Seguramente el sr. obispo Saiz Meneses tendrá algo que decir.
El nacionalismo es una ideología del siglo XIX que diviniza lanació, a la que se debe prestar culto desde todos los ámbitos sociales, desde el deporte a la economía. Allí donde el nacionalismo arraiga se extingue la vida espiritual, suplantada por el sucedáneo ideológico del una nació, una bandera, una llengua. El nacionalismo sustituye el culto a Dios por la adoración de lanació, un ente pesadilleado por ideósofos incapaces de disfrutar de la maravillosa realidad de la vida. Aquesta ideologia ha estat a Catalunya un actiu catalitzador de l’ensorrament del cristianisme, en molts casos convertit en eina de difusió nacionalista per capellans que van fer un idolet de galindaina de la seva estimada Catalunya.
Que muchos clérigos catalanes han apostatado de facto, renunciando a Cristo para pasar a adorar a ese idolete de porexpán que es lanació, es bien sabido. Los ejemplos son, por desgracia, muy numerosos. Les importa poco si así vacían las iglesias mientras el nuevo ídolo al que rinden culto se muestre satisfecho.
El párroco de San Félix o Sant Feliu de Sabadell es diu Francesc Xavier Farrés i Lúcia, i el seu nom no consta al manifest dels capellazis. Pero curiosamente en la fachada de su parroquia cuelga una pequeña pancarta de presuspulítics. L’ha posada ell? Tregui-la i parli amb el bisbe sobre la seva vocació. ¿No ha sido él? Quítela y hable con quien la ha puesto, porque la iglesia es la casa de Dios y no la chabola de lanació.
Dolça i profanada (pel nacionalisme) Catalunya…
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Conec la parroquia i a Mn. Xavi, por lo que creo que hay que matizar este artículo. Efectivamente, el contenido de la foto es correcto. Un día, con mis propios ojos, ví la existencia de este cartelito «pro-presos polítics» en esta ventana de la parroquia, que tiene una cierta altura y se necesita una escalera para alcanzarla. Sin embargo, creo que ES DE JUSTICIA MATIZAR EL CONTENIDO DE ESTA NOTICIA.
La explicación de esta foto, que no es la que habitualmente puede verse, es la siguiente. Esta parroquia está en la misma plaza que el Ayuntamiento de la ciudad de Sabadell, donde cada mediodía hay una concentración de unos cuantos «iaiolazis» (en lenguaje de esta web). Y, en un momento determinado, alguien puntualmente cuelga el mencionado cartelito. Y, justamente, por qué Mn. Xavi es muy pastoral y se dedica a sus fieles, dentro y fuera de la parroquia (se puede comprobar en su cuenta de Intagram), no está pendiente ni tiene tiempo en cada momento de vigilar el estado de la fachada de la parroquia, de manera que el cartelito pueda ser que se visualice mientras no se retira.
Així que, ja ho veieu, Dolços. El cartell, no es cosa de Mn. Xavi, que es dedica a la seva feina de capellà i, fins ara, jo no l’he vist fer política.
«Aquí hay una banda de sinvergüenzas y corruptos» separatistas «que se pasan por buenos»
Cuando veo algún sacerdote que predica en su parroquia politicas racistas como esa como esa , en lugar de predicar el evangelio según la voluntad de Cristo , hago dos cosas , en primer lugar rezo por él y a continuación no le doy ni un duro y me preocupo para que asi sea.
A mí los capellazis siempre me han descentrado. Tuve uno de amigo. Me llevó hace años al sur de Francia, a l’Universitat d’Estiu: unos días de descanso, de inmersión y adoctrinamiento total, pero inútil, para mí por lo menos, aunque para él era como un bálsamo. Allí se reunían los catalazis desde tiempos de Franco, también los valencianistas, que tenían una buena representación. Era curioso, porque siendo valenciano, se hacía pasar por catalán. Toda su vida estaba catalanizada, frustradamente catalanizada. Hasta su nombre y email se lo registró con el dominio .cat. Y cuando le preguntaba por su vocación sacerdotal y todas esas cosas que se suponía que tenía que enseñar y predicar y que yo me negaba a escuchar o aprender, las traducía a su obsesión prioritaria: Xto. era catalanista, eso seguro; i els apòstols també; predicar el catalanisme es predicar el cristianisme; fer la mà no es pecat si es fa en català; els que no son catalanistes no son fills de Deu. Deu és catalaniste, de això no cab dupte. Murió obsesionado, pero no por sus supuestos pecados terrenales, sino por no haber logrado convencernos a muchos con su prédica y tampoco lograr ver una «Catalunya lliure junt amb els seus benvollguts Països Catalans». El seu Déu el perdone.
Una vela a Dios y otra al diablo. De lo que se trata es de que el personal llene el cepillo.