Un escritor de Gerona estalla contra el nacionalismo: «es una traición descomunal»

Javier Cercas se da cuenta ahora de que el nacionalismo es «una inmensa estafa».

Hi ha 3 tipus d’actitud de les persones que, no havent nascut a Catalunya, hi viuen. Unos son los que no sienten ningún complejo por su origen, tan español como el de cualquier catalán, y viven tranquilamente su vida, con confianza y tranquilidad. Otros han querido llamarse charnacionalistas, porque no solo han aceptado el supremacista menosprecio lazi hacia su condición, sino que han asumido la ideología nacionalista; Rufián, Reyes, Forn Chiarello, Jordi Sánchez, Cuixart Navarro, Llach Grande … la llista dels qui es moren per passar pel catalanitzador de cognoms és interminable. Finalment tenim aquells que han sentit la necessitat  d’adoptar trets que ells identifiquen com «catalans», como si para ser catalán hubiera que bailar sardanas y hablar catalán con acento de Ripoll, fent la viu viu amb la ideologia d’en Pujol. Suele ser una fase de transición entre la libertad y el charnacionalaje, en cuyas trampas caen definitivamente sus descendientes, especialmente si viven en Tractoria. Porque la cosa, al final, va de esto: aceptar el nacionalismo o resistir a la ideología más letal del siglo XX.

Javier Cercas llegó de Extremadura a Gerona con 4 años y 4 hermanas. Ahir ens explicava a El País la seva experiència:

«El pacto central de la Cataluña democrática lo formuló así su patriarca, Jordi Pujol: “Es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña”. Cientos de miles de emigrantes arribados de toda España en la posguerra, gente muy humilde en su inmensa mayoría, se lo creyeron; mis padres también se lo creyeron, y criaron a sus hijos en consecuencia. Es verdad que mi madre, que llegó casi sin estudios, con más de 30 años y cinco niños, no habla catalán, y por tanto es de esas personas a quienes el actual presidente de la Generalitat llamó, en un artículo memorable, “carroñeros, escorpiones, hienas” y “bestias con forma humana”; pero mis hermanas y yo no somos como ella. Nosotros no sólo vivimos y trabajamos en Cataluña, sino que adoptamos las costumbres catalanas, nos sumergimos en la cultura catalana, aprendimos catalán hasta volvernos bilingües, nos casamos con catalanes de pura cepa, educamos a nuestros hijos en catalán e incluso contribuimos con nuestro granito de arena a difundir la cultura catalana. Todo en vano. Aunque hasta el último momento hicimos lo posible por seguir creyendo que éramos catalanes, en septiembre y octubre de 2017, cuando todo estalló, supimos sin posibilidad de duda que no lo éramos. Catalán, lo que se llama catalán, ya sólo lo era quien quería que Cataluña se separase de España; quien no lo quería (…) no computaba como catalán, al menos para los políticos separatistas.

La prueba flagrante de ello es que tales políticos hablan por sistema en nombre de Cataluña y juzgan que el problema catalán es un problema entre Cataluña y España, y no lo que es: un problema entre catalanes, más de la mitad de los cuales hemos dicho una y otra vez, en todo tipo de elecciones, por activa y por pasiva, que no queremos la separación. Por eso el nacionalismo es incompatible con la democracia: porque, cuando se trata de elegir entre la democracia y la nación, elige siempre la nación. Para los políticos separatistas en el poder, los catalanes no somos quienes vivimos y trabajamos en Cataluña, sino sólo quienes, además, son buenos catalanes, fieles a la patria y votan lo que hay que votar. Los demás no somos catalanes, no contamos, no existimos; basta ya de hacerse ilusiones: probablemente nunca lo fuimos, nunca contamos, nunca existimos. Esto es lo que escondían las proclamas unanimistas del procés (“Un sol poble”, “Els carrers seran sempre nostres”), los disciplinados desfiles de cada 11 de septiembre y la sonrisa de la revolución de las sonrisas: una traición descomunal.

La palabra es dura, pero no encuentro otra: nosotros fuimos leales al pacto que fundó la Cataluña democrática; los separatistas, no. Que yo sepa, ninguno de ellos ha pedido perdón, y no sé si alguno tendrá el valor de hacerlo. Lo cual significa que, a menos que la democracia se lo impida, volverán en cuanto puedan a poner la nación por encima de la democracia. Me alegro de que mi padre no haya alcanzado a vivir esto, y de que mi madre apenas lo entienda. Por lo demás, mentiría si no añadiera que ahora mismo mi sentimiento fundamental es una mezcla de incredulidad, de humillación, de asco y de vergüenza, y que a veces me pregunto si, además de una traición descomunal, no habrá sido todo, desde que con cuatro años llegué a Cataluña y el primer día mi padre me dijo que a partir de entonces iba a ser catalán y me enseñó la primera frase en catalán que aprendí (“M’agrada molt anar al col·legi”), una inmensa estafa».

Doncs sí, Xavier, t’han timat. A ti y a cuantos os tragasteis el nacionalismo pujolista y sus axiomas; igual que os engañó Maragall y os siguen engañando Sánchez o el PSOE que fa de minyona del nacionalisme. Todo estaba ya en Prat de la Riba y en las manis de los 70 donde los de Pujol gritaban «Avui paciència, demà independència»; no han estafado a casi nadie que no quisiera ser estafado, ni han traicionado a casi nadie que supiera de qué iba la cosa. I posats a demanar perdó, quizás es más urgente que lo pidan quienes sin ser nacionalistas cohonestaron esta ideología, la toleraron y hasta aplaudieron, porque se tragaron todo el marco mental diseñado por Pujol.

Dit això, benvingut a casa.

Dolça i estafada Catalunya…

 



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42 comentarios

  1. Cordial Saludo.

    LA IGNORANCIA ES ATREVIDA
    Con respecto a esto de hablar o no hablar el catalan y el desprecio de «ciertos» catalanoparlantes, con aquellos que no lo hablan; es muy antiguo. Es bien, de todos conocidos que aquel que no es nada, siempre busca algún pretexto para alimentar su ego e intentar enmascarar su mediocridad; el supuesto «complejo de superioridad», no es más que un complejo de inferioridad que se busca sublimar.

    Mi madre, asturiana, ya fallecida con 93 años y con todas sus capacidades mentales conservadas. Cuando cumplió 83 años,  después de  fallecer mi padre, decidimos traerla desde Estados Unidos, a vivir con nosotros en Girona.

