Gent consumida per l’odi que no són, per desgràcia, cap novetat.
Vaclav Havel fue un escritor, dramaturgo y disidente en la Checoslovaquia comunista que lideró la revolución de terciopelo y llegó a presidente de Checoslovaquia, primero, y de la República Checa después. Un tipo a quien hay que escuchar cuando se trata de analizar los fenómenos totalitarios, que él sufrió en sus propias carnes y sobre los que pensó mucho y bien.
Se acaba de publicar un librito de Havel titulado Sobre la política y el odio que reúne 2 de sus textos y que nos pueden ser de ayuda para comprender algunas de las dinámicas propias del nacionalismo que sufrimos en Cataluña.
Empezando por este retrato del nacionalista hiperventilado en quien arde constantemente la llama del odio, miri quines frases més adients:
- «Su odio me parece traducir siempre una gran aspiración insatisfecha, una voluntad incumplida e irrealizable, una ambición desesperada».
- «Las personas llenas de odio tienen permanentemente el sentimiento de que han sido engañadas».
- «En el subconsciente de los que odian duerme el perverso sentimiento de ser los únicos representantes auténticos de la verdad completa».
- «Quieren convertirse en el centro del mundo y se encuentran frustrados e indignados por el hecho de que el mundo ni les acepte ni les reconozca como tales, ni les preste atención alguna e incluso se burle de ellos».
- «Son como niños mimados o mal educados».
- «Intentan alcanzar lo inaccesible y están consumidos incesantemente por la imposibilidad de conseguirlo por culpa de ese mundo infame que se lo impide».
- «El hombre que odia es incapaz de buscar la causa de su fracaso en sí mismo… a sus ojos todo es culpa del mundo que le rodea».
- «El culpable debe de ser materializado, pues el odio necesita una víctima concreta».
¿No se entiende mejor, por ejemplo, todo el odio vertido por los nacionalistas contra la familia de Canet que quiere que su hijo estudie en catalán y español? ¿O los tuits rebosantes de odio que los lazis lanzan hacia todos los que no les siguen la corriente?
Frustración, sentimiento de haber sido engañados, incapacidad para la autocrítica y búsqueda del chivo expiatorio sobre el que concentrar todo el odio: Havel los caló perfectamente.
Dolça i retratada Catalunya…
Categories: Pensando bien
es lo único que saben decir y hacer, odiar, se piensan que con el odio van a conseguir algo, a mi no me encontrarán, la mayoría de los politicos catalanes, preceden del resto de España y son los que más odian, aqui tenéis a la Paluzie, su madre procede de Castilla, apellidos Hernández Fernández
El invento del separratiso catalán aumentó sus fuerzas a partir de la España de desastre que dejó el A Tus Zapatos, no obstante el continuo desastre de degeneración y miseria que han creado los independentistas en esta sorprendente región española, practicando una política de odio y difamación sin precedentes, creo que es hora para que permita recapacitar un poco a esos miles de catalanes que se dejaron arrastrar por una filosofía incoherente de un separratismo, que no tiene ningún sentido ni lógico, ni ético, ni tampoco de consenso o participación positiva por ningún lado.
Parece que a Josep Pla en una entrevista, le preguntaban sobre los dones y defectos de los catalanes, sobre los defectos creo que fue contundente en señalar la envidia. Por lo que representa el victimismo fuertemente arraigado, los ataques sin medida a los demás, Pla estaba en lo cierto, todo es pura envidia.
En la Republiqueta de Cuchufleta, a los niños extranjeros se les trata de integrar, a los niñoscespañoles se les aísla.
https://okdiario.com/espana/cataluna-aisla-ninos-del-resto-espana-aulas-acogida-como-si-fueran-extranjeros-8414349
el odio es la exposición pública de un complejo de inferioridad
Parece ser que en Dolça Cataluña no se han enterado del caso Playbol…
Suplico a CSI-Dolça Catalunya, que nos confirme, a la mayor brevedad, que Jesulín Djokovic tiene marcados antepasados catalanes. Porque todo hace parecer que sí. Esto sería un gran hito y orgullo del que presumir la Republiqueta de Cuchufleta.