Un catedrático demuestra que a Cataluña siempre le va peor cuando se «autogobierna»

I si cancel.lem d’una vegada la corrupta i extractiva Generalitat?

Benito Arruñada es catedrático de Organización de Empresas en la Universidad Pompeu Fabra. Ha publicado en The Objective un interesante análisis (más extenso en Letras Libres) para responder «por qué Cataluña va peor con autogobierno». Les conclusions són per memoritzar.

Los hechos demuestran que Catalunya va pitjor quan les oligarquies locals es fan amb el poder i el gestionen, como demuestra la evolución de la población y la riqueza, que crecen más que nunca en los períodos en que las élites locales no gobiernan:

 

Per què? Porque el «fuerte personalismo [catalán] necesitaría de instituciones exógenas porque tiende a impedir el desarrollo de instituciones endógenas apropiadas«. El pactisme català es un lastre que «genera una competencia más extractiva que productiva, pone en peligro la igualdad y estabilidad institucional y ata a los individuos a los grupos de los que forman parte».

«Por supuesto que, a menudo, estas instituciones exógenas resultaron deficientes; pero han de evaluarse comparándolas con referencias reales, y las de los paréntesis autonómicos son aún peores. Basten tres pinceladas. Tras proclamarse la Primera República en 1873, la Diputación de Barcelona no sólo alienta la sublevación carlista sino que genera numerosos desórdenes. Asimismo, entre 1914 y 1925 la Mancomunidad de Cataluña da lugar a un rápido aumento del clientelismo y del centralismo barcelonés. Por último, la Generalitat de la Segunda República actúa como un gobierno revolucionario, sobre todo una vez iniciada la Guerra Civil; pero incluso con anterioridad, como revela su promulgación de la Llei de Contractes de Conreu de 1934, anulada ese mismo año por el Tribunal de Garantías Constitucionales para ser reinstaurada por la Generalitat en febrero de 1936″.

I què passa durant l’època d’en Franco? Per què Catalunya creix tant?

«Tanto la autarquía de sus primeras décadas como los planes de desarrollo de las últimas facilitan la extracción de rentas del resto de España. En primer lugar, el INI canaliza buena parte de su inversión hacia Cataluña. Un dato significativo es que localice Seat en Cataluña mientras que las nuevas fábricas privadas de automóviles se ubican en otras regiones. (…) Simultáneamente, la dictadura pone la política económica en manos catalanas, sobre todo desde 1959, con personalidades como Sardá o López Rodó. Franco llega a nombrar ministro sin cartera de 1957 a 1965 y presidente del Consejo de Economía Nacional hasta 1968 a un catalán, Pedro Gual Villalbí, que toma posesión en Barcelona, donde reside la mayor parte del tiempo, y que recibe el encargo expreso de canalizar los intereses catalanes, confirmando, a juicio de La Vanguardia, el «interés predilecto que el Caudillo siente por las necesidades y los problemas catalanes». Resulta también ilustrativo el que, en virtud de un decreto de 1943, Madrid careciese de actividad ferial relevante hasta 1980«.

Arribem a la Transició i «l’autogovern» mayor de la història de la Catalunya moderna:

«a escala europea, Cataluña es una de las regiones cuyos ciudadanos mantienen una percepción más negativa de sus órganos de gobierno, según el estudio del Quality of Governance Institute de la Universidad de Gotemburgo. (…) Este carácter retrógrado de la creatividad institucional catalana se puso también de manifiesto en la reforma del Estatuto de autonomía aprobada en 2006 (…) y en las «leyes de desconexión» aprobadas por el Parlamento de Cataluña en septiembre de 2017. Ambas normas no sólo violaban la Constitución española (…) sino los principios más elementales del estado de derecho y la separación de poderes. De modo aún más rotundo que la pretendida reforma del Estatuto, centralizaban todo el poder, incluido el control de la Justicia, en la mayoría parlamentaria y el presidente de la Generalitat, por todo lo cual suponían una notable regresión institucional».

Veamos cómo la Generalitat se enfoca en la extracción interna de rentas y perjudica la externa del resto de España, además de reducir la movilidad social de los catalanes:

«el que la autonomía exacerba la captura interna de rentas es consistente con muchas de las políticas puestas en pie por la Generalitat desde 1981, dirigidas a: (1) aumentar la carga tributaria, de modo que en 2021 ya había creado 19 impuestos propios sin mejorar, a juicio de los ciudadanos, la calidad de sus servicios públicos, además de redistribuir gran cantidad de recursos desde Barcelona a las demás provincias catalanas; (2) restringir la competencia, en ámbitos como, por ejemplo, los horarios y la apertura de establecimientos comerciales; (3) debilitar los derechos de propiedad, tanto al promulgar regulaciones sobre alquileres, desahucios y pisos vacíos, como al tolerar las ocupaciones de viviendas, cuya tasa es, con mucho, la más elevada a escala nacional; (4) crear una administración que replica los vicios de la española; y (5) desviar una gran cantidad de recursos públicos a una inversión identitaria y un procés independentista que nunca han contado con el apoyo ni de la mitad de la población catalana».

Conclusió del catedràtic: «resulta tentador explicar el prusés como un intento por parte de las élites catalanas de fortalecer su posición de privilegio (…) laindependència sería un señuelo y el objetivo (…) blindar la extracción interna de rentas y revertir la contención de la extracción externa».

Y eso que Arruñada no analiza la superficie territorial de Cataluña, siempre en decadencia cuando nos gobiernan los Clarises (pérdida del Rosellón y la Cerdaña) y los Pujoles (desafección del Valle de Arán y Tabarnia). Ni el orden público, tan degradado desde que nos «autogobierna» la Genestapo. Ni la corrupción, ni …

Sembla tot molt clar i confirma acadèmicament les percepcions del català del carrer: el «autogobierno» es un onanismo oligárquico que siempre nos ha ido mal a los catalanes, y nunca avanzamos más que cuando nos gobiernan gente e instituciones que nos hacen mirar más allá de nuestro ombligo.