    Mis padres por cuestiones laborales habian emigrado, en 1950, y habian vivido en varios paises, lo cual nos habia aportado el valor añadido, que toda la familia hablabamos Ingles, Francés y Alemán, ademas del español (para otros sera el castellano) y nosotros el catalan. Para mi madre, el catalán, bien sea por edad u otras causas, nunca lo aprendió, pero continuó hablando las otras cuatro lenguas muy bien.

    Pasado un tiempo, de vivir en Girona, comenzo  a asistir al «casal de avis»; cierta ocasión, nos comento que una de las señoras que tambien acudia al casal, sin ton ni son, le recriminó que como era posible con todos los años que llevaba viviendo en Cataluña, no hablaba el catalan; a lo que la pobre mujer ( mi madre) le contesto: «… porque se habia pasado 70 años de su vida aprendiendo otros idiomas, que le permitieran comunicarse con personas, que habian tenido el detalle de mirarla a la cara y no por encima del hombro. Además, por si no le habia quedado claro, y por la misma regla de tres, cómo era posible que ella ( la otra señora) tan cerca a la frontera de francia, no hablara francés?…. a lo cual después añadió, «la ignorancia es atrevida». Nunca nos quedo claro, si el comentario de la otra señora era por algun «fallo» en sus capacidades cognitivas, lo cierto es que «Quod natura non dat, Salmantica non præstat».

    El nacionalismo y las ideologias supremacistas, como no tienen nada de que asirse, utilizan el idioma y la raza, para levantar muros y diferencias que no existen. Pero, peor aún son aquellos, que se identifican con esas ideologias, bien por supervivencia o bien por agradar y ser aceptados; el problema de estos ultimos, es el cambio de personalidad que sufren, el lavado de cerebro es tan drástico, que llegan a convertirse en el peor enemigo de sus «congéneres» y en el mas fiel aliado del opresor, recordemos los colaboracionistas durante el nazismo. La actitud de un «colaboracionista» esta enmarcada en el mal llamado «Sindrome de Estocolmo», por lo tanto lo que debemos alabar,es la posibilidad de que un antiguo simpatizante del «regimen» haya podido desprogramarse y ser consciente de la mentira ideologica en la que estaba involucrado.

    Gracias

  2. Esta semana he extrañado la falta del artículo en » El País semanal» tanto de Cercas como de Marías supongo que estarán de vacaciones, su supresión u omisión sería un error imperdonable, para evitar la adquisición del citado diario.

    Esperando corrección, y animando a no privarnos de su posible equivocación a la dirección.
    Seguro que será periodo vacacional, sino sería un error monumental.
    Gracias.

  3. Me he equivocado: Cercas escribió el artículo para los que creían que «ser catalán» no era malo. Él ya lo sabía. Y para algún comentario bilioso. Hace cuarenta años, Javier Cercas era un guajín, c*
    https://www.dolcacatalunya.com/busqueda/Cercas
    Ahí están los artículos del linchado desde 2014. En dolça

  4. Se queja de que pasó obedientemente por el aro y no le dieron su azucarillo. Ni siquiera una Creu de Sant Jordi, que últimamente se la dan a cualquiera. Es una denuncia por incumplimiento de contrato. Si le hubiesen recompensado en su momento, ahora no habría escrito el artículo. Hay gente para la que nunca pasa nada hasta que le pasa a ella.

    Y sí, nos dejará con la duda de qué costumbres eran esas a las que se tuvo que adaptar, como escribe Cristina Losada en Libertad Digital (artículo reproducido por Xarnego más abajo).

  5. Si, creo q traición su hubo por lo menos para los q pensabamos q Cataluña es España y votabamos a CIU…
    Muchos catalanes d mi familia politica de buena fe – son de pages – votaron al kapo Pujol, pensandose q era español nacido en Cataluña por eso le dieron un premio no???
    Incluso hace unos dias cuando salió confirmada la noticia de no se cuantos millones q se han «descubierto» leyendoselo en voz alta dijeron : hondima! Quin pajarraco… Jo li habia votad!!! Quina genteta!!!
    A todos estos SI nos han traicionado.
    Pero los CIU y los PSC… Pq a los dos les hemos votado pensandonos q eran otra cosa… Trigo limpio sabiamos casi seguro q no… Ningun politico lo es pq «politica» significa en realidad oscurantismo…todos lo sabemos…
    Casi lo mismo q lo de los espias y las cloacas del Estado.
    Ni nosotros los catalanes ni el Gobierno de España podemos decir q no somos culpables… El gobierno mas pq para eso tiene los CNI…
    Solo nos queda resistir sin desanimarse.

  6. http://ricartgarciamoya.com/2019/06/16/la-solucion-final-para-el-idioma-valenciano/
    La letal literatura pedagógica del expansionismo amable
    La amabilidad puede esconder fines malignos. El doctor en literatura Goebbels era desagradable, pero algunos médicos de las SS, como Bouhler y Brant, que participaron entre 1939 y 1945 en la Solución fInal que eliminaba de “la vida indigna” a niños deformes, débiles mentales, hijos de padres alcohólicos y judíos, fingían ser amables y paternales hasta instantes previos al sacrificio o experimento cruel. Detrás de su abyecto comportamiento existía el aval social otorgado por un poderoso núcleo de ideológos, jueces, médicos, religiosos e intelectuales nazis que legalizaban con mil argumentos el exterminio. En el caso de la anexión territorial de Valencia, previa aniquilación del valenciano e implantación del catalán, hay un formidable ejército de filólogos, psicólogos, historiadores, periodistas, animadores culturales y, en la cumbre de la fascista pirámide inmersora, políticos amorales y corruptos que justifican la Solución Final idiomática.

    Prototipo de hipócritas filólogos ‘amables’ y ‘comprometidos’ con la defensa de los idiomas en peligro serían Carme Junyent (Vida i Mort de les llengües, Barcelona 1992), y Jesús Tusón (Històries naturals de la paraula, Barcelona, 1998). Ambos se muestran comprensivos, receptivos y progresistas, muy progresistas. No hay lengua para ellos que no merezca enarbolar la espada de la rebelión contra los retrogrados que las agreden; y todos los idiomas, lenguas, dialectos y jergas merecen el máximo respeto y defensa por parte de estos amables filólogos, sea el habla newang del Nepal, con 5.000 hablantes, o el cariyarí de Colombia, con 50 hablantes. En fin, la larguísima lista a defender sólo tiene un excepción curiosa, ¿sospechan cuál?, ¿lo intuyen? Sí, ése que piensan, el valenciano, aquel idioma que admiró Cervantes, Sebastián de Covarrubias, Pío Baroja o Unamuno. A juicio de la amable Carme Junyent, no merece ni un mísero párrafo su defensa; otra cosa sería si se tratara del dyrbal de Australia (40 hablantes), el apiaká de Brasil (2 hablantes), el wakhi de Afganistán o el tegali de Sudán, jergas que provocan profunda preocupación y desasosiego en la sensible Carme Junyent.

