Ante las preguntas del referéndum de Mas, Rajoy puede retomar el liderazgo haciendo otra pregunta.
El Front Nacionalista sigue al milímetro su hoja de ruta. Ya ha publicado las preguntas-trampa del referéndum. Durante unas semanas nos machacarán con que «tenim dret a decidir», que nadie debe asustarse porque «només volem votar» y que «votar es democràcia». Y el lógico colofón: «si no ens deixen votar no són demòcrates». O sea, «Espanya és autoritària i per això volem ser lliures». Lograrán reblandecer algunos cerebros catalanes tras varias exposiciones a TV3 y la prensa subvencionada. Habrán avanzado un poquito más sus posiciones en la sociedad catalana. Y a por la siguiente.
Mientras tanto, el Gobierno de España calla y no hace nada. En la vida si no llevas la iniciativa sólo puedes reaccionar. Y eso no es bueno. Así que le damos una idea a Rajoy:
Pregunte formalmente a los órganos competentes, al Consejo de Estado y al Tribunal Constitucional si es posible realizar un referéndum unilateral en Cataluña sobre su independencia. Si es legal. Si se ajusta al ordenamiento jurídico. Si pueden dar una respuesta clara e inequívoca: SÍ o NO, y cuanto antes.
Haciendo esto conseguirá retomar la iniciativa, reforzará sus credenciales democráticas y desplazará la cuestión al ámbito técnico: ante la gravedad de la cuestión, el Gobierno no lo toma como algo personal y pregunta a una tercera parte independiente, cuyo dictamen acatará y hará cumplir. Y sobre todo visualiza que la Ley está por encima de las voluntades políticas, también de las del Gobierno de la Nación.
Si como dicta la lógica la respuesta fuera negativa a la posibilidad de referéndum, quedarían claras varias cosas:
– si la resolución fuera unánime, se visualizaría claramente que el tema es obvio e incuestionable y demandaría la unidad de todas las fuerzas políticas
– no sería el Gobierno de España ni un partido político quien lo dice
– abriría la puerta a que el Gobierno actuase DESDE YA obligado por la resolución para hacer cumplir la Ley, sin esperar a que se pudriera más el asunto y llegásemos a ver escenas lamentables que los nacionalistas desean y que les convertirían en mártires (retirada de urnas etc).
¿Y si la respuesta fuera positiva? Entonces seguramente España merecería el triste destino que el Nacionalismo le está diseñando.
Pregunte, señor Rajoy. Levántese del sofá tras el ágape navideño y póngase a trabajar.
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