Joia i alegria a tots els homes de bona voluntat!

No, no es una noche mágica, porque no pasa nada contra la naturaleza, sino por encima de ella; es una noche divina. Es la noche que cambió nuestra vida. Sant Bonaventura, doctor seràfic, lluminària intel.lectual  i mínim monjo franciscà, explicava així lo que passa aquesta nit:

«Él, siendo grande y rico, por amor nuestro hízose pequeño y pobre, quiso nacer fuera de casa en un establo, ser envuelto en pañales, amamantado con leche de la Virgen y reclinado en el pesebre entre el buey y el asnillo. (…) Abraza ahora, alma mía, aquel divino pesebre, posa tus labios en los pies del Niño y bésalos con amor. Medita luego la vela de los pastores; admira el innúmero ejército de los ángeles que hacen la salva; mezcla tu voz con las celestes melodías, cantando con el corazón y con la boca: Gloria a Dios en las alturas y ene la tierra paz a los hombres de buena voluntad».

En Chesterton, que se convirtió al cristianismo cuando pensó un poco, escribió esto para los agnósticos, soberbios y tartufos:

«Cualquier agnóstico o ateo que en su niñez haya conocido la auténtica Navidad tendrá siempre, le guste o no, una asociación en su mente entre dos ideas que la mayoría de la humanidad debe considerar muy lejanas la una de la otra: la idea de un recién nacido y la idea de una fuerza desconocida que sostiene las estrellas. (…) Para esta persona, la sencilla imagen de una madre y un niño tendrá siempre un cierto sabor religioso (…) La omnipotencia y la indefensión, la divinidad y la infancia (…) Belén es, definitivamente, un lugar donde los extremos se tocan. (…) De ahora en adelante, lo más alto solo puede alcanzarse desde abajo«.

I el nostre Verdaguer ho deia a lo dolço:

A l’hora en què s’és desclosa,
Jericó, tan blanca rosa,
lo cel obria son cor,
i com gota de rosada
sobre la terra assecada
deixa ploure el Salvador.

Oh! Mirau-lo a l’Establia,
en los braços de Maria,
test gentil d’aquella Flor:
¡sa cara que n’és hermosa!
ses galtetes són de rosa,
son cabell és un fil d’or.

Somriu-li una nova Estrella,
los arbres trauen poncella,
les nadales trauen flor,
i, saltant entre les branques,
canten les tòrtores blanques
sa glossa de més dolçor:

Los Àngels a voladúries
hi barregen ses cantúries
puntejant ses arpes d’or:
Glòria a Déu en les altures,
adorem, oh criatures,
adorem al Creador.

¿Estás enfadado? Alégrate. T’has barallat amb algú? Demana-li perdó. No suportes els forcos? Només són persones com tu, y todos nos equivocamos. ¿Lo ves todo negro? Mira al niño que llora en el pesebre para que tú llores de alegría. Apartemos hoy de la cueva churros amarillos y estrellas masoncetas, limpiemos el pesebre de ideologías, cepillemos el sarro de nuestro corazón, porque Dios ha nacido y se ha hecho mortal como nosotros para que seamos nosotros inmortales con Él.

Celebren algunos el solsticio de saturplutón, el feminvierno, la Lazidad o cualquier chorrada que se inventen para calentar su corazón helado por las ideologías. Nosaltres avui celebrem el Nadal, que Déu s’ha fet nen, que tenemos una Madre para siempre y un carpintero que nos prepara casa junto a ellos. Avui ens canvia la història i l’ànima, dolços. ¡Comamos, bailemos y bebamos junto al portal, que mañana viviremos!

Bon Nadal a tots, forcos i dolços! ¡Feliz Navidad!

Dolça i nadalenca Catalunya…

Categories: Alma

Tags: Navidad, Nochebuena