    El caldo de cultivo de la Solución Final del valenciano
    La mayoría de lo que ahora hablamos, sea valenciano o español, nos viene del desmembrado Imperio Romano, territorio indefenso donde irrumpían oleadas migratorias e invasiones que zarandeaban las viejas morfologías de Virgilio y la fonética de Apuleyo. El parto de los idiomas sería lento, duró siglos; y fue el desorden lingüístico —con la casi interrupción de contactos entre antiguas regiones imperiales— la semilla que fecundó la diversidad creativa. Aquellas jergas híbridas, criticadas por los escasos gramáticos que quedaban en la Europa del siglo VI, la mayoría frailes, evolucionaron hasta convertirse en los actuales idiomas italiano, portugués, valenciano, etc. Sin imposiciones, los neologismos se estructuraban sintácticamente con las preposiciones que, progresivamente, sustituían a las clásicas declinaciones y, en ese mundo sin orden, comenzaron a documentarse morfologías que recuerdan vagamente las actuales.

    Hacia el 1500, en paralelo al fortalecimiento de idiomas propios, una legión de humanistas, frailes, notarios, catedráticos de universidad y filósofos se encargaron de demostrar “científicamente” que la lengua hablada en su país era la más perfecta y, los más viscerales, hasta afirmaban que era la del Paraíso, la primigenia de Adán y Eva. Ahora, en el 2019, sólo encontramos este primitivismo irracional en los inmersores que aplican la Solución Final al valenciano, e introducen su lengua perfecta: el catalán de Pompeu Fabra. El fascismo filológico barcelonés del siglo XX enlazaba con aquellos iluminados barrocos catalanes que se consideraban pueblo singular desde la aparición del ser humano; es decir, que cuando hace 200.000 años los homínidos de Atapuerca se limitaban a perseguir bisontes y emitir gruñidos, la raza aria catalana poseía lengua y sentimiento de pueblo selecto, no africano. Hay un libro (que actualmente alcanza los 3.000 € entre nacional

    istas profesionales y colaboracionistas), que nos ilustra sobre el complejo de superioridad congénito de nuestros vecinos norteños. Para situarnos en la época, a poco de la muerte del pintor Velázquez, en el citado libro se defendía la existencia de un Príncipado y Príncipes de Cataluña en el 200 a. C., enfrentados a Roma: “los catalanes Indibil y Mandonio, en tiempos de Scipión (…) los dos príncipes catalanes se levantan contra los romanos” (Cataluña ilustrada, 1678, pp. 201, 218). Los disparates del chovinismo barroco catalán eran asimilados por la sociedad, de ahí que en el 1700, los academicos de la Academia de Buenas letras de Barcelona defendieran que el catalán era la protolengua de España, madre del castellano, valenciano, asturiano, gallego, etc. En realidad, cada pensador europeo cocinaba historia y fantasia al gusto propio. Así, el calvinista La Peyrère, en 1665, defiende la existencia de una humanidad preadánica a la que no afectaría la confusio linguarum de Babel, que recaería sobre los descendientes de Adán en tierras judías. Otros, como Court, lanzaba la hipótesis céltica como origen del griego, latín, etc. Es cómico que argumentos similares a los empleados hace siglos por agresivas naciones para apabullar a los hablantes de lenguas vecinas y conquistar el territorio, hoy los esgrime el expansionismo catalán sobre el valenciano. La estrategia, aparentemente edulcorada y afable, busca y consigue marginar de la sociedad valenciana a quien no se somete a la catalanización idiomática, impuesta desde Barcelona por comisarios colaboracionistas de la Generalitat y la AVL.

  7. Coincido con otros dolços en casi todo.Traición no es la palabra adecuada.
    Sólo se puede traicionar a alguien cuando media un relación de confianza, y/o afecto, o un acuerdo o un contrato. Entre la clase catalufa (que no catalana) y los charnegos -imprecindible leer a Cristina Losada en LD- no ha habido nunca confianza recíproca ni acuerdos fehacientes más allá de alguna palmadita esporádica en el lomo, ni nada de nada salvo un uso como mano de obra o usurpación de talentos.

    Cercas es de los arrepentidos del tipo uno, no un arrepentido absoluto en sentido cristiano. Le parecía asumible la egolatría y el menosprecio al semejante mientras él se creía en el lado privilegiado. Pero ¡ay!, habrá sentido en sus carnes los aguijonazos del supremacismo de la casta superior, haciéndole comprender que nunca fue catal-ufo, y a gimotear.

    Y no sigo, porque hoy no tengo ganas de ser cruel, y menos en estos casos en los que la aguja esa del sensor de las Bermudas se me pone nerviosilla, como me pasa con esta persona. Bienvenido, sí, pero sin fanfarrias ni abrazos.

  8. .
    «Establecida estaba en Bizkaya una constitución y unas leyes nacidas en sus mismas costumbres, sancionadas libremente por ella misma y que son la admiración de historiadores y jurisconsultos; y vosotros habéis preferido aceptar una constitución y unas leyes creadas por el extranjero, por el mismo que aborrece a vuestra Patria. Libre e independientemente de poder extraño, vivía Bizkaya, gobernándose y legislándose a sí misma, como nación aparte, como estado constituido; y vosotros, cansados de ser libres, habéis acatado la dominación extraña, os habéis sometido al extranjero poder, tenéis a vuestra Patria como región de país extranjero y habéis renegado de vuestra nacionalidad para aceptar la extranjera. Vuestros usos y costumbres eran dignos de la nobleza, virtud y virilidad de vuestro pueblo: y vosotros, degenerados y corrompidos por la influencia española, o los habéis adulterado por completo, o los habéis reemplazado por los usos y costumbres de un pueblo a la vez afeminado y embrutecido. Vuestra raza, singular por sus bellas cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de contacto o fraternidad ni con la raza española, ni con la francesa, que son sus vecinas, ni con raza alguna del mundo, era la que constituía a vuestra Patria Bizkaya; y vosotros, sin pizca de dignidad y sin respeto a vuestros padres, habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis hermanado y confundido con la raza más vil y despreciable de Europa, y estáis procurando que esta raza envilecida sustituya a la vuestra en el territorio de vuestra Patria. Poseíais una lengua más antigua que cualquiera de las conocidas, más rica que vuestros montes, más vigorosa y altiva que vuestras costas, más bella que vuestros campos, y era la lengua de vuestros padres, la lengua de vuestra raza, la lengua de vuestra nacionaidad; y hoy vosotros, la despreciáis sin vergüenza y aceptáis en su lugar el idioma de unas gentes groseras y degradadas, el idioma del mismo opresor de vuestra Patria. Era antes vuestro carácter noble y altivo a la vez que sencillo, franco y generoso; y hoy vais haciéndoos tan viles y pusilánimes, tan miserables, falsos y ruines como vuestros mismos dominadores.
    ¡Bizkainos: Bizkaya perece… y vosotros la estáis matando!»

