Una nueva adquisición para el harén de este peligroso personaje.

Tenemos la prueba gráfica: Jabba el Huttorra la tiene encadenada del cuello; o aparece pronto un Han Solo o un Luke Skywalker que la libere, o nos tememos que va a danzar siguiendo las órdenes de la peligrosa babosa gigante lazi.

Para quienes no estén familiarizados con el universo Star Wars, les recordaremos que Jabba el Huttorra es el jefe de una organización que emplea a un séquito de criminales, secuestradores, supremacistas y golpistas de todo pelaje operando bajo su imperio criminal lazi.

El palacio de Jabba el Huttorra, situado en el planeta desértico de Tractoria, es el lugar en el que mantiene a una corte de llepasubvens, esclavos, androides y empleados de TV3%, que están a su entera disposición. Jabba el Huttorra tiene un sentido del humor bastante tétrico, con frecuentes alusiones a taras genéticas y otros chistes racistas, una risa belicosa, un apetito insaciable, y es un aficionado enfermizo a las apuestas (total, si surt malament ja pagaran els pepets i maries), a torturar a sus desdichados súbditos con declaraciones que combinan solemnidad y estulticia, y a coleccionar esclavas. Precisamente la princesa Sàntxes es una de las últimas adquisiciones de su harén.

Descartada la vía Collarín Redondo, aún recuperándose de su brusco movimiento de cervicales, y con poca confianza en Bib Fortuna Iceta, obsesionado por conseguir ser el mayordomo de Jabba el Huttorra, el futuro no pinta nada bien para la princesa, que de tan convencida que estaba sobre sus imbatibles atractivos, bajó la guardia y ahora ha quedado en manos de este mafioso sin escrúpulos.

Au Sàntxes, balla’ns algo.

Dolça i galàctica Catalunya…

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