El mito del «pueblo alzado» el 3 de octubre fa riure.
El pobre Ninyato Aragonès y García (el catalanitzador de cognoms ha de treballar doble), el masover de la Gene, intenta cultivar una imagen épica del nacionalismo, donde todo es valentía, heroicidades, rebeliones, una mezcla entre el Capitán Trueno, Conan el bárbaro y Espartaco… pero la realidad es la que es. Y es muy, muy cutre.
Cigronet nos pinta lo de octubre de 2017 como la toma de la Bastilla, la caída del palacio de invierno y la caída del Muro de Berlín, todo revuelto y a la catalana:
Pero como la mentira tiene las patas muy cortas, llega un profe de la Universitat de Girona i li recorda a Cigronet Aragonès la realitat:
Doncs el que va passar és indiscutible: heroicidades pocas… maleteros, excusas cutres y susórdenes Soraya todas las que queráis.
I és que el mite llazi d’octubre de 2017 no s’aguanta. Va ser una vergonya per a tots els catalans, nacionalistes i normals.
Pobret cigronet, quin desencís.
Dolça i somniatruites Catalunya…
Categories: Dando el golpe
De buena tinta me enteré hace tiempo que los gobernantes Generalitat Cataluña extraían cada año un 20% del presupuesto anual para ir creando depósito suficiente para el día de la Independencia. Me pregunto si eso sería posible sin que lo detectaran los funcionarios de la Agencia Tributaria de España. Entonces a lo que voy, ¿Aragonés y Artadi se pusieron a las órdenes de Sáenz Santamaría por cobardicas los que más o para intentar ocultar a los funcionarios de España que entrarán a fondo en las cuentas de la Generalitat y descubrieran ese desvío de ingentes cantidades del presupuesto que pagamos todos???
Si Calígula pudo Imperar en Roma y Stalin en la URSS, porqué no este cortito de vista, no lo va a hacer aquí. La gracia está que no se exige título de ninguna clase para estar en las instituciones mangando y ordenando sin ton ni son-
En Patufet fa més llàstima que una altra cosa.
Que bueno Ricard Rigall, el zasca es de antología, jeje, vamos de traca, buenísimo.
Los cigronets suelen ser muy épicos, ellos…😉
Vamos, la Historia para ellos es como…un cuento.
Uno ve lo ridículos que son los nacionalistas actuales y el calibre de las mentiras que estilan para crear mitos entre la borregada y se da cuenta de que en el pasado no debió de ser muy diferente. Una pandilla de chorizos se liaron a unas banderitas y reinventaron el tocomocho para secarles el alma a los ignorantes de campo y sacarle la pasta a todo el mundo. .
Más de cien años con la estafa. Ya está bien.
Que la izquierda sea su aliada más fiel, su chacha al servicio de los amos, es incomprensible.
Qué bueno lo del «Cigronet» jajaja. El Cigronet barbudo.
Se mantuvo firme en el maletero. De hecho no pestañeaba por si se le escapaba alguna kk-ita
¡Porfa DC! ¡Dejadnos ver las siempre interesantes aportaciones de Vicente Torres! ¡Gracias anticipadas! ¡Que con la «moderation» me tenéis en ascuas!
Plegats som imparaplas, querra decir que los han dejado plegats como una servilleta
Quanta dignitat!!.
Dempeus!!
Ni un pas enrera!!
Pèrè Àràgònès ì Gàrcìà tiene el mismo problema que la Cataluña oficial: que todos son tontos, malos y corruptos. Y que si no fuera por los políticos monclovitas, a los que se lo deben todo, les comía la 💩💩💩
De ahí que intenten aparentar siendo algo con tuits ch0rr@$.
Vicente Torres
miércoles, 6 de octubre de 2021 • 7:24
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El porvenir de los catalanes en manos de este. Le pusieron una caja para que se subiera y parecer más alto y se lo ha creído. Se le ha ido la tontería a las nubes.
Todo en los catalanistas es grotesco.
Pero los empresarios catalanes, incluyendo a los fugados de Cataluña, siguen exigiendo trato de favor. La vergüenza ha desaparecido.
De aquella Cataluña en donde abundaba la gente con una educación esmerada y una laboriosidad digna de encomio ha dado paso a una Cataluña de patanes, como Rufián, Aragonés y Rahola, de payasos malos, como Junqueras, de cretinos, como Mas, de gilipollas, como Puigdemont.
No hablemos de la suficiencia y aires de superioridad con que se presentan los grandes financieros y empresarios, impostores todos. Porque ninguno ha salido a poner orden.