La profecía del Conde de Barcelona, padre del Rey Juan Carlos

Nos avisó hace 28 años.

Corría el mes de octubre y presidía el Gobierno Felipe González. Era el año de 1992, España recordaba al mundo su asombrosa proeza americana y celebraba la plácida resaca de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Aprovechando el enorme potencial acumulado en 1975 (mínima deuda pública, impuestos inexistentes, burbujeante natalidad, potencial de infraestructuras), los españoles abrazábamos el futuro con optimismo. España estaba de moda.

Entonces no lo sabíamos, pero Jordi Pujol feia 12 anys que ens robava a mans plenes.

Corría pues octubre de 1992 y éramos felices. ¿Todos? No, algunos vislumbraban ya la semilla del mal que molts polítics s´afanyaven a sembrar y que cosecharían décadas más tarde.

El 18 de octubre un viejo marino, ingresado en la Clínica Universitaria de Navarra con cáncer de laringe, recibía visita de su nieto. Cuentan que estuvieron juntos dos horas, y que el viejo aprovechó para explicarle al muchacho, con su voz cascada,  la entrevista que ese mismo día le publicaba el Diario de Navarra:

«Veo a España mal, algo desgarrada y con su unidad amenazada»

El chico inclinó su metronoventaysiete, sorprendido. A su padre no le hubiera gustado escuchar eso.

-«Pero confío en que a pesar de las dificultades, con la colaboración, el esfuerzo y la renuncia de todos, consigamos que España siga adelante«

Juan de Borbón, Conde de Barcelona, entregó el alma 5 meses más tarde.

Hoy aquél muchacho de 24 años tiene 52 y es Felipe VI, Rey de España. Seguramente recuerde esas palabras, y otros consejos que su abuelo le confió en el lecho de muerte:

«Mi vida se la he dedicado plenamente a España, pero España no me debe nada, yo le he dado lo que he podido. Soy católico, practicante y profundamente creyente, con una devoción mariana acentuada. Me conmueven las mismas cosas que cuando era joven, pero principalmente el amor a la patria y el bienestar de los españoles. El dolor físico es más llevadero que el moral.«

Siga sujetando firme el timón, Majestad, pese a los embates del artificial oleaje. Siga pensando en España antes que en el poder. Siga desterrando con amor la semilla del odio bruto que muchos politicastros se afanan en sembrar. Siga consumiéndose por el bien común que tantos notoriamente desprecian. No haga mella en su ánimo el rancio republicanismo que sólo oculta ambiciones inconfesables de los poderosos.

Els espanyols necessitem la seva austeritat, claridad moral y valentía. Que es sólo la cobardía de los buenos la que fomenta la audacia de los malos.

Dolça i ferma Espanya…

 



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32 comentarios

  1. Me congratula coincidir contigo o con usted, Juan Carlos. Nací mucho antes de llegar la democracia a nuestro país, me ilusioné con la «libertad sin ira», acepté como una reparación la legalización del partido comunista, me ilusioné con una Constitución social y democrática de Derecho y con un Rey, Jefe del Estado en una Monarquía parlamentaria (el Rey reina, pero no gobierna).
    He sabido, después de pasado un tiempo de ignorancia histórica, que la II República nos pudo convertir en un satélite comunista de Rusia, que al Partido Socialista en 1934 y en 1936 les importaba un bledo la democracia y la libertad del ciudadano, buscando la dictadura del proletariado y un poder a toda costa, mediante golpes de Estado consecutivos, si fuera el caso.
    Los Reyes, la Monarquía, la Unidad, lejos de ser una falacia, son una realidad histórica y esa g* de pensar que todos son republicanos al nacer es de tontos, así como discernir entre Austrias o Borbones, entre protestantes y católicos. Es un hecho que si tuviera que votar votaría cien veces por el Campechano que acompañaba a empresarios españoles que por los comunistas anarco-sindicalistas y guerracivilistas o los socialistas desmembradores de Estados unitarios como el nuestro. Cantonalismo de Albacete nos espera si la República bananera se instala en España.

