els gallecs tampoc no volen que cap nacionalista els hi tregui la seva identitat.
El catedrático de Psicología Social José Miguel Fernández-Dols explicó en septiembre de 2018 en el artículo Lluvia fina de odio cómo en una sociedad aparentemente sana triunfa el odio y acaba por autodestruirse en una espiral de violencia incontenible. Se trata de crear “una fina lluvia de odio”que cala mediante “agresiones psicológicas o simbólicas” con la “complicidad de las autoridades”. Una “violencia por omisión” que nos priva de la neutralidad del espacio público y mediático, de poder estudiar o comerciar en nuestra lengua, de vivir sin ser espiados por los Mossos, de nuestra identidad y convivencia, de nuestra prosperidad económica, de nuestra reputación, de aquello que nos es debido por ley.
És lo que van començar a fer als anys 80 els sòviets en què van degenerar les províncies bascongades: llenar de cartelitos el paisaje, para que todos entendieran cómo debían pensar y qué podían decir.
Luego lo copiaron nuestros lazis. Y también en Galicia, porque el totalitarismo va siempre de lo mismo.
Pero en Cataluña aprendimos a resistir, limpiando nuestro espacio común de pústulas ideológicas de tota mena. Por lo que vemos hoy, también en Galicia resisten.
Hay que despertar y defender el m2 que nos corresponde. Sense por, amb dignitat. Endavant, dolços gallecs!
Dolça i desvetllada Galícia…
Categories: Resistiendo
¿Sabes cual es la traducción de «Galiza is no Spain» en román paladino?
«No invertais aquí, que vamos a convertir esto en el erial de Cataluña y perderéis íntegra la inversión».
Pues:
«¡Quem avisa não é traidor!» (riesgo-pais)
La tierra de la Gallegus Tucanys???
Dolça Galicia yaaa!!!
El PP ha pasado de votar en contra del uso de las lenguas regionales en el Congreso a intervenir en gallego en la tribuna (y mantener los pinganillos en el Senado)
No volveré a votar al PP hasta que en Galicia no se pueda estudiar en español.
España va a desaparecer como estado. Sólo quedará como un concepto o una idea en las mentes de quienes nos reconozcamos compatriotas. Tenemos al mulo en la Moncloa, esperaremos una nueva fundación.