Algo a dir, despotaires de la Generalitat?
George Orwell describió el totalitarismo con maestría en su obra 1984: “Toda grabación ha sido destruida o falsificada, todo libro reescrito, toda fotografía retocada, toda estatua y edificio público rebautizado, toda fecha ha sido alterada. Y el proceso continúa día tras día y minuto a minuto. La Historia se ha detenido. Nada existe excepto un presente sin fin en el que el Partido siempre tiene razón”.
Quien se encargó de reescribir la historia para encajar el nacionalismo, mucho antes que el fabuloso Cucurull, fue Rovira y Virgili, el santón del nacionalismo catalán de izquierdas. Vea cómo lo explica Josep Pla en su Proteccionistes i lliurecambistes:
«Un dia vaig sentir al senyor Rovira i Virgili, a la redacció de ‘La Publicitat’, parlant del segle passat, que les guerres civils (carlines) que hi tingueren lloc foren una vergonya nacional, que s’havien d’esborrar de la memòria de la gent, que s’han de donar per no existents, com si no haguessin existit mai. El senyor Rovira i Virgili parlà amb aquest punt de contenció forçada de l’home sord i apassionat. Les persones que tenia davant (Feliu Elias, Carles Capdevila, Josep Maria de Sagarra, etc.), molts dels quals admiraven l’articulista per les raons habituals, quedaren sorpresos i astorats. Sagarra estrenyé les barres, cosa que de vegades feia, quan s’empipava, i li digué:
-Jo comprenc que de vegades els historiadors tinguin moments d’avorriment i de molèstia, en estudiar les coses que tenen entre mans. Ara: això d’esborrar un fenòmen històric, que tingué tanta trascendència en el nostre país durant tot un segle, que afectà d’una manera directíssima tots els seus habitants, em sembla molt fort, desorbitat… sobretot (afegí Sagarra després d’una curta pausa) si el que formula aquestes coses aspira a ser un historiador seriós i remarcable.
Els qui érem presents esperàvem una resposta. No se’n produí cap. Probablement Rovira, que era molt sord, no sentí el que havia dit el poeta Sagarra, que no era carlí, sinó tot el contrari, encara que la seva família s’hagués arruïnat en la primera guerra civil, com li vaig sentir dir tantes vegades».
Queda clar: Rovira i Virgili, historiador de capçalera del nacionalisme, manipulava la història para encajarla en sus prejuicios ideológicos. Un auténtico jeta, que por cierto militó en ERC.
Por eso tiene importancia lo que Rovira dice en su obrilla Catalunya i la república (1931)a propósito de la agrupación de «nacionalidades» y de la enseñanza en lengua materna:
«El único problema concreto de esta clase que existe en Cataluña, es el de la parte de la población de lengua castellana, concentrada principalmente en Barcelona y los municipios circundantes, cuya proporción ha aumentado fuertemente desde el último tercio del siglo pasado hasta hoy. La existencia de una masa de habitantes no catalanes en Barcelona y en su cercanía suscita un problema complejo (…) Los catalanistas [como se llamaban entonces los nacionalistas para no asustar] reconocemos que la enseñanza escolar ha de proporcionar a los catalanes el conocimiento de la lengua castellana; pero creemos que por esto no es necesario enseñar forzosamente ‘en castellano’, sino que es suficiente con enseñar ‘el castellano’. Donde encontraríamos admisible la enseñanza en castellano es en las escuelas que fueran establecidas en Barcelona para los alumnos cuyos padres, no siendo catalanes, quisieran que la enseñanza de sus hijos se hiciera en la lengua paterna.
El problema tiene algunos matices delicados y hasta resbaladizos; pero los catalanistas mantenemos en este punto la tesis ampliamente liberal, tan exenta de provincianismo triste como de inflado chovinismo«.
Un petit comentari:
- Rovira -com tot ideòleg nacionalista- ve un problema en la diversidad.
- Lo de residentes en Cataluña procedentes del resto de España no es un plan maquiavélico de Franco (com s’esveren els llazis), sino un fenómeno normal desde 1870.
- Rovira no entiende que los catalanes tenemos 2 lenguas; lo suyo es el dogma nacionalista de «una nació, una llengua».
- Rovira plantea la base de la «normalització»: no enseñar en español, sino hacerlo el español, como si nos fuera una lengua extranjera.
- A pesar de ello, admite que haya escuelas donde se pueda escolarizar en la lengua paterna. Eso sí, quedarán marcadas como de «no catalanes».
- La «tesi liberal» vol dir que el poder político es quien impone la educación a los niños, usurpando el derecho de los padres. No nos gusta ni de un color ni de otro.
Hasta los fundadores ideológicos del nacionalismo y de ERC admitían la enseñanza en español, aunque en una especie de apartheid. ¿Lo admitiría hoy ERC?
Dolça i bilingüe Catalunya…
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Cambiar y manipular la historia, para eso se valen solos los separratas. La fiesta de la Diada la conmemoran como una lucha que se hizo en favor de una Cataluña independiente, que saben que es falso pero lo mismo les da. O como aquella pintura que presentaron una vez, de una época de los tiempos de Felipe V que aparecía una bandera rojigualda de España, cuando aun no existía esa bandera, pero a ellos les tiene sin cuidado meter la gamba, es la publicidad insidiosa lo que siempre les precede.
Como dijo Aristóteles hace un par de días, «El bien común es el que une a las comunidades». Y como dijo Esopo, «La unión hace la fuerza». Y como dijo Julio César, «Divide y vencerás». Está claro que nuestros políticos conocen la senda del poder, pero no la de la razón y el bien común, entre otras cosas porque son sendas antitéticas.
Cada día más anclados en el XIX, estos lazis, pero es conveniente conocerlos. Huelen a facherío pero bien.
a nadie le importa lo que quieran o dejen de querer estos payasos