    [Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de su periódico Bizkaitarra, 30-9-1894]

  9. «La plaga mayor que pudo caer sobre los norteamericanos fue la despoblación de la China para extenderse por los estados yanquis. La plaga suprema que ha caído sobre nosotros ha sido la inmigración de familias y aun tribus enteras procedentes de luengas tierras. Chinos como los auténticos de coleta y tan dañosos aquí como sus congéneres lo fueron en Norteamérica, forman por regla general en lo que aquí se llama socialismo y constituyendo verdaderos cuerpos de ejército, caen sobre las minas, las fábricas, sobre las obras todas que se presentan al paso, ocupándolas.
    Porque, como el chino de Oriente, el chino bermejo come y se alimenta como diz que come y se alimenta el camaleón y trabaja o hace que trabaja por jornales imposibles, risibles para aquellos que antes de trabajar comen porque después de comer trabajan.
    La pasa de chinos bermejos, obreros de lo que salte, se hace cada vez más espesa: bajan con su presencia los jornales a tanto que quien ganó cinco en un tiempo debe hoy darse por feliz con tres y trabajando lo mismo, y la emigración del hambre, no de la ambición, sigue aumentando, aumentando como si nuestro pueblo estuviera destinado por Dios a ser cuna de desgraciados únicamente.
    El baserritar que baja a la ciudad, a la cantera, a la mina, a la obra, baja acosado por la necesidad y busca el trabajo para vivir. Y topa con la plaga de los chinos y como éstos se alimentan sólo nominalmente porque su trabajo es nominal y nominal por tanto en desgaste, aquél habrá de conformarse con el jornal ridículo por que trabaja éste y como él habrá de comer, ya que no trabajar, nominalmente.
    Y entre padecer hambre y sed y hasta persecución por parte de los chinos, el baserritar se embarca y marcha a perderse entre las multitudes del otro mundo, sin familia ya y abandonando a su patria.
    De ahí que, como a los norteamericanos, la plaga mayor que pudo caer sobre nosotros fue la despoblación de innúmeras comarcas y su dispersión entre nosotros. Y como el mal es uno con el apuntado en Norteamérica, uno debe ser el remedio con el yanqui. Remedio que es en verdad práctico y nada costoso.»
    [Reproducción del artículo de Sabino Arana Goiri, del mismo título, tomado de El Correo Vasco, 10-9-1899]
    Este artículo, incluido en las Obras Completas de Arana Goiri y profusamente citado, no es artículo original de Sabino Arana Goiri, como nos demuestra Javier Corcuera y otros en su Historia del Nacionalismo Vasco en sus Documentos, Bilbao, Eguzki, 1991, 4 vols.

  10. El término «maketo» en los diccionarios de español y de euskera
    El término maketo no aparece recogido como tal por el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), sino en su forma maqueto, y además el contenido que se le da al mismo en dicho diccionario (consulta digital de la vigesimosegunda edición, 2001) es incorrecto: “Inmigrante que procede de otra región española y no conoce ni habla vascuence”. Esta definición aparece introducida con un carácter de sentido despectivo y también por un origen etimológico que la hace proceder del vasco: maketo, que se supone que significa tonto, majadero (también aparece un enigmático “makito” como origen vasco del término y un no menos enigmático “magüeto”, que parece ser que significa novillo, como referencia en castellano al término en cuestión). En lo que coinciden los diccionarios de la lengua vasca y de la lengua española es en pasarse uno a otro la pelota, como vulgarmente se dice, o la “patata caliente” por mejor decir, porque así como el DRAE remite al euskera maketo para dar el origen del término castellanizado maqueto, el que pasa por ser el diccionario más completo de euskera, el Elhuyar, se remite a su vez al castellano maqueto para aclarar el sentido del término vasco maketo.
    Bien; consultado el diccionario de Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca), aquí no se nos da ninguna definición de makito, como ya suponíamos. Y de maketo sólo se nos dice que es un insulto (irain-hitza) utilizado en Hegoalde, que engloba lo que, dentro de la terminología euskaldun significa País Vasco de España junto con Navarra. Otros diccionarios del euskera optan cómodamente por eludir el significado de la palabra y remitirnos al castellano maqueto (así el Elhuyar, como decíamos), o directamente por no poner entrada alguna (Sinonimoen hiztegia, Diccionario de sinónimos), o por poner definiciones también basadas en la cuestión del insulto, pero remitiéndonos fuera del País Vasco para emborronar un poco el sentido del término, así el 3000 Hiztegia nos dice de maketo: “maqueto/ta, término de origen oscuro usado también por tierras de Santander para designar a sus vecinos castellanos (insulto)”. La enciclopedia Harluxet, enciclopedia de referencia en euskera hasta el momento, nos dice de maketo: “Jatorriz Euskal Herrikoak ez diren pertsonak izendatzeko erabili izan den irain-hitza”, literalmente “insulto que se ha utilizado para nombrar a las personas que no son de origen vasco”, con lo cual incide en lo del insulto pero no nos dice de dónde son esas personas a las que se insulta por no ser vascas.
    Por tanto, de la definición del DRAE, junto con la de la enciclopedia Harluxet podemos componer una definición que englobe lo que le falta a una y a otra. Así, de la definición del DRAE sólo se salva con dificultades la primera parte, porque falta decir que el maketo, efectivamente, es un inmigrante que procede de otra región española, pero que va al País Vasco, porque sólo en ese territorio tiene sentido la utilización del término en cuestión. Pero la segunda parte de la definición del DRAE, la de que el maqueto «no conoce ni habla vascuence» no tiene por dónde cogerse, independientemente de que en algún lugar del País Vasco se utilizara con ese sentido, porque entre los propios autóctonos el hablar vascuence no ha sido tampoco nunca un rasgo que se diera como definitivo para considerar a nadie vasco.
    El término maketo ya se utilizaba por los autóctonos en general, sin necesidad de que fueran todavía nacionalistas, a finales del siglo XIX y primeros del XX, para referirse a los inmigrantes que llegaban entonces masivamente desde otras partes de España. La ideología nacionalista originaria (la del partido fundado por Sabino Arana) fue, no obstante, la que dio carta de naturaleza política al término maketo, incidiendo en el contenido que tenía entonces, abiertamente racista: se fijaba en los apellidos, para decir de alguien que no era vasco. Sólo con la transición del régimen franquista a la democracia se extendió entre el nacionalismo (sobre todo del signo más radical) la idea de que tendría que ser la lengua vasca quien diera la condición de vasco, condición que, mientras se produce o no, nos ofrece la realidad de que en el País Vasco actual no llega ni de lejos a la mitad de su población la que habla habitualmente euskera. Además, paradójicamente, la ideología nacionalista moderna que sostiene esta condición para ser vasco (la de hablar euskera) nunca ha utilizado el término maketo para referirse a los inmigrantes, sino todo lo contrario: los abertzales suelen ser los más acérrimos contrarios a su utilización, sobre todo por el hecho evidente de que entre sus filas hay muchísimos inmigrantes o hijos de inmigrantes, ansiosos de ser considerados vascos (aunque no hablen euskera). Todas estas consideraciones, que para cualquier lector no afincado en el País Vasco o desconocedor de su peculiar idiosincrasia, pueden resultar ilógicas o absurdas, son perfectamente “coherentes”, es decir, reales, verídicas, para quienes vivimos en el llamado «ámbito vasco de decisión», particularmente en sus territorios del sur.
    Publicado por Pedro José Chacón Delgado en 26.11.07

