Un article per emmarcar, memoritzar i difondre.

George F. Will es un veterano analista estadounidense que ganó el premio Pulitzer en 1977. Va ajudar a Reagan a preparar el seu debat amb Carter el 1980. Su capacidad de análisis y la contundencia de sus argumentos consiguió que The Wall Street Journal lo llamara en 1986 «quizás el periodista estadounidense más poderoso». En su columna del pasado 24 de enero, Will abordó el prusés de una manera defintiva:

«Las pasiones son excitadas por demagogos que esperan destruir una nación. La confusión en Cataluña -la región nororiental de las 17 regiones españolas, que tiene una considerable autonomía (policía, sanidad, educación, etc)- es el peaje que se cobran las mentiras utilizadas para fabricar agravios. Esto es pertinente también para el Reino Unido (por ahora), y doquiera los traficantes populistas de resentimiento ha cebado los sentimientos de victimización.

El referéndum ilegal de 1017 montado por los secesionistas catalanes (algunos están en la cárcel o en el exilio para evitar el juicio) presentó un resultado turbio: los organizadores dijeron que el 90% voto por la independencia, pero la participación fue solo del 43% (…) No obstante, 26 días después, el parlamento catalán declaró la independencia. Sin embargo el 10-11-19, en las cuartas elecciones nacionales en 4 años, solo el 42’5% de los catalanes apoyaron a partidos independentistas. Pero los líderes secesionistas continúan suministrando a los crédulos ficciones como estas:

Los catalanes tienen más «proximidad genética» con los franceses que con los españoles. Madrid «roba» y «asfixia» a Cataluña. Cada año, cada familia catalana envía a Madrid dinero suficiente para comprar un coche. (…) Las élites madrileñas desprecian a los catalanes. (…) Que hubiera 5 catalanes entre los 11 titulares en el equipo de España ganador de la Copa del Mundo fue un plan para subvertir la independencia catalana inspirando sentimiento nacional. Etcétera.

¿Qué hace pensar a los secesionistas que la gente se tragará una sopa de ficciones y paranoia? (…) Los secesionistas catalanes expurgan la historia para usarla como arma. (…) No importa que 1714 no acabara -como insisten los secesionistas- con la independencia catalana. Acabó una guerra, con pocos participantes catalanes, entre 2 facciones que apoyaban a rivales por el trono español en Madrid. (…) Las escuelas catalanas de primaria y secundaria dedican más de 12 veces más horas a enseñar la lengua catalana (…) que español. La televisión pública catalana, que ven el 84% de los que votaron por la independencia, promueve la independencia. (…)

Los catalanes deberían estudiar el primer discurso inaugural de Abraham Lincoln, pronunciado después de que 7 estados votaran por la secesión: «la perpetuidad está implícita, si no explícita, en la ley fundamental de todos los gobiernos nacionales» (…) Cataluña (…) no fue jamás una entidad contractual soberana. Además la Constitución española, que dice que la nación es «indivisible», fue ratificada en 1978 por un referéndum nacional en el que el 90’5% del 70% de los catalanes que votaron la aprobaron: mayor apoyo que en Madrid o en toda la nación.

Una minoría de los 7,5 millones de catalanes (…) continuará cociéndose con el «somos una nación sin estado» (…). España, sin embargo, no se romperá«.

Doncs hi és tot. Pur seny. Pura veritat. Pura dolçor. I ben dita, escolti. Ahora ya saben en todo EE.UU de qué va el prusés: demagogia, populismo, victimización, resentimiento, ficciones, paranoia, imposición lingüística, manipulación histórica y cocción en el propio jugo.

Dolça i paranoiada Catalunya…

Categories: Pensando bien

Tags: George F. Will, Pulitzer, The Washington Post