La decadencia barcelonesa: hasta los jóvenes se van de juerga a Madrid

Un altre símptoma de l’ensorrament de Catalunya.

No vamos a repetir lo que venimos explicando desde hace años: Barcelona s’enfonsa, i amb ella Catalunya sencera. Ya no es atractiva. Se piran las empresas, las familias, los capitales, las inversiones, la cultura, el talento, la industria… Y ahora hasta los jóvenes se van de copas a Madrid.

Así lo explica 20 Minutos:

«El viaje en tren permite moverse del centro de una ciudad al centro de la otra: de Sants a Atocha y viceversa, lo que facilita llegar a las discotecas, abiertas en Madrid con el consentimiento del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que ha hecho bandera de las pocas restricciones aplicadas en la restauración y el ocio nocturno en comparación con otras comunidades autónomas. (…) «Vamos a Madrid porque queremos visitar la ciudad y también salir de fiesta«, ha señalado otro joven».

I no és pas un tema del virus o dels tancaments de la Generalitat: ya pasaba antes y seguirá pasando, porque en Madrid hay algo que Barcelona ha perdido. Hay libertad, diversidad, acogida y alegría. Y la política no es el centro de la vida.

Dolça i repulsiva Catalunya…



Categories: Huid del nacionalismo

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11 comentarios

  1. Me pregunto cuántos de estos jóvenes que se lo pasan tan bien en Madrid luego votan lo que votan para que los que se tengan que quedar en Barcelona se lo pasen tan mal.

    Como siempre, la basura, para los demás.

    !Ah!, pero no es una basura cualquiera…

    Es una basura NUESTRA que habla CATALAN y que es PROGRESISTA….en catalan, seguro.

  2. ¿Se imaginan que a todos los que quisieran venir a Madrid les exigiéramos, institucionalmente, que hablaran el Cheli en el nivel doble K, que se supieran de memoria el tango de la «Pobre chica la que tiene que servir», y que llevaran parpusa para acceder a las discotecas del lugar?

  3. El AVE de los viernes hacia Madrid va lleno, y los domingos vuelve a Barcelona lleno también con gente de todas las edades.

  4. … le queda Barcelona Mobile – con sus angelitos azules, ferias y hubs de java, linux y abap – y el turismo. Al tiempo, la divina Barcelona en caida libre.
    Dantesco.

  5. cuando empecé a ir a Barcelona te lo pasabas muy bien, y habia bares de todos los gustos y colores, desde los clasicos La Paloma al Sutton pasando por luz de gas, torres de Avila, o de ambiente como las salas arena, o el c* tu prima. Ese mundo ya desapareció y actualmente no queda nada en pie, o casi nada. Algunos locales de la plaza Reial ruidosos y llenos de guiris borrachos, y salir por la noche da miedito, cuando no te viene un pesado a hacerse el «messi » para robarte la cartera, o te arracan el I phone en la puerta del hotel. Colau y sus secuaces han convertido la otrora capital del sur de Europa en un mojon.

  6. Allá por los años 90 en una de mis visitas por trabajo a Barcelona fuí con mi mujer de entonces y recorrí en el bus turístico parte de la ciudad, y me dije : tengo que volver algún día sólo de vaaciones. Empezó el procés y esa promesa se acabó. Ahora en algún fin de semana largo o puente donde si pienso ir es a Madrid, sobre todo a ver algún musical. Barcelona ha quedado para la morisma y franceses con alpargatas,

  7. Conclusión de los calamity prusesistes: la culpa de Madrit, Madrit ens roba i Ayuso també.

  8. No quiero dar malas ideas, pero al régimen no se le ha ocurrido, o a mi me lo parece, catalanizar el reggaeton para los jóvenes. Ésto de momento se les escapa.

  9. La culpa es de Franco.

    Ah, no, espera…

    Sí, sí, vale también.

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