  11. Yo me caí del guindo cuando, hace ya más de 20 años, se impidió que Fernando Savater y Rosa Díez dieran una conferencia en la UB… ante la complacencia del rector de la Universidad, que no sólo no hizo nada, sino que impidió que la policía entrase en la UB a protegerlos, con lo que corrieron riesgo serio de ser linchados, y quedaron encerrados durante horas hasta que sus agresores, «estudiantes», se marcharon.

    El problema no es tanto el que unos cientos de fanáticos con ínfulas intenten agredir a quien no piensa como ellos; el problema es que quien tiene la obligación de velar por el pacífico desempeño de la actividad normal, no sólo no cumpla con dicha obligación, sino que los mire con complaciencia porque son de su mismo rebaño.

    Que conste, no fue el primer intento de linchamiento; el primero se produjo unos pocos años antes, contra José María Aznar, en la UAB; y, algo antes, contra Jesús Gil.

    De todas formas, bienvenido al número de los hombres que aspiran a ser libres, Javier. Aún te queda camino para desintoxicarte, pero has dado el primer paso.

  12. Lamento profundamente haber leído Soldados de Salamina. Os juro que no sabía que el mastuerzo juntaletras este también había vendido su alma al diablo catalanista. No siento más que absoluto desprecio por los que se avergonzaron de su tierra de origen, de sus padres para ejercer de tontos útiles del nazional socialismo (CIU – PSC – PSUC). Y no me vengáis con el cuento del franquismo porque, antes del glorioso alzamiento nacional, los separatistas catalanes ya habían causado suficientes quebraderos de cabeza a gobiernos conservadores, liberales e incluso republicanos con la inestimable colaboración del pistolerismo anarquista. Cataluña no tiene remedio más que después de pagar por sus pecados.

  13. https://www.libertaddigital.com/opinion/cristina-losada/cercas-de-ser-catalan-88136/

    Seguir hablando de la inmigración de los años 60 a Cataluña –de los 60, no de la posguerra, señor Cercas– como si los que allí fueron y sus descendientes tuvieran una deuda pendiente con la catalanidad, ya vale, ¿no? Dar por sentado que aquellas personas debían hacer un esfuerzo extra para «integrarse», implicando que se integraban en una forma de vida superior –la de los catalanes, definida por el nacionalismo–, apesta a supremacismo. En realidad, la única adaptación que tenían que hacer era a la forma de vida urbana. Porque lo que se produjo en España, singularmente entre 1961 y 1970, fue un éxodo rural altísimo. De la España meridional e interior y de Galicia, la gente fue a Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y el País Vasco, en busca de oportunidades que ya no existían en sus lugares de origen.

    Basta trasladar a Madrid todo el discursito de la inmigración que se trae, desde siempre, el nacionalismo catalán para poner los pies en la tierra, bien lejos de la mística de la raza, que es lo que hay en el fondo. Nadie se ha referido a los cientos de miles de españoles que fueron allí en la época de las migraciones interiores como «inmigrantes». Nadie hizo de ello un problema. Nadie se dedicó obsesivamente a estudiar los efectos que tendría aquel injerto en «el árbol». A nadie le inquietó que aquel flujo de nueva población dejara en minoría a los auténticos madrileños. Nadie los llamó «ejército de ocupación». Cierto, no se hablaba otra lengua, pero las lenguas se aprenden por utilidad, sin más historias, sin mística ni mistificación.

    Va de suyo, y sería impensable, pero ningún pope del madrileñismo anunció que los que llegaban podían ser madrileños si vivían y trabajaban allí, y lo querían ser. Dicho entre paréntesis: ¿para qué va uno a querer ser madrileño pudiendo vivir en Madrid siendo lo que uno quiera? Porque en Madrid eso es natural, mientras que en Cataluña, bajo el yugo nacionalista, deviene una excéntrica heroicidad. Pero tan inoculado está el marco mental nacionalista, que hasta los que creen que no lo portan lo llevan dentro. Así, Cercas, que después de haber seguido todas las instrucciones, de haber cumplido fielmente su parte del contrato con Pujol, se siente traicionado y se queja de que no le consideren catalán. Ya ves tú.