  2. Esto va para Daniel A.
    Has visto pocas películas o te anclaste en las escalinatas de la mentira del acorazado Potenkin.
    Puedes decir tu opinión y yo la mía, como monárquico convencido del cainismo de la izquierda.
    La monarquía parlamentaria supone un contrapeso de fuerzas políticas y es una garantía de la unidad de España, claramente en peligro por culpa de comunistas, nacionalistas y traidores a una democracia conseguida para todos y no mercancía de venta para oportunistas.
    Pecados personales los cometen todos los políticos y ni usted pediría que comunistas y el Partido criminal de Largo Caballero tuvieran que ser borrados de la lucha de fuerzas políticas, pero su traición y su vocación golpista (todos los golpes que hagan falta hasta que el poder sea nuestro y vivamos como Maduro).
    Viva el Rey, porque la República es una m*****, que enfrenta a hermanos y vecinos y exalta la envidia y la mentira con que se cartean con la inquisición mediática quienes no saben vivir en paz. Viva la Monarquía y su garantía de la unidad de España.

  3. Es que España no es un pais como los demas. Por eso la monarquía es su garantía principal de unidad, aunque cueste comprenderlo. No se trata de defender personas en particular.

  4. Nunca he entendido la defensa que hace esta página de los Borbones, que siempre fueron una desgracia para España, a diferencia de los Austrias. Y tampoco entenderé a los que se empeñan en identificar República con izquierda, solo por el infausto recuerdo de la II República. La monarquía actual no es garantía de nada, y ahí sí que debería hacerse un referéndum sobre monarquía o república. Es increíble que a pesar de todas las sinvergonzadas del campechano, aquí se le siga defendiendo.

    • ¡Bravo, Sr. Daniel A.!…Piensa Ud. exactamente igual que yo, y me reconforta mucho comprobar que, tras una larguísima travesía del desierto, cada vez somos más los que nos vamos dando cuenta de que identificar como sinónimos los conceptos de república e izquierda es un error monumental (que sólo beneficia a esta última, cabría añadir).
      Del mismo modo, identificar monarquía con salvaguarda de la unidad y pervivencia de la Patria (aunque sea desde la absurda y pusilánime teoría del «mal menor») no deja de ser otro error tan grande como el anterior.
      Por desgracia, en los artículos de Dolça Catalunya son frecuentes ambos errores de apreciación…¡Y no digamos ya en otros medios aún más acríticamente «hooligans» de la Monarquía!…
      Y así nos va a los españoles…Cada día con más y peores leyes y decretos bolivarianos social-comunistas-proseparatistas que no necesitan de ninguna República para su aparición en el B.O.E., basta con la firma, siempre solícita, de S.M. el rey Felipe VI.

      • Perdón por la insistencia…

        Pero, ya que parecen haber entrado de repente en una especie de mágica conexión cósmica…, ¿podrían ustedes enumerarnos aquí los motivos por los cuales piensan que “los Borbones siempre fueron una desgracia para España, a diferencia de los Austrias”?

        Y ya puestos, ¿nos satisfacen la curiosidad y nos cuentan cómo fue aquello del cambio dinástico, dado que la Hasburga y prognática dinastía era la leche en bote, faro de aquel Imperio donde no le faltaba a nadie el gelat de postre cada día?

    • ¿Cómo cuáles? ¿Alguna que supere las de cualquier partido político condenado por corrupción por sentencia firme, o grupete de separatas subvencionados para imponer el catalán en Valencia y acabar con la lengua valenciana en mi tierra, y salir pitando a Bélgica, Suiza, etc., tras intentar nada más y nada menos que un golpe de Estado contra la nación, con el que montarse el chiringo panca definitivo?
      ¿Y qué decir de esos “representantes” públicos, que jamás condenaron ni condenarán el terrorismo de ETA, y que nos lleva a confiar todavía más firmemente en la Constitución española, en el espíritu que la alumbró y la institución que la tutela?

      “A diferencia de los Austrias…”

      Quina bascollá que té el chiquet.

