Ens ha deixat el millor torero català de la història, en Joaquín Bernadó

Cautivó con su arte a plazas de toros de todo el mundo.

Joaquín Bernadó Bertomeu había nacido en Santa Coloma de Gramanet en 1935, en una Cataluña muy taurina, y pronto demostró querencia, habilidad y arte para torear. Su afición se remonta a cuando, con 7 años, su padre -gran aficionado- le llevaba a todas las corridas que se daban en Barcelona, que entonces eran muchas. Como explica Andrés Amorós en ABC en un sentido artículo, Bernadó «afirmaba con rotundidad algo que puede extrañar a algunos: Barcelona ha sido la mejor ciudad del mundo taurino».

Debutó como novillero en Manresa en 1950, y tomó la alternativa en Castellón en 1956 por todo lo alto: su padrino fue nada menos que Antonio Bienvenida y su testigo Julio Aparicio.

Torero de fina elegancia y depurado arte, toreo mucho y bien entre 1956 y 1990. En Barcelona llegó a torear en 243 ocasiones y en México ha sido el torero español que más veces ha toreado, casi en 200 ocasiones. Como explica Amorós, «Don Pedro Balañá tuvo la visión de emparejarlo con Chamaco. Los dos formaron una verdadera revolución: Antonio, más tremendista; Joaquín, más clásico. Toreaban domingos y jueves, muchas semanas».

Y añade: «Poseía una evidente clase: facilidad, elegancia natural, sencillez. Mostraba esas cualidades lo mismo ante toros fáciles que ante los más duros: obtuvo grandes éxitos matando Miuras. Toreaba muy bien con los pies juntos, era excelente lidiador. Inventó una peculiar forma de manoletina, la ‘bernadina'».

En 1988, a propuesta de María Aurelia Capmany, Pasqual Maragall le otorgó la Medalla de Oro al Mérito Artístico de Barcelona.

Con su muerte, en Cataluña hay un poco menos de arte, pero su recuerdo y ejemplo nunca nos dejarán, demostrando que la Cataluña estrecha y opresiva del nacionalismo nunca ha sido la Cataluña real.

Gràcies per tot, mestre, compta amb les oracions del dolços i ajudan’s des del cel a que Catalunya torni a ser terra d’art i no d’exclusió.

Dolça i taurina Catalunya…

 



Categories: Arte dulce, Catalanes universales, Tradiciones

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4 comentarios

  1. Si als bous, visca les Terres de l’Ebre¡

  2. Nada hay perfecto en este mundo. Se puede ser españolísimo y al mismo tiempo repudiar la corrida como un acto de crueldad y de barbarie injustificable. Se pued ser muy tradicionalista y reconocer que la tradición taurina es pésima. Es más, quien de verdad ama a España y ama la tradición no desea otra cosa que ennoblecerlas y librarlas de todo lomque puedan tener de malo. Y la tauromaquia lo es. No una fiesta nacional, sino una vergüenza nacional.

  3. 11 de setembre… ¡Toda la razón! Y la mejor descripción que he visto explicado en en pocas palabras del inventado, supuesto, alucinante y acuciante «problema catalán»…

  4. «…demostrando que la Cataluña estrecha y opresiva del nacionalismo nunca ha sido la Cataluña real….»

    Es que Catalunya es una creacion colectiva imaginaria y se refuerza solo por tecnicas de control mental social como el victimismo fiscal, la «upresió de fa 300 anys» y la supuesta intolerancia dels «aspañols fechistes».
    Lo que si existe es un conjunto de personas que tienen unos rasgos culturales similares, de origen provenzal y aportaciones hispanas, que se obstinan en generar una administracion publica independiente del resto del mundo, para poder seguir trincando a placer
    Tambien hay otro grupo que convive con el anteriormente citado, que no piensa igual, pero hace bien poco por miedo o por conveniencia

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