Ojo a la doble desafección en Cataluña

Pau Guix ens dibuixa un altre retaule exacte de casa nostra.

Hem escrit moltes vegades que els articles d’en Pau Guix, el noi de Vich, són més aviat tractats. Ir descubriendo la realidad catalana mientras se descebollan sus capas es un placer. El último –El discreto encanto del nacionalismo– lo leímos hace unos días en El Catalán:

«En la Cataluña actual, dominada institucionalmente por el nacionalismo pero no por la fuerza del número, en los últimos meses se está produciendo un problema alarmante, algo que definiré como la doble desafección.

Muchos catalanes que se sienten también plenamente españoles (la mayoría), debido al apartheid social, cultural, económico y lingüístico que se ha impuesto contra ellos desde la Generalitat y el Parlamento regional, poco a poco, han ido perdiendo apego hacia su propia tierra, hacia la lengua catalana y la cultura hecha en Cataluña hasta el extremo de la desafección. Este proceso es análogo a lo que le sucedió al personaje de la novela homónima de Prudenci Bertrana, Josafat, el simiesco campanero de la catedral de Gerona, que “poco a poco, a base de pegar golpes de sacudidores de polvo a las imágenes [religiosas], fue perdiéndoles el respeto”.

Son muchos los que han sentido ya desde hace tiempo esta primera desafección, en definitiva, una clara desafección hacia Cataluña y todo lo que es catalán ya que el nacionalismo lo ha identificado con su propia ideología (…). El nacionalismo catalán ha conseguido que algunos (bastantes, la verdad) incluso renuncien físicamente a su propia tierra, partiendo hacia otros confines de España, especialmente aquellos que están jubilados y aquellos que tienen hijos en edad escolar, para evitar el burdo y vomitivo adoctrinamiento de la escola catalana, el verdadero huevo de la serpiente nacionalista. Como caso paradigmático cito el caso de un matrimonio amigo, ambos funcionarios de la Generalitat que renunciaron a sus plazas y se fueron a vivir a Málaga para evitar que sus hijos, ambos en Primaria, tuvieran que vivir lo que nosotros hemos vivido y darles la oportunidad de realizarse en su etapa adulta en una vida plena, próspera y libre del totalismo nacionalista.

Pero existe una segunda desafección, mucho más reciente, e incluso peor que la primera. Los pactos históricos con los nacionalistas de los dos grandes partidos de ámbito nacional, PP y PSOE, a fin de obtener la aprobación de unos presupuestos y garantizar la gobernabilidad de España (con quienes la odian, algo del todo paradójico) ya habían hecho mella en la moral de los catalanes libres de nacionalismo. Pero la desaparición paulatina de las estructuras del Estado en Cataluña (en muchas poblaciones el único vestigio que queda es el buzón de correos y, para mayor inri, es amarillo) y los pactos y cesiones del gobierno de Sánchez con los partidos nacionalistas han acabado por minar completamente la moral de aquellos ciudadanos comprometidos que aún resistían contra el nacionalismo, y cuyo resultado es una terrible desafección con la idea de España.

Recientes e inexplicables artículos de Alejandro Tercero (Votaré sí en el referéndum, de 2 de julio) y de Félix Ovejero (Un niño de Biafra camino de desafección, de 7 de julio) citan claramente la desafección con España de sendos cronistas. Alejandro, Félix, con todo el cariño y respeto que os tengo, ¿de verdad creéis que esto ayuda en algo? Lo único que se logra es mostrar división y la asunción lúgubre de la derrota. No podemos tirar la toalla, no ya por nosotros mismos sino por todos nuestros conciudadanos a quienes no podemos abandonar, y mucho menos arrojarlos a las fauces del Leviatán nacionalista. (…)

«Tú apóyame en Madrid y haz lo que quieras en Cataluña»