    • Me sumo a la conexión cósmica, pero con Juan Carlos.
      Pensar que «las sinvergüenzadas» del campechano (¿cuáles?, ¿quién las denuncia?, ¿cómo sabemos lo graves que son?, ¿quién ha pagado qué?) son pecados más graves que el blanqueamiento de terroristas, que hacerle el caldo gordo a los nacionalistas, que permitir la fragmentación de España ES una injusticia y una patraña. Mentarle Isabel II o Juan Carlos I a quien ahora reina, Felipe VI es una traición. Y creerse Dios o construir ídolos de metales preciosos o grandes chozas en Galapagar son un pecado de lesa traición a un Estado moderno con más de 500 años.

  5. 60.🚀🚀 Bye Bye, JUAN CARLOS I / Welcome, OTEGI. | 👌😎 inMatrix

  6. No sólo el Conde de Barcelona acertó:

  7. Don Juan ingresa en la Armada Española en San Fernando.
    Al proclamarse la República se ve forzado a seguir su formación en la Royal Navy.
    Como católico fervoroso jamás entró en la masonería. El resto del texto tiene la misma nula credibilidad….

  8. Este es el artículo más patético de cuantos llevo leídos en Dolça Catalunya (y ya son años haciéndolo).
    En el mismo, por un lado, se falta a la verdad con la idealización de la figura del «viejo marino» (me uno al «sic» expresado por Indapandensiá) D. Juan de Borbón. Y es que, en la realidad, el padre del Emérito hoy vergonzosamente huido de España no fue más que un turbio intrigante filomasón (probablemente masón él mismo), que vivió ”a cuerpo de rey» durante décadas gracias al dinero robado a los españoles y depositado en Suiza por sus antecesores…¡Nada nuevo hay, pues, hoy en día bajo el sol!…¿Que los líderes del Frente Popular -mal llamados republicanos- hicieron lo mismo, llevándose el oro a Moscú o México y viviendo de lo robado durante décadas? Pues, claro, eso también lo sé. Pero ello no debe servir de justificación para blanquear los desmanes de los Borbones. convirtiéndolos en piadosas personas que, supuestamente, viven «consumiéndose» (nuevamente, sin comentarios) por el bien común de los españoles.
    Por otra parte, el articulista nos insulta, de forma injusta y totalmente gratuita, a todos los que nos sentimos republicanos. Sres. de Dolça Catalunya, entérense de una vez:
    Ser republicano no es sinónimo de ser «rancio», ni «poderoso», ni mucho menos de tener «ambiciones inconfesables»…Un servidor es moderno, muy pobre y tiene por única ambición, por cuanto a la política se refiere, la de contribuir, en la modestia de sus posibilidades, a la unidad, la grandeza y la libertad de la Patria (justo todo lo contrario de lo que hoy en día padecemos, tras 45 años de infausta restauración monárquica).

    • ¿Con o sin ‘Países Catalanes’? ¿Con o sin nacionalismo vasco? ¿Con o sin independentismo gallego?

      Lo digo porque soy valenciano, y hasta la fecha no he visto un solo republicano que se precie, que no sea modesto partidario de ese falaz federalismo, cómplice de todo ese compendio de aberraciones ideológicas.

      Extraña patria nos vende usted, con tanta modestia, que permite que determinados colectivos fanáticos despilfarren el dinero de todos, fruto de nuestro esfuerzo personal o colectivo, para montarse toda una retahíla de chiringuitos nacionaleros con los que demoler nuestra identidad; nuestra unidad, nuestra grandeza y la libertad de todos.

      Dolça y modesta España.

