2024, l’any del prusés arreu d’Espanya.

Los majaderos habituales nos sermoneaban desde sus minaretes en 2010: «es un suflé», «esto se arregla con dinero», «no pasa nada», «que se vayan ya estos catalanes», «que disfruten lo votado»… I després s’estiraven al sofà a calar el puro, panxacontents, patrioterísimos i pagats de sí mateixos, mientras a los catalanes nos arrebataban nuestros derechos y libertades con el aplauso de los políticos de Madrid y el beneplácito del Sistema del 78.

En 2023 se ha cumplido la profecía de l’escriptor Ignasi Agustí, pare de l’immortal Mariona Rebull: «Aquello que se llamó ‘problema catalán’ no era un problema específicamente catalán, sino el reflejo en una zona de un problema español, intenso y deslumbrante».

El problema tiene muchas causas y consecuencias, que gosem resumir així: la adoración papanatera del Sistema del 78 levantada sobre el aburguesamiento metafísico de los españoles, que se han convencido de que el bienestar pocilguero es su razón para vivir.

2023 ha sido el año de la conquista del poder total por parte del nacionalismo. La voladura híbrida del Sistema de 1978 avanza según lo planeado por el nacionalismo en el Programa 2000, que el PSOE asumió explícitamente desde 2004 y dirige ya sin disimulos. El Sistema permite que un nacionalismo más débil que nunca ejerza mayor poder que nunca.  La destrucción de la soberanía nacional consta ya en las capitulaciones del PSOE con los nacionalistas. El Consejo General del Poder Judicial anuncia «la abolición del estado de Derecho en España»,  advierte que aparece «una casta jurídicamente irresponsable e impune» y que la nueva época «convierte la justicia en una quimera». El imperio de la ley ha sido sustituido por la voluntad del Gobierno. Entramos en un régimen despótico, que todavía no asumimos pero cuyos fundamentos -cada dia se n’adona més gent- rauen en el corcat Sistema del 78, que estimula l’autodemolició d’Espanya.

2023 ha sido también l’any de la resistència cívica al nacionalisme. Las organizaciones sociales han tomado la iniciativa que no ven en los partidos políticos, que tratan de abrazarlas para neutralizarlas. Cs morirà a les properes europees i autonòmiques, i el PP s’ha revelat amb en Feijóo com el Partit Popular Plurinacionalista, incapaz de darse cuenta de lo que le señalaba hace 2 meses este profesor de Pensilvania:

• Las elecciones del 23-J las perdió el PP por una mala campaña.
• Reclamar el voto útil a los votantes de Vox es contraproducente para el PP. Al PP le conviene que Vox tenga unos 40 diputados.
• Que el PP critique a Vox le resta posibilidades de gobierno.
• Vox no va a desaparecer, y se va a convertir en el partido de los obreros españoles.
• El PP debe aprender a convivir con Vox si quiere gobernar.

Barcelona se consolida como centro de la Hispanidad el 12-O, las organizaciones civiles como S’Ha Acabat o Unión de Brigadas han demostrado que se puede plantar cara al nacionalismo en el espacio público y en las mismísimas universidades lazis. La AEB, Hablamos Español y el TSJC han marcado el camino del fin de la aborrecible immersió nacionalística. Ahí siguen Somatemps, Tolerancia, Catalunya Suma, D’Espanya i Catalans, Segadors del Maresme, Convivencia Cívica Catalana, SCC, Cataluña Peuple d’Espagne, etc. Sin subvenciones pero con determinación de restablecer nuestra convivencia. Mai s’havia vist tanta resistència al llazisme. De Cataluña ha salido el ejemplo para toda España.

Y empezamos a verla también esta resistencia en los gobiernitos, como el de Castilla y León, Valencia o Baleares, sempre a instàncies de Vox, plantando cara por primera vez al nacionalprogresismo. A propósito de Vox: o cambian muchas cosas en su estrategia y comunicación, o su futuro será más corto de lo que piensan.

2024 puede ser el año del regreso triunfal del Motxo y la humillación de quienes fuimos golpeados durante 10 años en nuestras familias, patrimonio y reputación. El Gobierno nacional va a promulgar leyes donde dirán que somos los malos y los lazis son los buenos; será la prueba de que el Sistema del 78 no funciona. Pero hemos aprendido algo importante: los planes de los malos nunca salen como desean. Veremos lo que pasará este año.

El nostre propòsit pel 2024? Desde nuestra modestia, ser más útiles que nunca para hacer frente al nacionalismo; este último año se ha consolidado la Hora Dolça como la tertulia libre de nacionalismo más vista en Cataluña, sin ingresos ni presupuesto. Seguir juntos, recogiendo todo lo bueno que hay en Cataluña venga de donde venga, denunciando lo malo, arrimándonos a la verdad (que sí, que existe) y apartándonos de la mentira, celebrando lo bello, apostando por lo que nos hace mejores y describiendo la realidad que nos ocultan las ideologías. Ens bordaran els dolents, com sempre, especialmente los medios del PSC -ara també el PP- i els llazis hipercubanitzats. Para eso nacimos, és lo que més ens agrada.

El poder del mal se anuncia en su terribilidad. Combatir este inmenso poder que aterra, resistiendo y atacando, es la misión de los dolços. Estamos dispuestos a caer, pero no a rendirnos.

Sobre la tierra no vamos a estar muchos años, y los aquí atravesamos el espacio juntos en el globo azul debemos vivir amándonos, amigos. O així ho veiem nosaltres. Per això pels forcos també tenim bons desitjos: del nacionalisme se´n pot sortir! Només calen amor, un cor obert, optimisme i ganes de tirar endavant. Y si os cuesta, pues aquí un poquito de jarabe para ayudar:

Molt agraïts a Déu i a tots els dolços per un any més ací. Bon any 2024 a tots, amics. Seguim junts!!

Dolça i alegre Catalunya…

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