En 1714 «Castilla no conquistó Cataluña: Francia conquistó España»

Marcelo Gullo desfà el mite nacionalista de l’11-S.

Marcelo Gullo, el professor argentí autor del magnífic Madre Patria del qual ja n’hem parlat, ens explica un nou mot: zoncera. ¿Qué es una zoncera? Dice la RAE que es una sensación de desorientación o turbación que impide pensar con claridad. Aplicado al mundo de las ideas, el profesor Gullo las describe como ideas falsas, dominantes, introducidas en nuestro entendimiento desde la infancia y repetidas ad nauseam por los ideólogos en las escuelas y medios de comunicación. Las zonceras excluyen la discusión y no se argumentan; por eso no se debaten, y quien se atreve a hacerlo es insultado o silenciado.

Això -diu en Gullo- és lo que passa amb la gesta espanyola a Amèrica. Y lo que pasa con el nacionalismo catalán, que para el profesor es la «invención de un sentimiento antiespañol producto de la falsificación de la historia». Esto es lo que nos cuenta Marcelo Gullo sobre las zonceras nacionalistas:

«En el relato construido por el nacionalismo catalán, en el sito de Barcelona se enfrentaron castellanos contra catalanes. Sin embargo, la realidad histórica es que entre los que sitiaban Barcelona en 1714 para imponer al francés Felipe V había muchos catalanes, de la misma forma que había numerosos castellanos dentro de las murallas de la Ciudad Condal que luchaban a favor del archiduque (…). Para no ocultar mis sentimientos, añadiré que yo habría defendido Barcelona frente al francés. Sin embargo, los regimientos catalanes de Dragones ‘Pons’, ‘Camprodón’, ‘Picalqués’, ‘Grimau’ y ‘Tarragona’ apoyaron a Felipe V, y fueron los de ‘Camprodón’ los que evitaron que el francés fuera capturado por los austracistas en 1710. (…) De ninguna manera Castilla conquistó Cataluña en 1714; resulta más acorde con la verdad histórica reconocer que Francia conquistó España y que un francés gobernó a castellanos, aragoneses, gallegos, andaluces… y catalanes durante 45 años y 3 días.

La realidad de la historia es que el nacionalismo separatista no existía en 1714, por la sencilla razón de que a ningún catalán se le pasaba por la cabeza la idea de separar Cataluña de España, pues una cosa era demandar fueros y otra muy distinta reclamar la independencia. (…)

Por otra parte, lejos estuvo el gobierno de los Borbones de tratar a Cataluña como una ‘colonia’. Cataluña fue la región más favorecida por las políticas económicas -entre otras, la prohibición de importar manufacturas textiles- implementadas en España por la nueva monarquía. De hecho, fue precisamente a partir de 1714 cuando Cataluña vivió su etapa más esplendorosa desde el punto de vista económico, convirtiéndose en poco tiempo en una de las regiones más ricas de España. (…) Fue así, gracias a los privilegios económicos recibidos, como Cataluña se desarrolló industrialmente (…) En aquel momento, los demás españoles decían que Cataluña ‘trataba a las otras regiones de España como si fueran colonias catalanas (…) los políticos, los intelectuales y los periodistas catalanes les contestaron al unísono que todo era por el bien de España».

I què te a veure aquesta zoncera amb Amèrica? Gullo lo explica: «En el relato imaginario inventado por el nacionalismo catalán, el sitio de Barcelona de 1714 es el equivalente al sitio de Tenochtitlán de 1521. De ahí la solidaridad de los separatistas catalanes con los indigenistas fundamentalistas hispanoamericanos«.

Recordem el mot tan explanador: zoncera. Tendremos que volver sobre Madre Patria, verdadera obra maestra de Marcelo Gullo, imprescindible en cualquier hogar dolço y de la misma liga intelectual que Imperiofobia y Fracasología.

Dolça i zoncerejada Catalunya…



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10 comentarios

  1. Los pocos que leen un poco saben la historia , pero claro échale webs e intenta contarles a los televidentes de NODO3 quién fue Casanovas y qué fue realmente la revuelta de los segadores, o te asesinan o acabas cortándote las venas por hartazgo y hastío . Han convertido los hechos en dogmas , no se admite discusión so pena de ser acusado de fascista . Yo a mis rosales y que les den .

  2. ¿Qué seguimos con la CENSURA?.

  3. A Cataluña le fue muy bien con Felipe V porque llegó la masoneria con él, y por la razón que fuera se acomodó principalmente en Barcelona, y se empezaron a aplicar políticas proteccionistas desde Madrid para favorecer sus actividades mercantiles e industriales, de hecho hace muy poco que la Forcadell celebró en la Generalitat el 300 cumpleaños de la masonería en España, por youtube están los vídeos, HAY QUE EMPEZAR A HABLAR CON RIGOR DE LOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS.