Gran parte de la culpa de esta doble desafección es fruto de la quiebra de los movimientos asociativos y políticos catalanes de hechuras constitucionalistas. Entre ellos, los que más han influido en esta desafección, son Ciudadanos Cs y Sociedad Civil Catalana ya que han tenido los medios económicos y representativos para poder acabar con el apartheid nacionalista y los han desaprovechado vilmente. (…) [Cs] se dedican a repartirse, como si de un enjambre de buitres se tratara, las entrañas expuestas de su propio cuerpo muerto, labor que llevan a cabo junto con otros carroñeros de todo pelaje. En esta evisceración de los naranjas, el mediocre Carrizosa y la inerte Arrimadas, los mismos que quieren purgar a Ángeles Ribes en Lérida, luchadora tenaz e insobornable contra el delirio nacionalista (…) Es decir, sálvese (el sueldo) quien pueda que esto se acaba y lo importante no es la lucha contra el nacionalismo sino vivir de ello (el tiempo que nos quede). (…)

Para evitar esa desafección con España, es del todo imprescindible la participación activa del resto de españoles en la lucha contra el apartheid nacionalista ya que los catalanes, por nosotros mismos, no seremos capaces de acabar con el monstruo, sin recursos, sin apoyos y con la inexcusable ausencia del Estado en estas tierras. (…)

Como esto siga así, esa burguesía catalana que, con su discreto encanto, ha sido y sigue siendo cómplice y colaboracionista del nacionalismo, más que suquet de peix u otras delicias culinarias propias de estas tierras, acabará por comer ratas, como sucedió en el sitio de Gerona (así lo recoge Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales), al tiempo que sus activos desaparecen y sus empresas se deslocalizan, dejando en la miseria para varias generaciones a todos los catalanes indistintamente, ya sean separatistas u orgullosos españoles, con la excepción de los dirigentes nacionalistas que seguirán viviendo como Nicolae Ceaușescu y su familia, opulentos en una reichpública de miseria.

No tengan duda, el nacionalismo es el mal y Junqueras su profeta. Y mientras esto dure, la burguesía catalana, de discretísimo encanto, seguirá ejerciendo de adocenado monaguillo en la misa amarilla».

La doble desafecció que descriu en Guix és certa. Y no solo es culpa del nacionalismo, sino especialmente de los gobiernos nacionales que lo han cebado mientras nos hacían un braveheart a los catalanes libres de nacionalismo. Los dolços entendemos esas desafecciones, pero no las sufrimos. Som dolços i hem nascut per superar el nacionalisme, no para sucumbir a él.

Dolça i desafecta Catalunya…



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13 comentarios

  1. Creo que esto tiene que ver con los medios de comunicación, la imposibilidad de manifestaciones por Covid … y sobre todo por los enemigos externos e internos de ESPaña que están muy crecidos y apenas dan hueco ….

    Deciros que El resto de españoles no sólo aplaudiríamos sino que apoyaríamos incondicionalmente que catalanes y Vascos libres de Nacionalismo reprochéis y cantéis las 40 una y mil veces a Los políticos españoles del gobierno central y autonómico que tanto daño os han hecho.
    Es más se podría decir que ahora os comprendemos más que nunca.
    Tiene razón Pau, no desfallezcamos …a estos tíos les vamos a parar entre todos.

  2. Totalmente de acuerdo con el comentario de Vicente Torres. De momento en los pasaportes pone: Nacionalidad = española / Sexo = Hombre / Mujer
    Lo de «sentirse» español o no es como acceder a las pretensiones de las nini-ministras podemoides de sentirse como uno de los aprox. 20 sexos que se han inventado.
    Que un escritor de renombre como Guix renuncie a usar correctamente los conceptos y el lenguaje y asuma las pautas separatistas y podemitas del «sentimiento» da idea de que tiene al submarino dentro.