      • Disculpe, Sr. Juan Carlos, pero todos esos «chiringuitos nacionaleros» que, como Ud. muy bien apunta, despilfarran «el dinero de todos» para «demoler nuestra identidad, nuestra unidad, nuestra grandeza y libertad», ya lo vienen haciendo desde hace muchas décadas…¡Y en pleno régimen monárquico!…¿O no es verdad lo que digo?
        Por contra, en la república que yo propongo (la República Nacional Española), todos esos grupos, cuyo fin último es la destrucción de la Nación y/o la agresión anexionista de unas regiones con respecto a otras (el caso que Ud. comenta de los delirantes Paīsos Catalans) estarîan directamente prohibidos, como lo están, entre otros muchos ejemplos, en las repúblicas de Francia, Alemania o Portugal.
        Así las cosas, y con el corazón en la mano, dîgame Ud. qué prefiere: ¿La monarquía actual o el modelo de república que yo le propongo?

      • Le he respondido a Ud., Sr. Juan Carlos, hace unos minutos…Pero, de momento, mi comentario no aparece por estar «awaiting moderation» (pendiente de moderación) según el robot del blog, al cual popular y cariñosamente conocemos como Rufianeitor (por lo malo que es)….Espero que el tema se subsane en las próximas horas.

    • Yo no soy monárquico ni anti monárquico: soy español y defenderé el tipo de Estado que mejor defienda (mis) nuestros intereses. Si la monarquía es un problema, seré el primero en querer derrocarla. Si la República nos lleva a ser una copia de la II que padecimos, soy el primero en luchar contra ella.

      A día de hoy soy un monárquico angustiado, porque Felipe VI se está auto inmolando sin dar la batalla. Y a la II República-2.0 nos la puso a huevo el Campechano.

      Y como soy español, pago impuestos y me apasiona la Historia, no me corto en criticar a los Borbones que se lo merezcan. Se llama libertad y la ejerzo. Y doy y daré tantos argumentos para defender mi postura, como vayan siendo necesarios.

      De Don Juan ya he trazado un esbozo. Creo que fue un pobre diablo, con poca personalidad e inteligencia, que puso su obsesión por el trono de España para escapar de sus muchos fantasmas de la realidad. Nadie le tomó en serio: ni la masonería a la que perteneció (se reconoció con la Iglesia antes de morir); ni el resto de Familias Reales europeas; ni Franco que lo caló desde el primer momento; ni la familia. Enredó lo que pudo (poco y mal) y murió lamentando su biografía vital. ¿Verdad, Rocío Ussía? Aún así, fue mejor que su hijo, que amenaza con volver pronto. ¿Verdad, Alfonso Ussía?

      Un hombre de verdad y un Rey que merezca serlo, no se va de su Patria bajo ningún motivo. Pelea y lucha, triunfa o muere. Si se le impvta, que se defienda. Y si es condenado, que acepte las consecuencias. Pero no se va de excursión como hizo su abuelo, que lo primero que preguntó al desembarcar en Italia, es si le habían reclamado ya de España, el muy infeliz.

      Hoy Felipe VI está mucho más débil que ayer. Y todo por cobardía.

      • Por si alguien va un poco perdido con mi comentario, me gustaría dejar claro que no soy monárquico. Vamos, que para instituciones pasadas de moda ya tenemos a Podemos, al socialismo, al conservadurismo nacionalista o al esperpento de Nicolás Maduro. Con esto quiero decir, que el país en el que deseo vivir es aquel lugar alegre de verdad que nos dieron nuestros padres; con una Ley que evitaría que volviéramos a vivir el horror que padecieron nuestros abuelos, y que ofrezca la certidumbre y la seguridad que garantice el futuro de nuestros hijos.
        Y dicho esto, no sé en qué parte de dicha norma se dice que un ciudadano español, el que sea, o de la institución que sea, no pueda irse a donde le dé la gana para pasar sus últimos días, o desde el que dirimir cualquier cuestión legal que sea de su incumbencia.
        ¿Pero de qué árbol se ha caído la gente? O mejor: ¿En qué mundo pensamos que vivimos? ¿En un plató gigante repleto de maldeducados, como Sálvame?
        ¿Acaso no creen que con los corruptos encantadores de serpientes supremacistas, con los que tenemos que lidiar todos los días por mor de nuestras estúpidas e inmeditadas decisiones democráticas, no tenemos ya suficiente castigo como para expiar además nuestras culpas con quién, como mínimo, merece se respete su presunción de inocencia?

