Un mes sencer per a l’ésser humà més gran de la història.
Per a alguns lo principal del mes són les eleccions. Para nosotros aquest té com a centre Maria, la donzella que ens va obrir la porta del cel amb un «sí»; la dulce esposa de un carpintero; l’embarassada que no trobava puesto para dar a luz en Belén; la emigrante que educó a su hijo bajo las palmeras de Egipto; l’amiga que va ajudar els nuvis de Caná amb un «feu lo que ell us mani»; la dona discreta, callada, servicial i humil que siempre piensa en el prójimo; la madre que acostó en su regazo a su hijo muerto cubriéndolo de besos; la Reina que se presenta de sopetón a pastorcillos y analfabetos para decirles que seguir viviendo como si Dios no existiera nos causará mucho dolor; la mamá que habla bien de nosotros a nuestro Padre.
No encaja mucho con el sopicaldo de modelo feminista que nos venden Tània Verge o Pedro Sánchez. Pero es exactamente lo que queremos ser las mujeres más allá de la ideología e ingeniería social: esposes, mares, reines, guia d’amor, pomell de bellesa, abraçada tendra. Lo demás no vale nada.
Les dolces olors
de totes les flors
dins un encenser aplegar voldria,
sols per encensar
vostre hermós altar,
de dia i de nit,
aquest maig florit,
oh, Verge Maria.
(Jacinto Verdaguer)
Este mes y nuestro corazón son para ti. Joiós mes de Maria, dolços!
Dolça i mariana Catalunya…
Categories: Alma
Mujeres: esposas, madres, guerreras, reinas. Eso es lo q han sido las mujeres en nuestra civilización. En otras son esclavas. Ahora, tmb las, quieren convertir en esclavas. Esclavas de la moda de la antimaternidad, de «realizarse» trabajando de sol a sol por un mísero jornal, embrutecidas, empoderadas, esclavizadas con pseudoalegría.
Mientras nos, acordamos, de la Virgen las «jerarquías», mejor dicho los dirigentes, los gestores, tienen como máxima preocupación la defensa del inmigracionismo y el separatismo.
Siempre Verdaguer.
Gracias por un poco de belleza y arte en un mundo feo y feísta.
La belleza, la verdad y bondad, que es como decir la «religión», salvarán el mundo y nuestra civilización.
Sólo hay que levantarse dispuesto a luchar y juntarse con otros para formar lo que Benedicto XVI recomendaba: MINORÍAS CREATIVAS.