  14. https://www.libertaddigital.com/opinion/cristina-losada/cercas-de-ser-catalan-88136/

    n artículo de Javier Cercas, muy celebrado este fin de semana, me ha hecho reflexionar. Generalmente no le leo, por lo contrario. Pero esa pieza, llamada «La gran traición», me ha llevado a pensar en la suerte que he tenido. La suerte de que mis abuelos y mi padre emigraran a la Argentina y no a Cataluña. La suerte de que, a la hora de estudiar, yo fuera a Madrid y no a Barcelona. Aunque soy muy de hacer la experiencia, no puedo más que alegrarme de las que me ha ahorrado gracias a los azares que me mantuvieron a salvo del agobio nacionalista.

    Decía Cercas: «El pacto central de la Cataluña democrática lo formuló así su patriarca, Jordi Pujol: Es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña. Cientos de miles de emigrantes arribados de toda España en la posguerra, gente muy humilde en su mayoría, se lo creyeron; mis padres tambien se lo creyeron y criaron a sus hijos en consecuencia». La idea de que alguien se ponga a definir qué es ser catalán en plan sumo pontífice y que ese alguien sea Pujol ya resulta fastidiosa. Pero que tal cosa se asuma como un dogma de la iglesia y se eleve a «pacto central de la Cataluña democrática» sorprende por lo ridículo.

    Cierto, para Pujol y sus sucesores, igual que para sus predecesores, ser catalán es un mérito extraordinario que hay que ganarse, y en los tiempos de aquella fórmula viciada (que Cercas da incompleta) el patriarca lo ponía casi al alcance de cualquiera, barato, barato. Traducido: hasta ustedes, españoles cutres como son por ser españoles, pueden acceder a este status superior y maravilloso. Porque nada de esto se entiende sin la correlación. No tendría que conceder Pujol –¿pero quién es Pujol?– la condición de catalán a nadie, si no quisiera quitarle la condición de español.

    Después describe el autor las obligaciones del contrato que, según él, aceptaron de buen grado los humildes. Tras confesar que su madre no ha llegado a hablar catalán, dice que él y sus hermanas no son como ella: «Nosotros no sólo vivimos y trabajamos en Cataluña, sino que adoptamos las costumbres catalanas, nos sumergimos en la cultura catalana, aprendimos catalán hasta volvernos bilingües, nos casamos con catalanes de pura cepa, educamos a nuestros hijos en catalán e incluso contribuimos con nuestro granito de arena a difundir la cultura catalana». De haber hecho todo eso libremente, porque les daba la gana, me parecería bien, pero, según lo cuenta, es que lo hicieron para «ser catalanes», para cumplir su parte del contrato con Pujol, para que dijeran (los nacionalistas) que eran catalanes. Qué cosas hace la gente. Total, para nada.

    De ese párrafo me ha intrigado lo de que «adoptamos las costumbres catalanas». Por hacerme una idea, he pensado qué costumbres adopté yo de Madrid, cuando me fui allí a vivir, y he dado con pocas. Me acostumbré a dejar propina en los bares, cosa que en Galicia no se hacía ni se hace, y a usar el pretérito perfecto en lugar del indefinido para todo. Son las más relevantes. Al llegar –eran los años 70–, observé con asombro que en las cafeterías, a la hora del desayuno, la gente tomaba las tostadas con cuchillo y tenedor, y en seco. A ese proceder aséptico, casi quirúrgico, nunca me acostumbré. Pero, a ver, ¿hay en Cataluña costumbres tan únicas, tan exóticas, tan singulares, que justifiquen que unos señores de otro lugar de España se sientan impelidos a decir que las han adoptado? Y ¿serán las mismas en Barcelona que en Gerona, por poner? Todo esto de adoptar las costumbres suena como si un europeo fuera a vivir con los tuareg.

    Seguir hablando de la inmigración de los años 60 a Cataluña –de los 60, no de la posguerra, señor Cercas– como si los que allí fueron y sus descendientes tuvieran una deuda pendiente con la catalanidad, ya vale, ¿no? Dar por sentado que aquellas personas debían hacer un esfuerzo extra para «integrarse», implicando que se integraban en una forma de vida superior –la de los catalanes, definida por el nacionalismo–, apesta a supremacismo. En realidad, la única adaptación que tenían que hacer era a la forma de vida urbana. Porque lo que se produjo en España, singularmente entre 1961 y 1970, fue un éxodo rural altísimo. De la España meridional e interior y de Galicia, la gente fue a Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y el País Vasco, en busca de oportunidades que ya no existían en sus lugares de origen.

    Basta trasladar a Madrid todo el discursito de la inmigración que se trae, desde siempre, el nacionalismo catalán para poner los pies en la tierra, bien lejos de la mística de la raza, que es lo que hay en el fondo. Nadie se ha referido a los cientos de miles de españoles que fueron allí en la época de las migraciones interiores como «inmigrantes». Nadie hizo de ello un problema. Nadie se dedicó obsesivamente a estudiar los efectos que tendría aquel injerto en «el árbol». A nadie le inquietó que aquel flujo de nueva población dejara en minoría a los auténticos madrileños. Nadie los llamó «ejército de ocupación». Cierto, no se hablaba otra lengua, pero las lenguas se aprenden por utilidad, sin más historias, sin mística ni mistificación.

    Va de suyo, y sería impensable, pero ningún pope del madrileñismo anunció que los que llegaban podían ser madrileños si vivían y trabajaban allí, y lo querían ser. Dicho entre paréntesis: ¿para qué va uno a querer ser madrileño pudiendo vivir en Madrid siendo lo que uno quiera? Porque en Madrid eso es natural, mientras que en Cataluña, bajo el yugo nacionalista, deviene una excéntrica heroicidad. Pero tan inoculado está el marco mental nacionalista, que hasta los que creen que no lo portan lo llevan dentro. Así, Cercas, que después de haber seguido todas las instrucciones, de haber cumplido fielmente su parte del contrato con Pujol, se siente traicionado y se queja de que no le consideren catalán. Ya ves tú.

  15. ¿Traición?

    Si,claro.

    Qué vergüenza! En este casino se juega!

    Nacionalistas: la raza catalana.

    Catalanistas: no, somos españoles,si, pero…un poco mejores que ellos, verdad?

    Que uno pique un anzuelo que está deseando morder, no implica que nadie te traicione. Sabían siempre donde se metían, aunque nunca hayan querido verlo.

    Ahora Cercas parece haberse caido del guindo…pero vamos, a la que pueda se sube otra vez en cuanto le den pié.

