Así vio el paraíso el extraordinario polígrafo argentino.
Qui era aquest mossèn? Que parli en Joan Manuel de Prada:
«Leonardo Castellani, un escritor que a mí me cambió la vida. Me cambió mi visión de mi vocación como escritor, y me atrevo a decir que salvó mi fe. Me salvó en un momento en el que mi fe estaba a punto de claudicar. Si hay una cesura en mi vida, sería el descubrimiento de Castellani. Castellani me abre el continente, para mí ignoto, desconocido, del pensamiento tradicional como una vía alternativa a las ideologías modernas. Castellani era un hombre turbulento, neurótico, muy difícil, que se peleaba con todo el mundo, menos con Dios«.
Léxico bufo, erudición alpina, penetración apocalíptica, genio impar. Así describe su personaje Benya la Cataluña de Sancompanys en su libro Los papeles de Benjamín Benavides el jesuita argentino, recluido por sus superiores durante 2 años en Manresa, de donde acabó fugándose:
«Lo que vi en Barcelona es absolutamente incomprensible (…) el infierno desatado, los hombres vueltos fieras… (…) el infierno detrás, y delante de él una riada de estupidez, maldad y miedo, cubriendo como un diluvio la gran ciudad. (…) Estuve en el irrisorio conato de ‘República Catalana’ de Companys. Presencié la ‘purificación’ de la última semana de julio, el rapto y masacre de familias enteras en lugares solitarios, el paseo de las cabezas sangrientas de 3 jesuitas en bandejas por las calles, cuerpos desnudos de monjas tirados en el suelo y mujeres y niñas bailando en círculo alrededor, y el incendio de todas las iglesias, menos la catedral… ¡Dios mío! ¡Lo que yo he visto!».
Com és que això no surt a TV3% ni als programes d’història de les madrasses de la Gene? ¿Por qué no hay un solo monumento en Cataluña a los más de 20.000 masacrados bajo Companys?
Dolça i infernal Catalunya…
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Pero los mandamases no se pringan nunca las manos de sangre, ellos siempre tienen preparada la fuga.
No.
La carne de cañón la ponemos siempre nosotros.
Aunque no creas que son poco precavidos:
Si tienen que volver a raptar a maristas franceses para cobrar rescate, robar la colección de medallas y monedas de oro del Museo del Prado o saquear los anillos de boda de los obreros pobres empeñados en el Monte de Piedad, lo hacen.
Después de todo hay que mantener la «legalidad republicana» o la «Generalitat en el exilio» con la dignidad que merece la gran nación catalana («que trabaje Rita»).
¡No sabe nada la casta!
Es asombroso que los mismos que se declaran «demócratas» quieran blanquear ese horror que ha tenido tantísimos testigos presenciales (Castellani es sólo uno de más )
¿Por qué los corruptos de políticos que nos hacen votar quieren hacernos ver lo blanco, negro?
Porque ¿»lo volverán a hacer»?
El Pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
La Segunda República Bananera fue el régimen del mal; seguramente por que malvadas eran las ideologías que la trajeron…
Nada por la que sentirse orgulloso p.