El antiguo prosoviético dice que no era consciente de nada.

Que el nacionalismo separatista está lleno de vividores y sinvergüenzas que a la hora de la verdad se hacen caquitas y se escapan per les clavegueres, o más recientemente en el maletero de un coche, no es ninguna novedad. Pero en este extenso cuadro de deshonor que exhibe el nacionalismo, el diputado de ERC, Joan Josep Nuet, ha reclamado un puesto destacado con sus declaraciones en el Supremo.

El Tribunal Constitucional le hizo hasta 4 requerimientos como miembro de la Mesa del Parlament en relación con las distintas resoluciones que tramitó durante el golpe de estado separatista en 2017. Nuet pasó olímpicamente del Constitucional… y ahora dice que no, que él no desobedeció nunca al TC: «probablemente me equivoqué«, sostiene, pero nunca, nunca (antes me muero) se me pasó por la cabeza «desobedecer». ¡Menudo héroe!

¿La excusa?: soy un poco limitado y, a pesar de ser Secretario 3º del Parlament, no me entero muy bien de lo que me dicen: «Estaba convencido de que yo ni ignoraba ni eludía la recomendación que me hacia el Tribunal Constitucional (…) No eran consciente de que votaba resoluciones inconstitucionales«. Y eso que le avisaron 4 veces…

Y a lo mejor algo de eso hay, porque revisando su currículum vemos que Nuet fue secretario general de las juventudes del PCC, el Partit Comunista de Catalunya, el partido de los duros prosoviéticos que se fueron del PSUC cuando estos abrazaron el más moderado eurocomunismo y se convirtieron en traidores a la URSS y al padrecito Stalin para Nuet y los suyos. Ya se ve que muy despejado no era el chaval.

Como guinda, este personaje indigno quiso dejar claro que «yo no era independentista». ¿Y a nosotros qué? Como si quieres estar a favor de que Cataluña se integre en la Federación Rusa o se una a la Confederación de esquimales. Aquí no se juzga a nadie por lo que fuera o creyera, sino por lo que hizo, desobedeciendo al Tribunal Constitucional. Esto es como si me sanciona Hacienda por no pagar mis impuestos y yo me justifico diciendo que no soy seguidor de Bakunin. ¿Y qué?

Pero ni en sus patéticas excusas fue capaz Nuet de mantener un mínimo de dignidad. Ahora que ha saltado del barco de los Comunes para pasarse a ERC, igual le pareció demasiado fuerte lo de que no era independentista, así que matizó que, en realidad, lo que hacía era lo siguiente: «intentaba adecuar lo independentista a lo no independentista«.

Quin geni! Com si aquí es tractés d’adequar contraris: lo legal con lo ilegal, el golpe lazi con la Constitución, los delincuentes con la policía. Ai, Juanjo, que és més fàcil: la teva tasca a la Mesa del Parlament era aplicar les normes i prou. Fer-ne de noves, adequant no se sap què, és antidemocràtic i delictiu.

Lo dicho: ni un mínimo de dignidad y valentía. Y muy cortitos estos lazis. A tu amado padrecito Stalin, Juanjo, no le hubiese gustado nada.

Dolça i tonteta Catalunya…

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