  16. Cabe hacer a todo cuanto leo y se dice una aleccionadora reserva.
    Son muchos más de lo que pueda pensarse los catalanes de pura cepa, los de apellidos encadenados, los herederos de tercios catalanes en Flandes, Mexico, Marruecos o Hungría… que abandonan esa idea pueblerina del nacionalismo; muchos más de lo que puedan algunos imaginarse.
    Si hiciésemos (pura ficción) una encuesta sólo para catalanes con más de cuatro apellidos catalanes, aventuro que ganaría en entierro de las ideas nacionalistas. La libertad, el negosi y el respeto a la ley ganarían.
    El nacionalismo de hoy es una cantinela profesada por lumbreras iluminados como Puigdemont y Torra que es seguida por una legión interminable de charnegos.

  17. Como diria Woody Allen: «Patras, patras»
    O lo que es lo mismo: ¡a ver como lo arreglamos!

  18. Es cierto, no es fácil ser libre cuando dependes económicamente del nacionalismo. Cercas no dependía y purde decir la suya y vivir donde quiere. Aquellos lo sabian, por eso pusieron en marcha la compra de voluntades con dinero. Y en esta seguimos.

  19. Bienvenido de nuevo a la cordura, tu y todos cuantos cambiéis de opinión.
    Os esperamos con los brazos abiertos como al hijo pródigo que vuelve a casa.
    Me alegro por Javier y por cuantos abren los ojos.

  20. Refranero ESPAÑOL:

    ¡A buenas horas mangas verdes!

    EL TONTOLOSC* ESTE SE CONFIESA CON CUARENTA AÑOS DE RETRASO.

  21. Pues chico….en eso es en lo que te has integrado, en lo que has sumergido a tus hijos y sobrinos, en lo que has vivido mientras no acababas de aceptarlo….
    Ahora comprendes que a ti te marcan y ellos se marcan, tú no eres catalán ( vaya problema ridículo ) y ellos si (soberbia del corrupto nuevo rico)..
    Si miras los apellidos en la admon catalana, en lo subvencionado, en los lugares de residencia,en los cargos públicos, etc etc…no podrás dejar de ver que algunas casualidades no existen. Que las declaraciones de renta y patrimonio de tus integradores aumentaron al ritmo que decreció el futuro de tus hijos, que España entera está carcomida por su penetración en el mundo económico y su clásica masonería, que la caixa es la faja, que las masas lo son por integrarse y degradarse.
    Y es que, ojo, si están donde están y los demás estamos donde estamos, en gran medida es por causa nuestra que vendemos nuestra alma dia tras dia, minuto tras minuto por una miseria cualquiera , desde cerrar la puerta del vagón hasta putear al semejante para sentirte alguien.Por degradarse cada quien en busca de la aprobación del vecino de semáforo, de rellano, o de trabajo.
    Realmente el mundo entero es lo que es porque sigue siendo lo que fue, un muladar de pur .air , y si te sigue dando miedo verlo, igual llegas al final medio compuesto y con novia, pero desde la barrera no podrás negar tu pisadas en el ruedo.
    No es peor Pujol que Rajao, no es mejor el Rei que Messi, un chotista que un rauxista, y la monja argentina se tira los mismos peos que los de la Tierra Libre que no se mueve.
    No son mejores los médicos en Castilla, no son peores los conductores de metro en Gerona, no son mejores los mensajes de trafico en cataluña,ni peores los alcaldes de La Mancha, tampoco es mejor el Barca que el Cibeles ni patomaca que los calamares, ni las bestias taradas que los lazis, solo se miran con otras lentillas.

    Ni esto cambiará obviando a Dios, ni la independencia será en catalán.

  22. Lo de Cercas nos ha pasado a la inmensa mayoría, a gente que jamás ha votado CIU ni ERC, ni nada de eso.
    La clave de bóveda está en la asimilación «catalanismo = antifranquismo», aceptada incluso fuera de Cataluña, uno de los grandes triunfos del nacionalismo catalán para actuar más allá de lo permisible en cualquier país sano que lleve sus símbolos, como la bandera, de forma normal y corriente (y eso en España no ha sido posible por culpa de los políticos españoles postfranquistas, que no se han preocupado por recuperar, pacientemente, una identidad nacional para todos).
    Eso es lo contrario que han hecho, muy pacientemente, los nacionalistas de cualquier región, especialmente en Cataluña. Repito, el catalanismo, aprovechándose de su parte antifranquista, de forma cada vez más ilegítima, ilegal y fascistoide, pero también imperceptible, paciente y sistemática (PLAN 2000, documento EnfoCats) sin dejar ámbitos libres a su dominio, algo que no tiene equivalente en ninguna región española, han creado una realidad anti-española que viene de lejos. Por ejemplo, ¿por qué de repente, a partir de la mitad de los años 80 íbamos perdiendo a los maestros de Aragón, de León, en nuestros colegios de EGB, en los institutos, y no volvíamos a tener maestros de cualquier parte de nuestro país?).
    Finalmente, se ha dado patente de corso para que cualquier separatista o catalanista imponga sus ideas y encima pase por demócrata y luchador por las libertades. Por ende, cualquier contrario es fascista, y por supuesto pertenece a un pueblo fascista e inferior por definición, el español. El catalanismo es EL GRAN BLANQUEADOR del franquismo en Cataluña; otras regiones, qué pena [ironía], no tuvieron ese recurso.

  23. Víctor

    Yo también tengo otra opinión, pero me la reservo. Cosas de la educación, fíjate.

  24. Por no mencionar la inmensa traición a la buena voluntad de todos, izquierdas y derechas, a la hora de llegar al consenso del 78.

    Es la traición que comparten ahora la izquierda radical que quiere volver a las peores epocas de nuestra historia para intentar reescribir una historia que ya, ahora no parece convencerles.

  25. Son comprensibles las razones de Cercas, pero hay algo previo a todo esto, algo que está por encima de lo que pueda pensar i decidir la mayoría de los votantes catalanes que es la Soberanía Nacional; todos los españoles tienen derecho a decidir qué se hace con su país. Yo soy catalán, de pura cepa, y me tuve que ir de Cataluña para ganarme la vida, pero tengo fuertes vínculos de toda índole con Cataluña y los separatistas me niegan mi derecho a decidir. Que se vayan al diablo!