        Dolça e ilegal España.

    • Llopis sempre ha practicat molt be l’humor involuntari. Pobre paio com el Martinez el Facha!

      • El Sr. Montella y sus infaltables insultos a mi persona: ”Martînez el Facha», «desviaciones mentales», «ves al psiquiatra»…Y, así, un dîa sí y otro también. Insulto tras insulto y sin aportar un solo argumento dialéctico.
        ¿Hasta cuándo, Sres. moderadores de Dolça Catalunya, van a seguir Uds. permitiendo esta situación?
        Y conste que lo pregunto no por mí (a mí los insultos del Sr. Montella por un oído me entran y por otro me salen) sino por el mantenimiento del nivel de educación y respeto en este blog, cosa que creo nos agrada a la inmensa mayoría de los lectores y contertulios del mismo…¿Se imaginan cómo se podría degradar el blog si muchos de nosotros lo empleásemos, como hace el Sr. Montella, con el exclusivo fin de insultar a quienes piensan distinto de uno mismo? En la red ya hay decenas de blogs de ese estilo, carentes, en mi criterio, del más mínimo interés…Sería una lástima que Dolça Catalunya derivase por esos derroteros.

  9. Creo que nuestra casa real nunca fue la Borbonica… los Carlistas tambien lo advirtieron. Los borbones son de palacete, los austrias y trastamaras de monasterio y castillo.
    Con ellos nos iba bien.
    Los borbones han capitaneado el hundimiento y ruina de nuestra tierra.
    Por que Felipe va a ser diferente?
    – algunos decis que pertenece a la orden de la jarretera y eso implica masoneria de obediencia inglesa.
    – participa en un funeral catolico y otro luciferino
    – no dice ni “mu” al desenterrar a Frankut
    – … cual es su personalidad? Tiene alguna? Tiene principios? O lo que toque en cada momento para permanecer?

    Siento no compartir la esperanza del articulo de Dolcha. Aprecio el intento positivo de dar animos a los verdaderos patriotas, pero no veo a Felipe capaz de hacer nada en contra del sistema.

    • Felipe VI es la encarcaciøn máxima del sistema y el único que, por ley y si Dios no lo remedia, tiene garantizado vivir eternamente del mismo hasta el final de sus días…Obviamente, en esas condiciones, nada va a hacer para cambiarlo, poniendo en riesgo su modus vivendi y el de su familia (en especial el de la princesa Leonor, su heredera al trono).
      Por desgracia, creo que tenemos Monarquía Bolivariana para rato.

  10. «Viejo marino» (sic) de la Royal Navy y que entonces ingresó en la masonería inglesa, por ver si le ayudaban a volver al trono. Y ni caso.

    Luego se fue a Estoril, donde parasitó de los «juanistas», mientras mantenía oculto en Suiza la abultada herencia que le legó su augusto padre.

    También tuvo todod los vicios propios de sus antepasados. Algunos inducidos por tragedias personales. No fue un buen padre, ni esposo.

    Quizás porque su cabeza ya no regía en condiciones, le llevó al Contubernio de Munich junto con toda la vez de la guerra civil española.

    Ya en democracia, vivió su época más tranquila una vez que «abdicó» en favor de su hijo, con el que siempre mantuvo una relación tensa hasta el final. Primero por la humillación de haberle «quitado» el trono; segundo, por ver los líos en los que se había metido. En su testamento vital, le advirtió del enorme riesgo de entregarse a los enemigos de España y, sobre todo, de las coyundas con los separatistas. El Gobierno felipista lo silenció con la connivencia de la Casa Real.

    Así le ha ido.

  11. España seguira adelante. Gracias, Don Juan III, Conde de Barcelona, por vuestra clarividencia y grandeza de espíritu.
    Los enemigos de España – separatistas y bolivarianos- son los de la Corona.
    Como decían nuestros mayores;
    Para que España viva: ¡Viva el Rey!

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