Doncs aquest és el problema de Catalunya amb el nacionalisme, i de tota Espanya amb la plaga xinesa.
Pocs. N’hi ha molt pocs. Pocs artistes i pensadors que gosin dir la veritat lliurement, sin dejarse tapar la boca por el dinero del poder o la fama de los medios. Parece que Victoria Abril se atrevió hace unos días a decir lo que muchos piensan sobre el virus de Wuhan. Y Juan Manuel de Prada aprovechó para encender la luz desde XL Semanal:
«(…) los jenízaros del discurso oficial [que] pretenden convertirnos en ‘tragacionistas’; o sea, en botarates que se tragan las versiones oficiales y las repiten como loritos o actores comprometidos (con su bolsillo y con la bazofia sistémica circulante).
Sólo los tragacionistas se niegan a aceptar, por ejemplo, que China ha ocultado deliberadamente (con la ayuda impagable de los mamporreros de la OMS) los orígenes del virus. Sólo los tragacionistas se niegan a reconocer que la plaga coronavírica ha propiciado los más variopintos experimentos de biopolítica e introducido prácticas de disciplina social completamente arbitrarias e irracionales (empezando, por cierto, por el uso de mascarillas en espacios abiertos) que se ciscan en los tan cacareados ‘derechos’ y ‘libertades’ de las antaño opíparas y hogaño escuálidas democracias. Sólo los tragacionistas se niegan a asumir que la plaga ha sido utilizada como excusa por gobernantes psicopáticos para devastar las economías locales, provocando la ruina de infinidad de pequeños negocios, condenando al paro a millones de personas y favoreciendo la hegemonía de las grandes corporaciones transnacionales. Sólo los tragacionistas se niegan a discernir las burdas manipulaciones, medias verdades y orgullosas mentiras que han propagado nuestros gobernantes y sus voceros mediáticos durante el último año. Sólo los tragacionistas se niegan a discutir la eficacia de medidas restrictivas caprichosas y confinamientos desproporcionados que, además, han tenido altísimos costes sociales y económicos. Sólo los tragacionistas se niegan a admitir que las vacunas son una terapia experimental que se está administrando sin cumplir los plazos y los protocolos de seguridad establecidos y cuyos efectos secundarios no se han explorado suficientemente (aunque, desde luego, sus efectos bursátiles sean de sobra conocidos). Sólo los tragacionistas, en fin, se niegan a examinar todas estas evidencias, tal vez porque si lo hicieran tendrían que confrontarse con su estupidez gregaria y su sometimiento lacayuno a las consignas sistémicas.
Son estos tragacionistas, pues, los auténticos negacionistas, que con tal de sentirse abrigaditos en el rebaño renuncian a la ‘nefasta manía de pensar’. Pues el ‘negacionismo’, aparte de un empeño desquiciado en prescindir de la realidad, es también un anhelo gregario, una penosa necesidad de buscar protección y falsa seguridad en conductas tribales. Y no hay conducta más tribal que tragarse las versiones oficiales sin someterlas a juicio crítico, señalando además como réprobos a quienes osan ponerlas en entredicho. Tal vez esos réprobos suelten de vez en cuando alguna parida; pero al menos no regurgitan el pienso que se reparte a los borregos».
Donde pone «virus» ponga «nacionalismo». Comprobará que lo de «rebaño», «tribal», «botarate» y «tragacionista» se mantiene sin dificultad.
Dolça i empassacionista Catalunya…
Categories: Pensando bien, Virus de Wuhan
Otro que se quiere hacer el especial, listo y «enterao» del asunto …
Lo que esta claro es que la OMS todavía tiene que dar muchos explicaciones; empezando por la falta de aviso al principio y coordinación, y terminando por ese informe exculpa torio de China (porque hasta lo de Wuhan parece ser mentira).
Si China estuvo inyectando dinero a la OMS antes de eso, pues ya es casualidad…
Vi-Chino
Una de las bolas que se tragan los tragacionistas es la del Guernica:
https://twitter.com/VicenteTorres/status/1374766353421328386