  26. este es un charnego que se ha despertado perO tambien nos hemos despertado catalanes de toda la vida catalanes de generaciones que somos españoles y catanes como quien mas y que tambIEn hemos sdo traicionados por el racismo supremacista que nos quere arrebatar nuestra identidad española llamandonso botiflers y todas esas m* que se les ocurre

    Los Catalanes que estamos contra el apartheid los que JAMÁS lo hemos apoyado los que nnca hemos sido engañados, como Javier Cercas… tambien existimos

    VISCA ESPANYA

  27. Todavía recuerdo la guerra de Bosnia-Herzegovina. Todavía recuerdo declaraciones de mucha gente de cómo era la vida antes de la guerra. Los vecinos eran eso, vecinos, fueran serbios, croatas, bosnios…Y, salvo rencillas PERSONALES, como en todos los lados, la convivencia era estable. De repente, TU VECINO, al que saludabas amablemente cuando te lo cruzabas por la calle, que no era serbio o croata o bosnio como tú, te empezó a mirar con ODIO. Se fue a luchar con unas milicias contra serbios, croatas o bosnios que no eran como ÉL.

    Eso ocurrió en la ex-Yugoslavia. Pueden dar testimonio de esto soldados que estuvieron allí. En Cataluña ya está implantado el odio entre vecinos que antes se saludaban. Y si no ha ido a mayores es porque la población está desarmada. Pero todo se andará.

    Javier Cercas, dice un viejo corrido mexicano: «Ya me voy pajarillo jilguero para no alargar mi contesta. Porque vine como un DESERTOR y, al cabo, MI TIERRA NO ES ESTA». Bendito sean aquellos a los que la luz les ilumina antes de ser demasiado tarde.

  28. Sin : Son…..para que se entienda bien.

  29. Los votos no engañan: Barcelona no es independentista. Así lo corroboran los resultados de las elecciones municipales del 26 de mayo. La suma de los sufragios de las fuerzas no independentistas frente a las partidarias de la ruptura de Cataluña con España son muy claras. Mientras Barcelona en Comú, PSC, Barcelona pel Canvi-Ciutadans y PP han obtenido 432.144 votos, ERC, Junts per Catalunya, CUP y Barcelona És Capital (Jordi Graupera) han logrado 297.512.

  30. Visigodo, tengo una opinión personal, creo que eres bastante burro.

  31. Si cualquiera ve la luz y se aleja del nacionalismo, no es buena idea echarle sal en las heridas. No es lógico que quien se adhiere a tu visión lo trates como un apestado porque «no quiso verlo antes». Cuanto más tarde, más difícil es de ver. Y él lo vio. No comparto casi todas las ideas de Cercas, pero me parece muy bien que acierte ahora con la crítica al nacionalismo. Tener ideas diferentes y respetarse es democracia. Lo contrario es lo mismo que se trata de evitar. Los constitucionalistas deben acoger a todos, con independencia de sus ideas y trayectoria. Los nacionalistas son los exclusivos, los intransigentes. No nosotros

  32. Estoy de acuerdo sólo en parte. El problema de Cataluña no está sólo entre catalanes. Aquí vivimos muchísimos españoles que no somos catalanes:(A mi no me da pena ninguna no ser de aquí o de allí) , soy español y me basta. Y soy solamente español. Con eso tengo bastante.

    VIVA ESPAÑA Y VIVAN LOS ESPAÑOLES

  33. La traición no la ha hecho el nacionalismo catalán. Esto ya se sabía. Y el que diga que no se lo esperaba, o miente o miró para otro lado en su día. No me da ninguna pena este señor y los miles que hay como él. Cuarenta años agachando la cabeza, queriendo ser más catalanes que los que se apellidaban pujol, tarradellas y tal, y ahora que esos mismos los repudian, este señor se siente traicionado. De eso nada. Si alguien debería sentirse traicionado, son los padres de las personas que, como este elemento, olvidaron y renegaron de sus orígenes. A llorar a la ría, amigo mío.

  34. Yo me di cuenta de que eran unos 🦌🦌 y 🐏🐏 cuando supe de la Sussietat del pobla….con sus cuotas por ver el cine , por la fiesta mayor , por entrar a ver la orquesta , por sentarse en el palco , por las caramellas, por hacer caracoladas , …..también por el médico del pobla,……en definitiva por respirar…..siempre cobraban…..además las becas por estudios se las llevaban los jerifaltes de la mafia ,con todo el descaro del mundo, saltándose las leyes como querían.

    Sin unos HDGP ya hace muchos años ,con la diferencia que antes lo hacían sin hacer ruido abusando de los emigrantes indefensos fuera de su tierra.

  35. WELCOME TO KRASTY LUÑA.
    Por cierto cuándo te diste cuenta de que como charnegoide para los amos porcinocratas eres poco más que un animal una bestia ???
    Cuándo oíste a kim Chis Torra presidente del FPLN Frente Porcino de Liberación Nacional y Director del Balneario la SOLUCIÓN Final decir lo de hienas con forma humana ???
    Te recuerdo las mofas del Dalai 3500 kilos Lama sobre las Chonis que hablaban Aspanyol ???
    Te recuerdo a HOTEL PALACEMAN alias el bombillo Duran cuando decía que andaluces y Extremeños eran unos vagos mantenidos por los impuestos de los de KRASTY LUÑA ???
    De todas formas bien venido al club de las bestias charnegoides deformes.

  36. Lo terrible es que Cercas es un intelectual y como tal inteligente y formado, y aun así ha necesitado más de cuarenta años para atreverse a decir qué es el nazionalismo.

    Ocurre, y no parece que sea casualidad, que Cercas a estas alturas de su vida no necesita ser tolerado por los nazionalistas y ya no tiene que dárselas ni siquiera de progreta para poder vivir de su trabajo.

    Todos los demás, a tragar con la Nomenklatureta o a pasar desapercibidos.

    O largarse a Madrid, si encuentra una vía. Verbigracia: haciéndose político.

    • Muy bonito y conmovedor lo que escribe Javier Cercas hoy. ¿Pero por qué callaba hace 39 años, cuando los separatistas impusieron su dictadura por encima de todo y de todos? Molaba mucho ser de la raza superior, eh. Bienvenido a casa, Cercas, si; pero la moto que nos vendes hoy no vale nada.

  37. Javier Cercas sí se ha dado cuenta, cosa que no es así en El País, Atresmedia, Mediaset y TVE que siempre están del lado de los separatistas o tienen un pero en los labios ante cualquier provocación que venga de Cataluña. Lamentablemente los altavoces mediáticos siguen desdeñando a los constitucionalistas

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