¿Y si vamos pensando en suprimir la Generalitat y volver a gobernarnos desde Madrid?

Dolça i malgovernada Catalunya…



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8 comentarios

  1. No hace falta ser un séneca para ver con tus propios ojos lo que dicen las estadísticas, que no engañan.

    Es cierto que nunca más tendremos a un Franco para ayudar a la producción catalana, pero eso no disculpa el que los políticos están y se les vota para que los catalanes vivan mejor, no peor.

    Eso NO ha pasado en 40 años, que tiene delito.

    El único que ha vivido mejor es el ladrón Pujol, que se ha puesto las botas con la simple triquiñuela de decir que defiende la lengua en peligro de extinción por culpa de los malvados españoles.

    Pero es que lo teníamos que haber visto venir, porque esto no es de ahora:

    ¿Cómo destruye la siniestra masonería internacional el Imperio?

    A través precisamente de las élites económicas criollas, que en nombre de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, el «Progreso» (suyo), la «ilustración» (sic), la «República» (suya), la «modernidad»…se fabrican a medida reinos de taifas donde sojuzgar a la población, imponerles el derecho de pernada y asesinar a los indigenas para robarles sus tierras.

    Y naturalmente, como buenas repúblicas bananeras que son y por mucha palabrería vacía que le echen, no ha habido ninguna libertad, ninguna igualdad, ninguna fraternidad…para acabar ser reconvertidos en colonias mercantiles británicas, norteamericanas y chinas…

    El método es el mismo porque los intereses son los mismos.

    ¡De buena nos libró Felipe VI!

    ¿Se imaginan al del 3% cobrándose el derecho de pernada?

    Siempre por los motivos más altos, patrioticos y de utilidad pública nacional, naturalmente.

  2. Si todos los catalanes q trabajan en Madrid, hicieran su declaración de renta allí donde generan sus ingresos (Madrid) la recaudación de IRPF, en Cat, tendría un buen pellizco en sus ingresos.
    Y la Hacienda madrileña lo tiene fácil saberlo..
    En el estado de las CCAA, Cat ha perdido pistonada, en lo cultural , en lo económico..consecuencia de su desinterés por España. Ahora solo tenemos presentadores de radio /tv.
    Y el “pueblo manchego” que conocimos los de mi generación (70 años) ahora es capital cultural, financiera.. destino de los “emprendedores” del Estado.. Todo lo q el franquismo no quería que fuera.
    En fin, es lo que votamos.

  3. Joan Garriga: «La solución al separatismo es VOX»

  4. Mientras tengan medios de comunicación ultrafinanciados a tutti pleni a su disposición iremos mal.
    Y mientras la mayoría castellanoparlantes este casi siempre en peor situación, educativa, cultural y económica.
    Todos los sitios y ayuntamientos donde gobiernan son sitios decadentes.

  5. Si hacemos un repaso generalizado de la historia de Cataluña, podemos llegar a la conclusión de que siempre fue una zona mimada de una forma o de otra por el resto de España. Ya sin hablar de la potencia romana de Tarraco la actual Tarragona, y la Barcino capital del reino visigodo hasta que se fue a Toledo. Una Barcelona que se convirtió en el lugar de las Cecas o casas de fabricación de moneda, y fue el feudo preferido para residencia de los peces gordos visigodos. Cataluña con el reino de Aragón pudiendo disponer de sus cortes personales con plena autonomía, después en la época de los Austria buen rollo precisamente con esas cortes, donde solo supimos los catalanes meter la gamba cuando organizamos la primera república catalana al servicio de Francia en los años de Felipe IV. Guerra de sucesión contra Felipe V, que fuimos los catalanes los perdedores, pero aun así dispusimos de todo tipo de atenciones después por parte del mismo Felipe V, y ya no digo nada con su hijo Carlos III. Bien mirados por nuestra valentía en la guerra de la independencia, por nuestros apoyos a un progresista como el general Espartero que nos bombardeaba la ciudad de Barcelona, amigos muchas veces del carlismo, y también del anti carlismo que erradicábamos en la segunda guerra carlista con el marqués el Duero a la cabeza. Una revolución gloriosa en mil ochocientos sesenta y ocho con el general catalán don Joan Prim i Prats a la cabeza, una primera república don dos presidentes catalanes, una restauración con una Cataluña industrializándose cada vez más, unos años de un regeneracionismo totalmente apoyado por el nacionalismo catalán, hasta que apareció un gurú como el Macià que se inventó el separratismo, una dictadura de Primo de Rivera apoyada por la burguesía catalana, una segunda repùblica que quiso atender el sentimentalismo catalán desde las reuniones de san Sebastián, una guerra civil que salvo los bombardeos de Barcelona y la batalla del Ebrro pasó de largo en Cataluña, un franquismo que se preocupaba por una Cataluña cada vez más enriquecida y industrializada, y una transición democrática que dio pie a que los separratismos que se inventó el Quijote del Maciá se pusieran en marcha nuevamente, encima apoyados por un socialismo traidor a los intereses de la soberanía española. Este es el croquis generalizado de una Cataluña que siempre fue querida y respetada por una España, a la que ahora los malditos independentistas catalanes se permiten ultrajar e insultar, y luego encima no quieren entender que existamos tantos miles de catalanes, que seamos incapaces de compartir esta postura tan indecorosa y fuera de respeto que representa, pretender ofender a quien siempre estuvo de nuestro lado.

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