    Apunto otra cosa, en las postrimerías del Reinado de Carlos II todas las Cortes europeas se estaban repartiendo España, pero no sólo la España centroeuropea, si no la peninsular, con los austriacos como grandes y peores conspiradores.casi más que los franceses, de hecho los austriacos fueron simplemente unos traidores después de lo que hizo España por ellos durante 150 años, hasta el mismo Carlos II sintió una porofunda indignación cuando se dio cuenta de la Conspiración de todos los países europeos, Francia no invadió España, los españoles se vieron en la tesitura de elegir entre dos candidatos, es que además Felipe V fue recibido con júbilo por los españoles, ¿QUÉ CONQUISTA FRANCESA, DÓNDE, CUÁNDO, CÓMO?????????la victoria francesa lo que supuso fue la llegada de la masonería y la liquidación de los hidalgos, ya que estos lucharon en el bando austracista y Felipe V no se lo perdonó, desconozco porque los hidalgos lucharon en el bando austracista, supongo herencia de los tercios.

    Hay historiadores hispanoamericanos verdaderos, no como este hombre, porque un fallo tan garrafal demuestra un profundo desconocimiento, y desde luego el mito nacionalista está más que desmontado por muchísimos historiadores españoles incluídos catalanes, pero desmontado de verdad, no con una par de lecturas la tarde antes.

  4. Espero que esta vez lo publiquéis:

    HISTORIA REAL VERSUS LEYENDA OFICIAL
    .
    El 25 de agosto de 1580 un impresionante ejército español mandado por el III duque de Alba y compuesto por abundante caballería y diez tercios de infantería, entre los que se contaba el vetera-no de Nápoles, derrotaba al portugués en la batalla de Alcántara y otras escaramuzas menores. Dos años antes de que la última resistencia del prior de Crato y sus aliados franceses fuera aplastada en las Azores por otros tres tercios embarcados, el 25 de marzo de 1581 las Cortes de Tomar aclamaron como legítimo rey de Portugal a Felipe II. No en va-no era el primogénito y heredero de Isabel de Avis, la amante esposa de Carlos I que, además de poseer una afamada belleza, había actuado como eficaz regente de España durante las frecuentes ausencias del emperador. A partir de entonces, en el Imperio español no se pondría el sol porque tenía posesiones en casi todos los husos horarios, incluyendo las españolas en Europa, América y el Pacífico, y las portuguesas en Asia, África y los océa-nos Atlántico e Índico.
    Felipe II ha pasado a la historia como un eficaz gobernante, pero cometió el error estratégico de establecer la corte, hasta entonces itinerante, en Madrid en lugar de hacerlo en Lisboa, la capital natural para un imperio que se extendía por seis de los siete continentes y que dependía de las comunicaciones navales más que de las terrestres. Como consecuencia, los portugueses siempre se sintieron ciudada-nos de segunda en su propio imperio. En 1640 aprovecharon que los tercios andaban muy ocupados combatiendo a los regimientos franceses en Flandes y Lombardía para independizarse unilateralmente, a fin de no contribuir al esfuerzo bélico, como era su obligación. Lo mismo hicieron los catalanes de forma simultánea. El segundo error estratégico lo cometió Felipe IV cuando apostó por retener Cataluña y descuidar Portugal, en lugar de hacerlo a la inversa, pues el comercio portugués era imprescindible para sanear las cuentas del Imperio. Es más, los propios catalanes suplicaron su readmisión tras sufrir durante una década la invasión francesa. Este es un tema que suelen omitir los independentistas en sus fantásticos relatos, como también omiten que fue ese y no otro el motivo por el que la mitad de los catalanes se alió con el archiduque Carlos de Austria y no con Felipe de Borbón en 1700, durante la guerra de Sucesión, que no de «secesión».
    De forma harto incomprensible, ni al propio Felipe II ni a sus dos sucesores homónimos se les ocurrió la brillante idea de reclamarle al papa el título de emperador de España que ya había sido concedido a Alfonso VII por Inocencio III. En su lugar, algunos españoles actuales suelen denominar a esa entidad como «Unión Ibérica», una falacia del tamaño del Titanic. Nunca se llamó así en los siglos XVI o XVII y es un término, además, absurdo del que habría renegado el propio duque de Alba, al ser mucho más culto que nosotros.
    Los lusita-nos que habitaban el centro del actual Portugal, los célticos del Algarve y los galaicos de Braga nada tenían que ver con los iberos. Tampoco los astures de León, ni los vetones de Ávila, ni los vacceos de Valladolid, ni los cántabros de Santander, ni los caristios de Vizcaya, ni los arévacos de Soria, ni los carpetanos de Madrid, ni los oreta-nos de Ciudad Real, ni siquiera los turdeta-nos de Sevilla. Pero es que tampoco eran ibéricos los basteta-nos de Málaga, los contesta-nos de Murcia, los edeta-nos de Valencia, los ilercavones de Castellón, los ilergetes de Lérida o los layeta-nos de Barcelona, aunque tuviesen una lengua y una cultura común que los arqueólogos han venido en llamar ibérica en un afán didáctico y simplista. Stricto sensu, solo podían considerarse ibéricos los indigetes de Gerona y los sordones del Rosellón, los únicos indígenas conocidos por los griegos. Fueron ellos quienes se inventaron ese nombre tan atroz como irrespetuoso con el original «Spal», cuya raigambre no es fenicia ni está relacionada con los conejos, sino tartesia, pues alude a una de las siete urbes de su heptarquía: la actual Sevilla.
    En 1580 no se consiguió ninguna unión, sino una reunificación: la de las Hispanias Citerior y Ulterior, fundadas por los roma-nos en 197 AC o, si se prefiere, la del regnum Gothorum, fundado por los visigodos en 415 y llamado Hispania desde 673. Una entidad política y geográfica que se conoció como España desde que el romance sustituyó al latín como lengua oficial en el siglo XIII. Por lo tanto, resulta inapropiado llamar al suelo que pisamos «península Ibérica» (que vendría a ser la comprendida entre Rosas y el cabo de Creus) en lugar de «península Hispánica».
    Toda la América comprendida entre el Misisipi y la Patagonia fue conquistada y colonizada por hispa-nos, no por iberos. Así que ha de llamarse Hispanoamérica, y no Iberoamérica o Latinoamérica, dos palabros inventados por anglosajones y franceses. Nuestros «civilizados» vecinos fueron los verdaderos protagonistas en sus respectivos territorios del exterminio indígena que dio lugar a la leyenda negra. Tanto es así que hoy habitan en México 17 millones de descendientes de los aztecas (15 % de la población), mientras que en Bolivia los herederos de los incas suponen la mitad de la población (5 millones). Y ello sin contar los mestizos. En cambio, Estados Unidos apenas cuenta con un 2 % de indígenas (6 millones), la mayoría de los cuales sobrevivió porque hasta finales del siglo XIX habitaba en los territorios otrora ocupados por los españoles, como los apaches o los comanches. Mohica-nos, iroqueses o delaware encontrarán ustedes bien pocos en cualquier censo de Nueva Inglaterra.
    Y un último apunte, diga lo que diga la Real Academia, que se ha vendido últimamente a intereses espurios, ni los españoles ni los hispanoamerica-nos hablamos el castella-no, dialecto romance que chapurrearía el Cid cuando no se expresaba en latín, la «lingua franca» medieval que hablaría también cualquier andalusí culto. Nosotros hablamos español, el segundo idioma materno más extendido del mundo tras el chino mandarín.
    ¿Tanto trabajo cuesta desechar los complejos y llamar a las cosas por su nombre?

