Un catedràtic de filosofia diu lo que el Sistema amaga.
Rafael Alvira, fallecido el año pasado, fue catedrático de Filosofía de la Universidad de Navarra. Escriví 20 llibres i centenars de treballs d’investigació. Su obra póstuma tiene un título para memorizar, El dogma democrático, donde podemos leer cosas tan interesantes como esta:
- Sobre el «constitucionalismo»: «La ‘Constitución’ es una idea meramente racional (…) pero dado que, al parecer, la razón no es medida por la realidad (…) sino solamente por su coherencia (…) cada Constitución tiene un valor simplemente hipotético, pues no se basa en la realidad concreta y no puede apelar, de facto, para legitimarse, más que al deseo de paz de las personas. (…) El pensamiento ‘constitucionalista’ está ligado a una interpretación matemático-geométrica de la razón».
- La divinización de la democracia: «Sin la virtud de la prudencia toda acción política se lleva a cabo por oportunismo político, y eso tiene como consecuencia una progresiva desilusión y una desconfianza de la gente ante la política misma. (…) Una democracia en concreto no es ni el mejor ni el peor de los ‘sistemas’ políticos realmente posibles, por la simple razón de que siempre hace falta encontrar el mejor ‘sistema’ para el lugar, momento y las circunstancias dadas. La salvación no vendrá -como hoy machaconamente se afirma- de acertar con una ‘verdadera democracia’, sino de la acción de un grupo cada vez más amplio de personas que busquen construir la Ciudad de Dios en el mundo».
- El timo del «pueblo soberano»: «La ficción del ‘pueblo soberano’ puede ser bonita, pero lo cierto es que políticamente el ‘pueblo’ son los gobernados, no se recuerda un lugar donde los gobernados manden, y si no mandan no tienen ‘soberanía’. ‘Soberano es quien decide en caso de excepción’, apostrofó brillantemente Carl Schmitt. El ‘pueblo’ no puede«.
- La importancia del glutinum social: «El ser humano no puede vivir sin ‘reunirse’ -somos sociales- (…) lo que reúne, lo que da una cierta unidad, por mínima que sea, a una sociedad (…) es la medida del ‘ser de la sociedad’. Él es por tanto también el ‘criterio último’ de su mantenimiento. Si se pierde la medida, si desaparece la forma que la constituye, se disuelve la sociedad. (…) El conocimiento de lo que somos y de dónde provenimos nos permite algo fundamental: poner el acento práctico después en todo lo que nos une, lo que nos identifica, y no en lo que nos puede separar. (…) No es posible ningún equilibrio pacífico sin un principio de unidad en la diversidad (…) Europa depende del cristianismo en su configuración sociopolítica».
No està pas malament, oi? Ni la Constitución es divina, ni la democracia salva, ni la soberanía popular es cierta, ni el cristianisme és irrellevant, ni se puede gobernar un país sin estimular lo que nos une.
Muy interesante.
Dolça i pensadora Catalunya…
Categories: Pensando bien
Hay que decir que lo que decía Alvira, si bien con matices diferentes, lo dicen otros pensadores europeos; lo que pasa es que esto sólo se sabe en la profesión: los que han estudiado Ciencias Políticas y sus profesores.
Es decir, que los que mandan en el PP y el PSOE, PODEMOS, JxS, aunque seguramente no los primeros espadas, etc lo saben perfectamente.
Sin embargo prefieren dárnosla con queso.
¿Por qué?
Pues porque para eso precisamente nace y se utiliza el timo «democrático»:
Para robarnos tranquilamente y si te quejas que te tapen la vota con:
«Es democrático; lo ha votado el Pueblo» (sic)
(En este momento haríamos bien en contar cuántas personas del electorado han votado a Pedro Sánchez y a sus socios de saqueo; porque nos quedaríamos de piedra -o a Feijoo-)
El problema es que no existe por ahora otro sistema.
La solución es evidentemente tener esto presente y NO DAR AL POLÍTICO MÁS PODER Y MÁS DINERO QUE EL QUE DEBE TENER.
Y es que aquí está el problema:
Con el timo democrático, desde 1978 los políticos cada vez tienen más poder sobre nuestras vidas y cada vez tienen más dinero.
Mucho más que Franco; y eso que era un dictador.
¡Y encima los políticos que tenemos son más inútiles, más irresponsables y más derrochadores!
Sólo cabe entonces tener bien presente que esto es un timo, que ningún político tiene número suficiente para gobernar, que no pueden tener poder sobre nosotros más del estrictamente necesario y que tienen que tener RESULTADOS -por lo menos los mismos que cada uno de nosotros los tiene que tener en su profesión u oficio-.
Desde 1978 los políticos que votamos se han convertido en nuestros enemigos, una prueba más de que el sistema no funciona.
Hablar de la verdad a medias, como hace este diario de Dolça Catalunya, de lo evidente, es colaborar en cierta forma con las mafias y las delincuencias que evidencia. Es malo mojarse, se entiende, se pone en peligro el chiringuito. Más cómodo aceptar florituras a exposiciones de otros personajes, que si mojaron aun a riesgo de que las mafias acabaran con su vida como le paso a D. Rafael Alvira. No se puede hablar de todo sin mojarse en nada, segando sin piedad la opinión de otras voces.
Dolçé Cataluña tira la piedra y esconde la mano y así nos pinta a la Cataluña democrática, denunciado a las mafias pero evitando que alguno de sus lectores las denuncie,
La realidad con verdades duele, como duelen todas las verdades a quienes viven de la mentira.
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