    Por otro lado de acuerdo con Jose Luis: ¿por qué demonizar a Cs y a SCC?. Esto no tiene sentido, ellos no han gobernado en ningún momento y no han tenido el poder de PP y PSOE.
    De lo único que se puede culpar a Cs y a SCC es de pecar de ingenuos, de haberse tragado el bulo de que PSOE (y más el PSC) no era nacionalista, de haberles dado cancha en ocasiones, ¿os acordáis de Borrel en la manifestación del 8 de octubre?: ¡No pidáis prisión para Puchimón!, en ese momento tenían que haberles parado los pies, echar de SCC a los que hubiera del PSOE. Entonces es cuando tenían que haberse caído del caballo, como Saulo, y huir de su compañia.
    Y también de acuerdo con Jose Luis en que parece que siempre estéis en campaña electoral, y en particular a favor de Vox. Somos muchos en DC los que no tenemos partido y nos gustaría poder debatir ecuánimemente de unos y de otros.

  3. me parece impresentable responsabilizar a ciudadanos o a scc de la desafección de la q habláis. Puede q el PP y el PSOE como partidos de gobierno pueden tener una parte de responsabilidad pero nadie más. Lo habrán hecho mejor o peor pero no tengo duda q se han esforzado . Lo de buitres carroñeros yo creo q os lo podíais meter por salva sea la parte, y en todo caso semejantes epitetos cudrarian más a quienes quieren hacerse con los votos o la representación q hoy tienen c’s y scc. Escribís demasiados simpatizantes de vox y se os nit. al final dejaré de seguiros

  4. Cuando hablas de Cat de nuestra realidad , las gentes de izda, de otras CCAA, opción que hemos votado mucho, te miran como si fueras “un rancio”. Y los que se suman con intensidad a nuestras posiciones descubres pronto, que no estás en su visión de España.
    Ni quieren saber, ni les preocupa “nuestro ninguneo cultural”, sólo la unidad de España.
    Si, tenemos desafección.
    Vemos crecer los clubs del Barça, la compra de productos de empresas y personal q se han declarado indepes, y nos llaman submirmales/ bestias…
    No, no tenemos un apoyo..,

  5. Me identifico totalmente con Endika, yo también me volqué en la recuperación del gallego y la cultura gallega en Cataluña, donde vivía y trabajaba. Era un amor a todo lo gallego pero sin ningún odio al castellano y todo lo que es ser y sentirse español. Jamás me planteé una separación, eran complementarios y compatibles. Trabajábamos por un futuro mejor y el pasado era historia. Nunca pensé que los hijos y nietos de aquellos construirían una España revanchista y llena de odiadores. Estos que ni han conocido el franquismo ni han pasado estrecheces. Vaya herencia que le dejan a sus descendientes, cómo para sentirse orgullosos.

  6. En el Colegio, yo era el único que hacía los concursos literarios en catalán- y no pasaba nada, por cierto, y eran los años 50 – ahora sería el único que los haría en español.

  7. Desde luego que es así. Hay también otro colectivo importante, esencialmente nacidos en los años 1940 a 1965, que celebramos con mucha ilusión la caída del franquismo y la Constitución de 1978. Nos volcamos con la recuperación de la «patria chica», yo hablo en este caso de Euskadi, la recuperación del euskera, el autogobierno, la ertzaina, etc., trabajando activamente en esa recuperación, que con el transcurso del tiempo se volvió en un franquismo con «txapela», decepcionando totalmente a los que creíamos que todo aquello era perfectamente compatible con la España del 78. Ya no digamos los que por razones profesionales o de cualquier otro índole (por ejemplo la llamada diáspora vasca que expulsó a 200.000 vascos de su tierra), tuvieron que salir. Girauta decía algo así como que su Barcelona querida no era la que el vivió y conoció. A mi me pasa lo mismo mi Euskadi ya no es el que viví, el actual ya no lo reconozco. Prefiero seguir donde estoy con el sueño del recuerdo vivido y disfrutado. Cosas del nacionalismo, capaz de hacer bueno el pasado con una pequeña dosis del presente.