  5. Es la verdad: Francia conquistó España gracias a una dinastía monárquica (la borbónica), y a partir de ahí empezó el declive del imperio español. Unos nos robaron lo que quisieron, y otros, los que pudieron, y para justificarlo nos llamaron malvados, vándalos y asesinos. Los que siguen queriéndonos robar, que son los nacionalistas catalanes y vascos, mantienen el mismo discurso, como si no hubiera cambiado nada. Los que le quieren robar a todo el mundo, que son los comunistoides (vulgo hiénidos), cambian el discurso a cada minuto para justificar el poder disfrutar de la carroña que ellos mismos crean con sus múltiples asesinatos. Es de lo que viven.

  6. La zoncera se adquiere se propaga en las madrasas de la escuelas de Catadisney de normalización y adoctrinamiento, calcado al islam la religión de la paz i el somriure.

  7. A ver, en aquella época, más que países, existían reinos, es decir, reyes y vasallos. Los que ganaban o perdían batallas y reinos eran los reyes. Lo que está claro es que en Cataluña había vasallos a favor y en contra de ambos reyes, y también que a Cataluña le fue muy bien con los Borbones, pues fue cuando empezó a despegar económicamente. Por tanto podría ser una fecha a celebrar, y no una fecha de victimismo, pero claro, estos getas siempre han vivido de lo mismo.

  8. La historia admite todo tipo de maleamientos y de ésto son especialistas el golpismo. Es un error que un historiador, serio y documentado busque esclarecer las mentiras del golpismo. Y, si la historia o la explicación procede de la Rahola, Torra o el mismo Honorable Delincuente, es para hartarse a reír aunque estés triste.
    La historia actual que se imparte en Cataluña, por el golpismo talibán, anti catalán es TBO

  9. -Pilar Paloma de Casanova y Barón, descendiente directa de Rafael
    de Casanova, considera que su antepasado era un «patriota español» y denuncia que el nacionalismo y el independentismo «tergiversen y adulteren la historia de España» en relación con el Conseller en cap en 1714.
    —Totalmente de acuerdo, Rafael Casanova defendió al nuevo rey Felipe V,
    Cataluña fué con las Vascongadas, las regiones rurales más beneficiadas por el rey y desde entonces comenzaron su industrialización.¿ Cómo se ha llegado en Cataluña a tergiversar la historia de ésta forma.

  10. -Pilar Paloma de Casanova y Barón, descendiente directa de Rafael
    de Casanova, considera que su antepasado era un «patriota español» y denuncia que el nacionalismo y el independentismo «tergiversen y adulteren la historia de España» en relación con el Conseller en cap en 1714.
    .De acuerdo, Rafael Casanova defendió al nuevo rey Felipe V,Cataluña fué con las Vascongadas, las regiones rurales más beneficiadas por el rey y desde entonces comenzaron su industrialización.¿ Cómo se ha llegado en Cataluña a tergiversar la historia de ésta forma.

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