El nacionalisme té de català lo que un ase té de cavall.

1714 per la nació espanyola

El nacionalismo es una ideología del siglo XIX que consiste en suplantar a Dios por lanació, un artefacto de ideólogos al cual deben someterse todos los aspectos de la vida intelectual, individual y social. Com recordava Orwell, el nacionalisme manipula la història i li fa dir lo que li convé per legitimar aquesta ideologia, sobretot per tractar de justificar que els catalans no som pas espanyols, i que som lo més «europeu», ‘modern» i «avançat» d’Espanya.

Sin embargo, la verdad es muy diferente: no solo los catalanes somos españoles como un pino es un árbol, sino que nuestro sentir histórico defendió España, la monarquía y el catolicismo; y como no lo hizo ningún otro pueblo en España, se opuso a las ideologías del romanticismo y la revolución francesa que sembraron Europa de sangre.

La cosa está muy clara en el mismísimo 1714.

El conseller en cap Rafael de Casanova va resumir el sentir català quan l’11 de setembre de 1714, alzándose entre los defensores de Barcelona frente a Felipe V, llamó a la última resistencia: «Por nosotros y por la nación española peleamos. Hoy es el día de morir o vencer. Y no será la primera vez que con gloria inmortal fuera poblada de nuevo esta ciudad defendiendo su rey, la fe de su religión y sus privilegios«. El mateix dia a les 3 de la tarda es proclamava el pregó dels Tres Comuns: «Se confía que todos, como verdaderos hijos de la patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados a fin de derramar gloriosamente su sangre y vida por su rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España«.

Girona abans que ens l’amagués TV3

No, els catalans de 1714 no morien per la reichpública ni per lanació nacionalista, sino por el rey que ellos creían mejor, por la fe y por España. Que curiosamente es aquello por lo que luchaba también Jaime el Conquistador en plena reconquista del siglo XIII: «Nos ho fem la primera cosa per Déu, la segona per salvar Espanya».

Cataluña no se rendiría fácilmente en la defensa de estos ideales que oponían a las ideologías de la revolución francesa. Vegi, vegi quines van ser les guerres dels catalans després del 1714:

– Guerra Gran o Guerra de la Convenció (1793-1795): en enero de 1793 la revolución francesa deja claro que su verdadero lema -com deia en Dostoievski- era «liberté, égalité, fraternité… ou la mort», y guillotina al rey Luis XVI (primo del rey español Carlos IV) y a su esposa, que sembla que els revolucionaris no eren gaire feministes. El secretario de Estado español, el masonete conde de Aranda, envió una declaración de neutralidad, pero en todos los rincones de España el pueblo celebraba ya oficios por el «rey mártir». Así que en mayo de 1793 Francia declaró la guerra a España y los catalanes invadieron Francia. La guerra es desenvolupà sobretot a Catalunya, Navarra i Vascongades, i els francesos van ocupar Bilbao, Sant Sebastià i part de Catalunya. El somatén resucitó espontáneamente para enfrentarse al francés, formando guerrillas y partidas montañesas. Junto a ellos se alzaban més de 20.000 miquelets, coneguts pel seu patriotisme espanyol.

Molts catalans veien l’oportunitat de recuperar allò que ens va perdre el babau d’en Claris: el Rosselló, Vallespir, Conflent, Capçir i mitja Cerdanya. Por toda Cataluña se alzaban proclamas españolistas. La Junta de Somatenes de Gerona publicó en 4-2-1794 un manifiesto para la «defensa de nuestra Sagrada religión, del Rey y de la Patria». En el Sonet de la presa de Bellaguarda també queda clar que els catalans no lluitaven pas per la reichpública ni Catadisney, sinó per lo mateix que el 1714, aquest cop defensant un rei Borbó:

«Vallespir, Roselló, la Fransa entera
del valor espanyol lo excés admira,
ja espera resistir, ja desespera;
ja brama contra’l cel, pero delira;
que lo cel avuy vol que torne a á Espanya
lo Roselló, Navarra i la Cerdanya».

–Guerra de la Independencia (1808-1814). Con la excusa de atacar a los ingleses en Portugal, Napoleón invadió España. El 9-2-1808 las tropas revolucionarias entraron en Cataluña y se apoderaron de Montjuich apoyados por la élite afrancesada (que ens recorda molt als kapos actuals de la Gene i els partits llazis). Pero el 2 de mayo el somatén se levantó al grito de «¡Viva la religión, Fernando VII y España!»: Catadisney y la república solo aparecían por el lado del invasor, que quiso prometer una Cataluña separada de España. Meses más tarde el gerundense Antonio Capmany publicaba la obra cumbre del patriotismo español de la época: Centinela contra franceses, donde vincula el patriotismo del momento con la España goda. En La Gazeta de Vich se publicaban manifiestos que proclamaban «Soy España, ¿lo oís, manresanos? Soy España, la que hizo temblar el capitolio y que este la llamase terror del Imperio».

–Guerra Realista (1820-1823). Como se sabe el coronel Riego, que era masón y partidario de las ideas revolucionarias, se levantó en Cabezas de San Juan y se hizo con el poder. Empezó una guerra civil, y guerrilleros como Alonso Cuevillas (sí, el tatarabuelo del abogado del Motxo) se echaron al monte contra los revolucionarios de Riego; els catalans, como respuesta ante el «secuestro’ de Fernando VII por los liberales radicales, van formar la Regència d’Urgell el 1822, un bastió del monarquisme amb el marqués de Mataflorida i el baró d’Eroles. La cosa acabó con el triunfo de los Cien Mil Hijos de San Luis y la reposición del felón Fernando VII en el trono. Ja veiem que de república i separatisme, res de res, sinó tot lo contrari.

– Guerra dels Malcontents o Agraviados (1827). Recordemos con el historiador Juan Bardina que «al ser proclamada la constitución de 1820 existían 3 partidos: el liberal, que es el que hizo la revolución; el absolutista, compuesto en la totalidad de masones; y el realista, que contaba con todo el pueblo» y rechazaba el absolutismo ilustrado importado de Francia. Estos realistas creían que el rey seguía «secuestrado» por los liberales afrancesados, y no les gustó nada la supresión de la Inquisición, en la que el pueblo veía un freno a la masonería que imperaba en la Corte y el Ejército. Asi que Agustín Saperes se levantó en agosto, es va formar a Manresa una Junta Suprema Provisional de Govern del Principat de Catalunya, es van ocupar Vich, Cervera, Valls, Reus, Talarn i Puigcerdà, i es van sitiar Tarragona i Girona. En Manresa se editó El catalán realista, que exponía la doctrina de los alzados, que era la de siempre: Déu, rei i Espanya. La guerra terminó cuando Fernando VII se presentó en Tortosa y Tarragona, conminando a los malcontents a deponer las armas.

Pues ya lo vemos: 4 guerras catalanas en solo 34 años, motivadas por la incombustible defensa de la monarquía (borbónica), la fe y España por parte de los catalanes. La secesión y la república solo salen en el bando opuesto. Y después vendrían las 3 guerras carlistas.

Lanació? República? Laindependència? Contra esas ideas foráneas y extrínsecas a Cataluña se levantaron muchos catalanes 7 veces en apenas 80 años. Que els nacionalistes no ens vinguin amb milongues als catalans, sisplau.

Dolça i catalana Catalunya…

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