  8. Efectivamente, doble desafección. Soy catalán y español de Barcelona, bilingúe de cuna, pero como para la Cataluña oficial, al no ser nazionalista, soy extranjero, colono, ñordo, etc., y para los gobiernos centrales, desde Felipe González, que permitió que en Cataluña se presentara un partido nazionalista como el PSC, que tomaba los votos del PSOE y los ponía y los pone al servicio del pujolismo, soy, somos, inexistentes, pues paso de la Cataluña oficial y cada vez más de España. Propongo la creación de un partido que represente los inteteres de los barceloneses (del área metropolitana y provincia, 6 millones de habs.) con un programa a medio y largo plazo para crear una comunidad autónoma fuera de Cataluña, y, con el tiempo, una ciudad-Estado fuera de España, y dentro de laa instituciones internacionales. Votaría un proyecto de este tipo.

  9. Puede que los dolços resistamos, pero lo que dice Pau Guix es muy pertinente… y alarmante. La desafección debida al abandono del Estado, junto con la ausencia de referentes activos sólo puede hacer que sobreviva malamente la lucha contra el nacionalismo. Al final, el tiempo pasa, hay sedimentos, se normalizan posturas sin contrapeso… También muy de acuerdo con el tirón de orejas a los señores Alejandro Tercero y Félix Ovejero por sus artículos, desalentadores.

  10. Añadiría una triple desafección, con la pomposa Europa, tan progre y altiva, pero incapaz de defender a sus ciudadanos frente a nacionalismos provincianos q llegan a balcanizarse , comunismo, islamismo influencias rusas.
    Para q c* sirve ademas de para corromper y crear más telarañas de influencias y lobbys?

  11. VEO QUE EL EL TEMA DE LA «DESAFECCIÓN » HA SIDO Y ES APLICADO POR EL NAZIONALSEPARATA HACIA EL ESTADO ESPAÑA Y TODO AQUELLO QUE LO REPRESENTA VIENE DE LEJOS GOTA MALAYA QUE PARECE QUE DA RESULTADO EN CIERTAS MENTES DE DESAFECTOS DE LOS QUE HABLA PAU GUIX QUE DAN POR PERDIDA LA PARTIDA Y ALGUNOS LLEGAN A CREER QUE ES INEVITABLE LA INDEPENDENCIA DE ESTA ( Y OTRAS ) PARTE DEL ESTADO
    DESAFECCIÓN DEBE SER UNA PALABRA QUE IMPLICA DESAPEGO QUIZÁ NO AMOR Y AHI NO ME CUELA AMO LO DE AQUÍ Y POR CONOCER ALGO DE AQUELLO DE ESPAÑA TAMBIÉN LO QUIERO Y ADEMÁS SE HACE QUERER PRESCINDIENDO DEL MAL ROLLO DE POLÍTICOS Y OTRAS MALAS HIERBAS PASAJERAS
    DEBO TENER EL ESPÍRITU DOLÇO MUY METIDICO
    UN ABRAZO AL AUTOR DEL TEXTO DE EL CATALÁN Y A TODOS LOS DOLÇOS PERTINACES INCANSABLES AMOROROS JOD*MENTE LUCHADORES

  12. «Muchos catalanes que se sienten también plenamente españoles (la mayoría), debido al apartheid social, cultural, económico y lingüístico que se ha impuesto contra ellos desde la Generalitat y el Parlamento regional, poco a poco, han ido perdiendo apego hacia su propia tierra, hacia la lengua catalana y la cultura hecha en Cataluña hasta el extremo de la desafección»

    Todo eso de lo que se habla aquí me parece artificioso e innecesario. Se le han inculcado a la población conceptos que no sirven para nada.
    Uno no ‘se siente’ español, francés o inglés. Es español, francés o inglés. Tiene la obligación de comportarse como buen ciudadano, cumplir las leyes y esmerarse en su trabajo. Se entiende con los demás en la lengua que puede. Este es el único camino por el que las sociedades pueden progresar. Lo demás sólo sirve para distraer de los verdaderos objetivos de todo ser humano que se precie. Llenar de humo la atmósfera para que no se vea bien.
    Yo me siento esto o aquello, o no me siento… es puro capricho, materia de niñatos.

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