«El reposo del guerrero» de Pujol nos ha dejado helados.

– Te n’he portat 4, president – Gràcies Lluís, percatalunya!

Se lo hemos leído en el Diari de Girona (léalo entero que vale la pena), se titula Els nostres, y es muy interesante porque está escrito por Salvador Sostres, nacionalista exvotante de CiU y antiguo pujolista acérrimo:

«Lluís Prenafeta había servido 10 años al presidente Pujol como secretario de Presidencia y cuando en 1990 dejó la política le continuó siriviendo con diversas actividades privadas (…) 

Prenafeta lo había sido todo para el presidente. Le tejió una admirable agenda internacional, consiguiendo incluso que el presidente Bush (padre) le recibiera. Le organizó el Gobierno y mantuvo a raya a los consejeros, aceptando pasar como el malo. Habló uno a uno con los jueces de la Audiencia de Barcelona para «convencerles» de la inocencia de su amigo en el caso Banca Catalana (…) 

– Que sigui ben catalana, eh Lluís. – Si amo, n’he trobada una que se sap tot el repertori del Llach

Igualmente, Prenafeta resolvió a Pujol los 2 asuntos más delicados: el primero puede parecer frívolo pero es fundamental que alguien que hile fino te lo sepa encarar cuando eres presidente. Un día paseando por el Patio de los Naranjos, así le habló el presidente: ‘Lluís, ara pensava en el Kennedy. Aguantó mucha presión, y lo hizo muy bien, pero de vez en cuando necesitaba entretenerse (esbargir-se) y su hermano le ayudaba, porque él solo no lo podía hacer’. Y sin que le hiciera falta decir nada más, Lluís se conviritió en su más fiel alcahuete y le garantizó puntualmente – a parte de Carmen- el placentero reposo del guerrero. No solo fue diligente en asegurarse de la calidad del género, sino también la discreción, y jamás se supo nada.

Tan jugoso, pero más sustancial, era el segundo delicado asunto que Lluís solía resolver, y que resultaba ser cómo se distribuía, se recolectaba y se administraba el famoso 3%, que no era un 3% porque con sólo un 3 no habríamos hecho nada».

Pues Sostres sabrá si es verdad, y cada uno sabrá sus maneras de «esbargir-se»; parece que Jordi se veía como el Kennedy catalán en el Camelot de la Generalitat. Lo malo es que según cuenta Sostres era algo organizado y repetido, a cargo de un hombre que cobraba de nuestros bolsillos. Com lo del 3-5-10%, vaja. Y después Pujol decía a los malvados de Madrid que «A partir de ahora cuando hable alguno de ética, de moral y juego limpio hablaremos nostros, no ellos». I pontificava que «l’ètica ha de ser una norma de vida». Menudo Tartufo:

Pues quizás algún día salga todo lo de los Pujol. Que en deu ser molt i no surt per lo que va dir en Jordi el 27-ese-2014: «si vas cortando la rama de un árbol al final cae toda la rama, todos los nidos que hay. ¡No, es que solo caerá aquel! No, no: caerán todos». Y en esos nidos debe haber mucha gente de Madrid que Pujol llevó de la manita para que le dejaran implantar su Programa 2000.

Y así se va sabiendo quién era de verdad Jordi Pujol, el recreador de la ideología que nos ha dividido, arruinado y desprestigiado mientras él se lo llevaba crudo. El Gran Tartufo de Cataluña.

Per cert, Salvador, si lo que dius és cert, les noies les pagava en Jordi o anaven a càrrec dels pepets i maries?

Dolça enganyada Catalunya…

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