Gloriós repàs de n’Albert Soler a n’Albert Donaire.

N’Albert Soler ha escrit al Diari de Girona sobre la deposició del cap dels «Mossos per la República» aquesta setmana al Tribunal Suprem. Deposición verbal y física, porque cuando sacas al rambo lazi del tuiter y del txipolleig en pilotes a la Costa Brava, resulta que se nos hace caquitas:

Pase y disfrute de lo que diu el paisà d’en Donaire:

«Hoy que ha declarado el mozo Albert Donaire, no puede ser casual que suene a todo trapo Becky G, cantando Mayores, un tema que dice cosas tan tiernas como ‘a mí me gustan más grandes, que no me quepan en la boca’, que remiten a este agente. Y no me refiero sólo a las fanfarronerías, que está claro que de tan grandes no le caben en la boca, solo hay que comparar los tuits que publica con su acoquinamiento ante el tribunal, sino a cosas más tangibles. Sé de lo que hablo. En Madrid, si no vas con cuidado y dejas claro de qué medida quieres el bocata calamares, te cuelan un mini que te lo cobran a precio de maxi, es mejor advertir que te gustan grandes, como debió hacer Donaire en la estancia en la capital. (…) 

No, no es casualidad que suene Mayores. Y menos si justo después, como para dejar claro a la Nancy que no se pierde detalle del juicio, los bafles del Fogons escupen Thalía cantando ‘no me acuerdo, no me acuerdo, y si no me acuerdo no pasó’, sin duda dedicada también a Donaire, ya que es la frase que más repetía como testimonio. Es cierto que esta amnesia afecta también a los testigos y acusados -todos niegan la realidad con el argumento de que no la recuerdan-, pero uno espera que al menos un policía que de boquilla se jacta de ser un valiente soldado por la república, tenga un mínimo de dignidad. Que aquel gallo no se vuelva tan rápido a ojos vista de la medida de un pollito de granja, que espere al menos a la segunda reprimenda del presidente del tribunal, que hasta mi hijo de 9 años tiene más valor, que el mozo Donaire se debe echar a llorar si por ferias le hacen subir al tren de la bruja, pobrecito. Si con estas cañas hay que hacer una república, pueden esperar sentados sus promotores.

Pero tampoco debemos ser tan duros. Albert Donaire es un pobre chico de pueblo que, qué iba a hacer en la vida, se hizo policía, cosa que en los pueblos siempre otorga un plus de popularidad y ahorra acabar labrando un campo. El problema de los narcisistas es que no tienen bastante con ser populares en su pueblo, necesitan algo más, así que se inventó un engendro llamado ‘Mossos per la República’, como podría haber creado ‘Mossos pel ball de saló’, de alguna manera tiene que hacerlo para destacar en este injusto mundo meritocrático quien no posee ningún mérito. Con un nombre cool como este y algunos tuits que muestren su indestructible patriotismo, más alguna foto insinuante, que uno no es de piedra y no todo ha de ser política, la fama está servida, que ser mozo para dedicarse solo a tareas policiales es poca cosa.

Pero, ay, quiso la mala fortuna que un día tuviera que declarar ante un tribunal, y allí quedó claro que Donaire era valiente solo en las redes. Y claro, uno ve el triste papel que hace, atenazado por el miedo, y se pregunta en manos de quién está nuestra seguridad. Si el tal Donaire nos tiene que defender alguna vez de algo, quizás Abascal tendrá razón y más vale que nos armemos hasta los dientes nosotros mismos».

Pues eso. Que la republiqueta del motxo està ple de rogersdellúria en pilotes.

Pobre Cataluña, en qué te ha convertido el nacionalismo.

Dolça i espectral Catalunya…

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